SAN AGUSTIN

¿Cómo aprender Humildad? ¡Sólo con humillaciones!
(Beata Teresa de Calcuta)

...Llenaos primero vosotros mismos; sólo así podréis dar a los demás. (San Agustín)

Dios no pretende de mí que tenga éxito. Sólo me exige que le sea fiel.
(Beata Teresa de Calcuta)

GOTA

... lo que hacemos es tan solo una gota en el mar, pero el mar sería menos si le faltara esa gota.
(Beata Teresa de Calcuta)

Contento, Señor, Contento (San Alberto Hurtado)

...y ESO ES LA SANTIDAD, DEJAR QUE EL SEÑOR ESCRIBA NUESTRA HISTORIA... (Papa Francisco)

«No ser, no querer ser; pisotear el yo, enterrarlo si posible fuera...».
(Santa Ángela de la Cruz)

Reconoce cristiano, tu dignidad, que el Hijo de Dios se vino del Cielo, por salvar tu alma. (San León Magno)

domingo, 4 de diciembre de 2011

II DOMINGO DE ADVIENTO: ADVIENTO DE SAN JOSE



En estos días en que la Iglesia nos invita profundizar en la Venida del Salvador, que nos invita a prepararnos para Celebrar la Historia de la Navidad, no olvido a San José, padre y cuidador de Jesús y de Dios en este mundo.
Él también vivió el Adviento, un Adviento de sufrimiento, callado ante algo que no llegaba a comprender, coronado con la Alegría Serena de la Navidad.



Si Nuestra Madre la Virgen María fue elegida ante de los tiempos para ser la Madre de Dios, él también sería el elegido para su acompañamiento y formación de la Sagrada Familia.
Hombre prudente y paciente, trabajador y humilde servidor de su familia, al que el mismo Dios, a través del Angel,en sueños le explicó la situación de María , a la que tanto querría, que decidió no repudiarla públicamente y obedeciendo el mensaje del Padre, recibió en su casa a María, con el Hijo que Ella llevaba en sus entrañas. (Mt 1,19-20).
El dolor de José sería tremendo hasta que el Angel le explicó en sueños lo ocurrido.



La tristeza de José se transformaría en alegría, lo que él no se explicaba de la virtuosa Virgen María, ya se lo aclaraba Dios.
Meditar este dolor es muy importante, tanto, que nos sirve dos mil años después a nosotros para fortalecer nuestra Fe, y no dejar de perder la Esperanza, en que Dios Nuestro Padre, al presentar situaciones de difícil explicación, al final nos las aclarará por la Caridad, por el Amor que nos tiene.
Pienso siempre en la Fe de este Santo, Padre de Dios en el mundo, que sabiendo quien iba ser su Hijo, esperaba su venida gozoso…Y fueron a Belén…donde comenzaron, sin esperarlo, los dolores de parto en María… ¿qué no habría hecho él por aquellas dos personas a las que tanto amaba?... le imagino sufriendo, por no poder encontrar el mejor lugar para Ella, hasta llorando ante las negativas de posada, y a la vez rezando a Dios para que les ayudase. Meditemos aquí el dolor de San José, que iba a ser padre, sólo con su esposa, en una ciudad desconocida, Belén.
Meditemos por todos los que sufren, están en soledad, despreciados o abandonados, meditemos por los no nacidos, por los asesinados en el vientre de su madre, por los ancianos sin afecto, por los que pasan hambre y por todos los necesitados de nuestra ayuda
Sus oraciones serán oídas por Dios y en la pobreza de un pesebre, teniendo como testigos a un buey y una mula, en el Amor de sus padres, nacerá el Hijo de Dios.



Alegría inigualable, la que sentirían José y María, porque el anuncio del Angel se había cumplido.

Meditemos esta Alegría, resultado de la Fe y la Obediencia a Dios.
Intentemos imitar a San José, servidor de María y Jesús, con sus virtudes, en todo su amor y obediencia a Dios, todos los que leáis este post, tanto los sacerdotes, religiosos, o religiosas, como los laicos comprometidos en sus familia, con hijos o sin ellos…pues siempre hay a quien servir, al igual que lo hizo San José en su Adviento, que sirvió a Dios, a María y a Jesús.

Recemos. Dios os Bendiga.

miguel LMC

Especialmente dedicado este post a los devotos de San José.

1 comentario:

  1. Santa Teresa de Jesús y su devoción a San José

    "Es cosa que espanta las grandes mercedes que me ha hecho Dios por medio de este bienaventurado santo , y de los peligros de que me ha librado, así de cuerpo como de alma; que a otros santos parece que les dio el Señor gracia para socorrer en una necesidad; pero a este glorioso santo tengo experiencia de que socorre en todas, y quiere el Señor darnos a entender, que así como le estuvo sometido en la tierra, pues como tenía nombre de padre, siendo custodio, le podía mandar, así en el cielo hace cuanto le pide".

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