SAN AGUSTIN

¿Cómo aprender Humildad? ¡Sólo con humillaciones!
(Beata Teresa de Calcuta)

...Llenaos primero vosotros mismos; sólo así podréis dar a los demás. (San Agustín)

Dios no pretende de mí que tenga éxito. Sólo me exige que le sea fiel.
(Beata Teresa de Calcuta)

GOTA

... lo que hacemos es tan solo una gota en el mar, pero el mar sería menos si le faltara esa gota.
(Beata Teresa de Calcuta)

Contento, Señor, Contento (San Alberto Hurtado)

...y ESO ES LA SANTIDAD, DEJAR QUE EL SEÑOR ESCRIBA NUESTRA HISTORIA... (Papa Francisco)

«No ser, no querer ser; pisotear el yo, enterrarlo si posible fuera...».
(Santa Ángela de la Cruz)

Reconoce cristiano, tu dignidad, que el Hijo de Dios se vino del Cielo, por salvar tu alma. (San León Magno)

jueves, 28 de febrero de 2013

¡HASTA SIEMPRE, SANTIDAD!



Queridos hermanos y hermanas: después del gran papa Juan Pablo II, los señores cardenales me han elegido a mí, un simple y humilde trabajador de la viña del Señor. Me consuela el hecho de que el Señor sabe trabajar y actuar incluso con instrumentos insuficientes, y sobre todo me encomiendo a vuestras oraciones. En la alegría del Señor resucitado, confiando en su ayuda continua, sigamos adelante. El Señor nos ayudará y María, su santísima Madre, estará a nuestro lado. ¡Gracias!13
Benedicto XVI, desde el balcón central de la Basílica Vaticana
19 DE ABRIL DE 2005




ADIÓS, HASTA SIEMPRE , QUERIDO PAPA BENEDICTO XVI, GRACIAS, GRACIAS,
RECE POR NOSOTROS.


GRACIAS
 POR EL TESTIMONIO 
DE HUMILDAD Y ESPERANZA, 
QUE NOS REGALA.
GRACIAS, QUERIDO PAPA, GRACIAS.


GRACIAS BENEDICTO XVI



miércoles, 27 de febrero de 2013

ULTIMA AUDIENCIA DE BENEDICTO XVI

IMPRESIONANTE Y CONMOVEDORA

Última audiencia de Benedicto XVI (Texto completo)
Plaza de San Pedro, 27 de febrero de 2013
Autor: S.S. Benedicto XVI | Fuente: Vatican Information Service

Benedicto XVI ha celebrado hoy la última audiencia general de su pontificado. En la Plaza de San Pedro, abarrotada por decenas de miles de personas que querían saludarlo, el Pontífice,emocionado, ha dicho: "Gracias por haber venido en gran número a la última audiencia general de mi pontificado. Gracias, estoy verdaderamente conmovido. Y veo a la Iglesia viva. Pienso que tenemos que dar también las gracias al Creador por el buen tiempo que nos da, ahora, cuando todavía es invierno".


Ofrecemos a continuación el texto integral pronunciado por el Santo Padre:

"Como el apóstol Pablo en el texto bíblico que hemos escuchado, yo también siento en mi corazón que ante todo tengo que dar gracias a Dios que guía a la Iglesia y la hace crecer, que siembra su Palabra y alimenta así la fe en su Pueblo. En este momento mi corazón se expande y abraza a la Iglesia extendida por todo el mundo, y doy gracias a Dios por las "noticias" que en estos años de ministerio petrino he recibido sobre la fe en el Señor Jesucristo, y sobre la caridad que circula realmente en el cuerpo de la Iglesia y hace que viva en el amor, y sobre la esperanza que nos abre y nos orienta hacia la plenitud de la vida, hacia la patria celestial".

Siento que os llevo a todos conmigo en la oración, en un presente que es de Dios, en el que recojo cada uno de los encuentros, cada uno de los viajes, cada visita pastoral. Todo y todos reunidos en oración para confiarlos al Señor, porque tenemos pleno conocimiento de su voluntad, en toda sabiduría e inteligencia espiritual, y por qué nos comportamos de una manera digna de Él y de su amor, llevando fruto en toda buena obra.

En este momento, dentro de mí hay mucha confianza, porque sé, porque todos sabemos que la palabra de verdad del Evangelio es la fuerza de la Iglesia, es su vida. El Evangelio purifica y renueva, da fruto, en todo lugar donde la comunidad de los creyentes lo escucha y recibe la gracia de Dios en la verdad y en la caridad. Esta es mi confianza, esta es mi alegría.

Cuando, el 19 de abril de hace casi ocho años, acepté asumir el ministerio petrino, tenía esta firme certeza que siempre me ha acompañado ,esta certeza de la vida de la Iglesia, de la Palabra de Dios. En aquel momento, como ya he dicho varias veces, las palabras que resonaban en mi corazón eran: Señor, ¿por qué me pides esto? Y ¿que me pides? Es un gran peso el que colocas sobre mis hombros, pero si Tu me lo pides, con tu palabra, echaré las redes, seguro de que me guiarás, también con todas mis debilidades. Y ocho años después puedo decir que el Señor realmente me ha guiado, ha estado cerca de mí, he podido percibir su presencia todos los días. Ha sido un trozo de camino de la Iglesia, que ha tenido momentos de alegría y de luz, pero también momentos difíciles; me he sentido como San Pedro con los Apóstoles en la barca del lago de Galilea: el Señor nos ha dado muchos días de sol y de brisa ligera, días en que la pesca ha sido abundante; también ha habido momentos en que las aguas estaban agitadas y el viento contrario, como en toda la historia de la Iglesia, y el Señor parecía dormir. Pero siempre supe que en aquella barca estaba el Señor y siempre he sabido que la barca de la Iglesia no es mía, no es nuestra, sino que es suya. Y el Señor no deja que se hunda: es El quien conduce, ciertamente también a través de los hombres que ha elegido, porque así lo quiso. Esta ha sido una certeza que nada puede empañar. Y por eso hoy mi corazón está lleno de gratitud a Dios porque no ha dejado nunca que a su Iglesia entera y a mí, nos faltasen su consuelo, su luz, su amor.


Estamos en el Año de la fe, que he proclamado para fortalecer nuestra fe en Dios en un contexto que parece dejarlo cada vez más en segundo plano. Me gustaría invitar a todos a renovar la firme confianza en el Señor, a confiarnos como niños en los brazos de Dios, seguros de que esos brazos nos sostienen siempre y son lo que nos permiten caminar todos los días, también entre las fatigas. Me gustaría que cada uno se sintiera amado por ese Dios que ha dado a su Hijo por nosotros y nos ha mostrado su amor sin límites. Quisiera que cada uno de vosotros sintiera la alegría de ser cristiano. Hay una hermosa oración que se reza todas las mañanas y dice: "Te adoro, Dios mío, y te amo con todo mi corazón. Te doy gracias por haberme creado, hecho cristiano... " Sí, alegrémonos por el don de la fe; es el don más precioso, que ninguno puede quitarnos! Demos gracias al Señor por ello todos los días, con la oración y con una vida cristiana coherente. !Dios nos ama, pero espera que también nosotros lo amemos¡

Pero no es sólo a Dios, a quien quiero dar las gracias en este momento. Un Papa no está sólo en la guía de la barca de Pedro, aunque sea su principal responsabilidad, y yo no me he sentido nunca solo al llevar la alegría y el peso del ministerio petrino, el Señor me ha puesto al lado a tantas personas que, con generosidad y amor a Dios y a la Iglesia, me han ayudado y han estado cerca de mi. Ante todo. Vosotros, queridos hermanos cardenales: vuestra sabiduría y vuestros consejos, vuestra amistad han sido preciosos para mí. Mis colaboradores, empezando por mi Secretario de Estado, quien me ha acompañado fielmente en estos años; la Secretaría de Estado y toda la Curia Romana, así como a todos aquellos que, en diversos ámbitos, prestan su servicio a la Santa Sede: tantos rostros que no se muestran, que permanecen en la sombra, pero que en silencio, en su trabajo diario, con espíritu de fe y de humildad han sido para mí un apoyo seguro y confiable. Un recuerdo especial para la Iglesia de Roma, ¡mi diócesis! No puedo olvidar a los hermanos en el episcopado y en el sacerdocio, a las personas consagradas y a todo el Pueblo de Dios en las visitas pastorales, en los encuentros, en las audiencias, en los viajes, siempre he recibido mucha atención y un afecto profundo. Pero yo también os he querido, a todos y a cada uno de vosotros sin excepción, con la caridad pastoral, que es el corazón de cada pastor, especialmente del Obispo de Roma, del Sucesor del Apóstol Pedro. Todos los días he tenido a cada uno de vosotros en mis oraciones, con el corazón de un padre.

Querría que mi saludo y mi agradecimiento llegase a todos: el corazón de un Papa se extiende al mundo entero. Y me gustaría expresar mi gratitud al Cuerpo Diplomático acreditado ante la Santa Sede, que hace presente la gran familia de las Naciones. Aquí también pienso en todos los que trabajan para una buena comunicación y les doy las gracias por su importante servicio.

Ahora me gustaría dar las gracias de todo corazón a tanta gente de todo el mundo que en las últimas semanas me ha enviado pruebas conmovedoras de atención, amistad y oración. Sí, el Papa nunca está solo, ahora lo experimento de nuevo en un modo tan grande que toca el corazón. El Papa pertenece a todos y tantísimas personas se sienten muy cerca de él. Es cierto que recibo cartas de los grandes del mundo - de los Jefes de Estado, líderes religiosos, representantes del mundo de la cultura, etc.-. Pero también recibo muchas cartas de gente ordinaria que me escribe con sencillez, desde lo más profundo de su corazón y me hacen sentir su cariño, que nace de estar juntos con Cristo Jesús, en la Iglesia. Estas personas no me escriben como se escribe a un príncipe o a un gran personaje que uno no conoce. Me escriben como hermanos y hermanas, hijos e hijas, con un sentido del vínculo familiar muy cariñoso. Así, se puede sentir que es la Iglesia - no es una organización, no es una asociación con fines religiosos o humanitarios, sino un cuerpo vivo, una comunidad de hermanos y hermanas en el Cuerpo de Jesucristo, que nos une a todos. Experimentar la Iglesia de esta manera y casi poder tocar con las manos la fuerza de su verdad y de su amor es una fuente de alegría, en un tiempo en que muchos hablan de su decadencia. Y, sin embargo, vemos como la Iglesia hoy está viva.

En estos últimos meses, he sentido que mis fuerzas han disminuido, y he pedido a Dios con insistencia en la oración que me iluminase con su luz para que me hiciera tomar la decisión más justa no para mi bien, sino para el bien de la Iglesia. He dado este paso con plena conciencia de su gravedad y también de su novedad, pero con una profunda serenidad de ánimo. Amar a la Iglesia significa también tener el valor de tomar decisiones difíciles, sufridas, teniendo siempre delante el bien de la Iglesia y no el de uno mismo.

Permitid que vuelva una vez más al 19 de abril de 2005. La gravedad de la decisión reside precisamente en el hecho de que a partir de aquel momento yo estaba ocupado siempre y para siempre por el Señor. Siempre - quien asume el ministerio petrino ya no tiene ninguna privacidad-. Pertenece siempre y totalmente a todos, a toda la Iglesia. Su vida es, por así decirlo, totalmente carente de la dimensión privada. He podido experimentar, y lo experimento precisamente ahora, que uno recibe la propia vida cuando la da. Dije antes que mucha gente que ama al Señor ama también al Sucesor de San Pedro y le quieren; que el Papa tiene verdaderamente hermanos y hermanas, hijos e hijas en todo el mundo, y que él se siente seguro en el abrazo de su comunión, porque ya no se pertenece a sí mismo, pertenece a todos y todos le pertenecen.

El "siempre" es también un "para siempre" - no existe un volver al privado. Mi decisión de renunciar al ejercicio del ministerio activo, no lo revoca. No regreso a la vida privada, a una vida de viajes, reuniones, recepciones, conferencias, etc. No abandono la cruz, sigo de un nuevo modo junto al Señor Crucificado. No ostento la potestad del oficio para el gobierno de la Iglesia, sino que me quedo al servicio de la oración, por así decirlo, en el recinto de San Pedro. San Benito, cuyo nombre llevo como Papa, me servirá de gran ejemplo en esto. Él nos mostró el camino a una vida que, activa o pasiva, pertenece totalmente a la obra de Dios.


Doy las gracias a todos y cada uno, también por el respeto y la comprensión con la que habéis acogido esta decisión tan importante. Seguiré acompañando el camino de la Iglesia con la oración y la reflexión, con la dedicación al Señor y a su Esposa, que he tratado de vivir hasta ahora cada día y quisiera vivir siempre. Os pido que os acordéis de mí delante de Dios, y sobre todo que recéis por los Cardenales, llamados a un cometido tan importante, y por el nuevo Sucesor del Apóstol Pedro: el Señor le acompañe con la luz y el poder de su Espíritu.

Invoquemos la intercesión maternal de la Virgen María, Madre de Dios y de la Iglesia para que acompañe a cada uno de nosotros y toda la comunidad eclesial; a Ella nos encomendamos con profunda confianza.

¡Queridos amigos y amigas! Dios guía a su Iglesia, la sostiene siempre, y especialmente en tiempos difíciles. No perdamos nunca esta visión de fe, que es la única verdadera visión del camino de la Iglesia y del mundo. En nuestro corazón, en el corazón de cada uno de vosotros, haya siempre la gozosa certeza de que el Señor está a nuestro lado, no nos abandona, está cerca de nosotros y nos envuelve con su amor. ¡Gracias!"

LA VALENTÍA DE LA HUMILDAD












(RV).- En recuerdo de un corto pero fructífero pontificado y en honor del Santo Padre, recogemos hoy en nuestro programa distintas declaraciones y observaciones fuera del mundo católico sobre la decisión del Papa de renunciar a su misión al frente de la Iglesia, que dibujan y dan un perfil de gran humanidad, humildad y apertura de Benedicto XVI. 
Y empezamos con el rabino David Rosen, Director del Departamento de asuntos interreligiosos del Comité Judío Americano, que señala que a pesar de algunas situaciones de crisis, después aclaradas, el Papa ha contribuido a fortalecer el diálogo entre el Vaticano y el mundo judío, gracias a la apertura de ánimo, que destaca como la más importante herencia de su pontificado en el camino hacia la paz ".
"Benedicto XVI -dice el rabino americano- ha continuado la transformación comenzada por Juan XXIII y el Concilio Vaticano II. Y ha confirmado asimismo algunas iniciativas históricas de Juan Pablo II, con la visita a la Sinagoga de Roma y el viaje a Israel. El rabino, interlocutor privilegiado de las relaciones entre los católicos y los Judíos, que a lo largo de los años ha podido construir una relación profunda primero con el cardenal Ratzinger y luego con Benedicto XVI, describe al Papa como "un hombre de gran calor y dulzura y con un notable sentido del humor, muy diferente de cómo lo presentan los medios de comunicación. Una persona verdaderamente humilde, cortés, deseoso siempre de hablar con todo el mundo.
El filósofo frances Rémi Brague, profesor en la universidad de Munich, reflexionando sobre la decisión de Benedicto XVI afima que en ella reside “la valentía de la humildad”. Renunciando al pontificado, el Papa tiene el valor de "despojarse de todo y ceder su puesto a otro, que no es elegido por él "dando muestra de "la misma voluntad de obedecer al Espíritu Santo que tuvo Juan Pablo II". Este Papa -dice el profesor francés- tuvo el valor de "dar una patada al hormiguero pedófilo", un gesto que tendrían que imitar también tantas "instituciones seculares, como las escuelas, los clubes deportivos, las casas para discapacitados, orfanatos, etc."
Brague, ganador en octubre pasado del premio Ratzinger, dijo que ante la renuncia papal tuvo la misma sorpresa que todo el mundo. Pero mirando hacia atrás, recuerda la impresión que le dio el Santo Padre, cuando estuvo cerca de él y lo saludó en octubre. “Intelectualmente, todo estaba bien. Pero físicamente, lo encontré delgado y encorvado sobre su bastón, parecía muy cansado. Hace 8 años Joseph Ratzinger no quería ser Papa se había preparado para una jubilación tranquila entre sus libros. Es ya un hecho extraordinario que haya resistido tanto tiempo".
¿Y qué han aprendido los ateos de Benedicto XVI? El Osservatore Romnano ha recogido estos días las impresiones de tres intelectuales. Michel Onfray, pensador ateo francés, dice que "si la Iglesia fuera una república, la renuncia del Papa la llamaría un gran gesto republicano". El famoso intelectual francés expresa su admiración por Benedicto XVI ("un hombre capaz de un diálogo de alto nivel"). "Tengo un gran respeto por la decisión que tomó el Papa el pasado 11 de febrero". "He leído el primer volumen de su Jesús de Nazaret - continúa Onfray - y me pareció uno de los textos más elevados desde el punto de vista de la espiritualidad y de alta filosofía".
Otro ateo, el conocido escritor anticlerical español Javier Cercas afirma que el gesto de Benedicto XVI de renunciar, aquejado por los años, es el gesto más revolucionario de su pontificado: "me ha dejado sorprendido y fascinado". Hablando del significado humano de la renuncia, Cercas señala: "El pontífice ha admitido su debilidad, pero salió de esto reforzado a los ojos del mundo como un gigante".
Hace unos días, Lenin Raghuvanshi, un activista de origen hindú que más tarde se convirtió en un ateo, declaraba a la agencia Asia News que ahora se definía un agnóstico gracias al testimonio de Benedicto XVI: "Es gracias a las enseñanzas del Santo Padre, que me di cuenta de que no podía estar en contra de Dios. Este Dios que habla de amor y de compasión, de dignidad humana y de derechos para todos, que se ocupa de los pobres y de la lucha contra la injusticia, que a través de la caridad se hace cargo de los enfermos y los oprimidos. 
"Para el futuro de la humanidad, es vital que el mundo preste atención a las enseñanzas de este gran líder espiritual, que indica el camino que todos tenemos que seguir por el bien de todos los pueblos y naciones". Según el activista, el Papa fue "un valiente defensor de los derechos humanos y la dignidad humana. Hablando en las Naciones Unidas, expresó un concepto esclarecedor: la superioridad del bien común. 
En recuerdo del pontificado del Papa Benedicto XVI, esta noche a las nueve, en la Catedral de Milán, el cardenal Angelo Scola, arzobispo de la archidiócesis ambrosiana presidirá la segunda etapa del Via Crucis “Stabat Mater dolorosa”, con una reflexión catequética.(ER – RV) - See more at: http://www.news.va/es/news/la-valentia-de-la-humildad#sthash.jsHYGlmK.dpuf

martes, 26 de febrero de 2013

ÚLTIMO ANGELUS DE S.S. BENEDICTO XVI


NO ABANDONO A LA IGLESIA

«Dios me llama a servir a la Iglesia de una forma más adecuada con mis fuerzas»

«Queridos hermanos y hermanas, gracias por vuestro afecto». De esta manera el Papa Benedicto XVI al asomarse desde la ventana de su estudio saludó a los fieles que estaban presentes para escuchar el último Ángelus de su Pontificado. La oración no quiere decir «aislarse del mundo y de sus contradicciones», explicó el Papa. La «oración conduce al camino, a la acción», porque sin la oración «todo el compromiso del apostolado se reduce al activismo».
24/02/13 12:58 PM | Imprimir | Enviar
(Vatican Insider/InfoCatólica) Durante el último Ángelus de su Pontificado, dijo que «la oración no significa aislarse del mundo; conduce al camino, a la acción»
«En este momento de mi vida», indicó el Papa Ratzinger, «el Señor me llama a “subir al monte”, a dedicarme todavía más a la oración y a la meditación. Pero esto no significa abandonar a la Iglesia, es más, si Dios me pide justamente esto es para que pueda continuar sirviéndola con la misma dedicación y el mismo amor con el que lo he hecho hasta ahora, pero de una forma más adecuada con mis fuerzas».
Hoy, los fieles interrumpieron en dos ocasiones con sus aplausos al Papa durante el Ángelus, cosa bastante rara, pero dadas las circunstancias muy significativa del aprecio por el Papa teólogo que dejará el Pontificado el próximo 28 de febrero.
«La Transfiguración también un signo de la luz que nos inunda y transforma cuando rezamos con corazón sincero», recordó el Papa e indicó, citando su Mensaje, que «en la Cuaresma aprendemos a dar el tiempo justo a la oración, personal y comunitaria, que da respiro a nuestra vida espiritual».
Al concluir, el Papa también agradeció por el sol que salió en Roma, pues hasta hace algunas horas el clima era incierto. En gran parte de la península se abate la nieve y el frío. «Gracias, agradezcamos al Señor por este sol que nos regala».
Una despedida para Benedicto XVI, en su último Ángelus: «¡Viva el Papa!». Este es el homenaje que le dedicaron hoy los fieles.
Al finalizar el Ángelus, la cuenta de Twitter de @Pontifex publicó el siguiente mensaje de despedida de Benedicto XVI: «En este momento particular, os ruego que recéis por mí y por la Iglesia, confiando como siempre en la Providencia de Dios».

Palabras del Santo Padre

¡Queridos hermanos y hermanas!
En el segundo domingo de Cuaresma la Liturgia nos presenta siempre el Evangelio de la Transfiguración del Señor.
 El evangelista Lucas destaca de modo especial el hecho de que Jesús se transfigurara mientras oraba: la suya es una experiencia profunda de relación con el Padre durante una especie de retiro espiritual que Jesús vive sobre un alto monte en compañía de Pedro, Santiago y Juan, los tres discípulos siempre presentes en los momentos de la manifestación divina del Maestro (Lc 5,10; 8,51; 9,28).
 El Señor, que poco antes había preanunciado su muerte y resurrección (9,22), ofrece a los discípulos un anticipo de su gloria. Y también en la Transfiguración, como en el bautismo, resuena la voz del Padre celeste: «Este es mi hijo, el predilecto, ¡Escuchadle!» (9,35). La presencia luego de Moisés y de Elías, que representan la Ley y los Profetas de la antigua Alianza, es muy significativa: toda la historia de la Alianza está orientada a Él, el Cristo, que realiza un nuevo «éxodo» (9,31), no hacia la tierra prometida, como en el tiempo de Moisés, sino hacia el Cielo.
 La intervención de Pedro: «Maestro, qué bien estamos aquí» (9,33) representa el intento imposible de detener tal experiencia mística. Comenta san Agustín: «[Pedro]… sobre el monte… tenía a Cristo como alimento del alma. ¿Para qué descender para volver a las fatigas y a los dolores, mientras allí arriba estaba lleno de sentimientos de santo amor hacia Dios y que le inspiraban por ello una santa conducta?» (Discurso 78,3).
Meditando este pasaje del Evangelio, podemos extraer una enseñanza muy importante. Sobre todo, el primado de la oración, sin la cual todo el empeño del apostolado y de la caridad se reduce a activismo.

 En la Cuaresma, aprendemos a dar el justo tiempo a la oración, personal y comunitaria, que da aliento a nuestra vida espiritual. Además, la oración no es un aislarse del mundo y de sus contradicciones, como hubiera querido hacer Pedro sobre el Tabor, sino que la oración reconduce al camino, a la acción.
 «La existencia cristiana –escribí en el Mensaje para esta Cuaresma– consiste en un continuo subir al monte del encuentro con Dios, para luego volver a bajar llevando el amor y la fuerza que de ello derivan, para servir a nuestros hermanos y hermanas con el mismo amor de Dios» (n. 3).
Queridos hermanos y hermanas, esta Palabra de Dios la siento de modo especial dirigida a mí, en este momento de mi vida. El Señor me llama a “subir al monte”, a dedicarme aún más a la oración y a la meditación. Pero esto no significa abandonar a la Iglesia, al contrario, si Dios me pide esto es justamente para que yo pueda seguir sirviéndola con la misma dedicación y el mismo amor con el que lo he hecho hasta ahora, pero en un modo más adecuado a mi edad y mis fuerzas.

 Invoquemos la intercesión de la Virgen María: Ella nos ayude a todos a seguir siempre al Señor Jesús, en la oración y en la caridad activa.

sábado, 23 de febrero de 2013

CARIDAD

En este Sábado de Cuaresma 2013, cuando la Caridad nos ha desbordado con el Papa Benedicto XVI,  en sus escritos, y en su decisión meditada... enseñándonos a ser, Humildes Trabajadores de la Viña del Señor, yo no tengo palabras para agradecer su Amor a la Iglesia de Cristo y a todos los que participamos de ella.
Le dedico a S.S. Benedicto XVI, esta marcha procesional, donde puedo ver reflejada la apoteosis de su Pontificado y el cumplimiento del eje de su Servicio a todos: la Caridad.

GRACIAS BENEDICTO XVI

Amigos, en silencio, escuchemos y recemos.

 

jueves, 21 de febrero de 2013

DIOS MÍO, EN TI CONFÍO

Salmo 24,1-11
Oración por toda clase de necesidades
La esperanza no defrauda. (Rm 5,5)




A ti, Señor, levanto mi alma;
Dios mío, en ti confío,
no quede yo defraudado,
que no triunfen de mí mis enemigos;
pues los que esperan en ti no quedan defraudados,
mientras que el fracaso malogra a los traidores.
Señor, enséñame tus caminos,
instrúyeme en tus sendas:
haz que camine con lealtad;
enséñame, porque tú eres mi Dios y Salvador,
y todo el día te estoy esperando.
Recuerda, Señor, que tu ternura
y tu misericordia son eternas;
no te acuerdes de los pecados
ni de las maldades de mi juventud;
acuérdate de mí con misericordia,
por tu bondad, Señor.
El Señor es bueno y es recto,
y enseña el camino a los pecadores;
hace caminar a los humildes con rectitud,
enseña su camino a los humildes.
Las sendas del Señor son misericordia y lealtad
para los que guardan su alianza y sus mandatos.
Por el honor de tu nombre, Señor,
perdona mis culpas, que son muchas.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Que grande es la Misericordia de Dios hacia nosotros, cuando vamos a presentarle nuestras necesidades, Él ya sabe lo que necesitamos y no interfiere en la libertad con la que nos ha creado.

miércoles, 20 de febrero de 2013

CUARESMA II. RECEMOS


Llorando los pecados
tu pueblo está, Señor.
Vuélvenos tu mirada
y danos el perdón.
Seguiremos tus pasos,
camino de la cruz,
subiendo hasta la cumbre
de la Pascua de luz.
La Cuaresma es combate;
las armas: oración,
limosnas y vigilias
por el reino de Dios.
«Convertid vuestra vida,
volved a vuestro Dios,
y volveré a vosotros»,
esto dice el Señor.
Tus palabras de vida
nos llevan hacia ti,
los días cuaresmales
nos las hacen sentir. Amén.

LECTURA BREVE
Expía tus pecados con limosnas, tus delitos socorriendo a los 
pobres, para que dure tu paz. (Dn 4,24b)
V/. Mi sacrificio es un espíritu quebrantado.
R/. Un corazón quebrantado y humillado, tú no lo deprecias.
ORACIÓN
Señor, mira complacido a tu pueblo que desea entregarse a ti 
con una vida santa; y a los que dominan su cuerpo con la penitencia 
transfórmales interiormente mediante el fruto de la buenas obras.


PENÚLTIMO ANGELUS DE BENEDICTO XVI


Benedicto XVI: «Os suplico que continuéis rezando por mí y por el próximo Papa»






El Papa Benedicto XVI, durante el rezo de su penúltimo Ángelus

Con voz serena y aspecto más descansado que los días pasados,Benedicto XVI ha dirigido el penúltimo rezo del Ángelus desde la ventana de su apartamento ante una plaza de San Pedro soleada, repleta de fieles, y adornada con muchas pancartas. En sus palabras en español, el Papa invitó a vivir bien la Cuaresma, y sugirió:“pidamos al Señor que la contemplación de los misterios de su pasión, muerte y resurrección nos ayude a seguirlo más de cerca”.
Pero lo más conmovedor fueron sus palabras de agradecimiento cuando, en realidad, los fieles venían a darle las gracias a él. Benedicto XVI dijo que “de corazón agradezco a todos su oración y afecto en estos días”. Acto seguido, añadió una petición, que era su mensaje esencial: “Os suplico que continuéis rezando por mí y por el próximo Papa, así como por los Ejercicios espirituales, que empezaré esta tarde junto a los miembros de la Curia Romana”.
Benedicto XVI desea que todos los fieles estén tranquilos, y que se viva esta transición con la serenidad de la confianza en Dios: “Llenos de fe y esperanza, encomendemos la Iglesia a la maternal protección de María Santísima”. El Papa agradeció varias veces la presencia de los fieles, sus aplausos y sus gestos de afecto, tanto de peregrinos como de romanos, que se manifestaban en un gigantesco clamor, vítores y aplausos fortísimos. Era la penúltima oportunidad de demostrarle cariño. Era el penúltimo Ángelus de Benedicto XVI.
(ABC.es- 17.2.13)



VOLUNTARIOS EN CALCUTA CON LAS MISIONERAS DE LA CARIDAD

Voluntarios para las Misioneras de la Caridad in Kolkata (Calcuta)
Verity Worthington, voluntaria.Charity Works
Muchas personas me han preguntado por qué me atrae Calcuta, y es difícil de contestar. Por mi confirmación - vuelvo al pasado milenio - He recibido un libro con citas diarias de Madre Teresa ["La alegría del Amor''] Recuerdo haber leído la descripción de una chica de París visitando Kolkata. Madre Teresas se dio cuenta de que sus ojos no sonreían y envió a la chica a trabajar en Kalighat, donde encontró a Jesús.

Tal vez yo sabía que mis ojos no sonreían tampoco, porque al final de mis estudios, me decidí a ir a Calcuta para ser voluntaria. Con el tiempo , creo que probablemente era muy joven e inocente. Recuerdo mi viaje desde el aeropuerto, preguntándome si esta gente realmente dormía en las calles, y quién era dueño de los perros y de las vacas, etc! Era como aterrizar en otro planeta - mil kilómetros lejos de mi escuela para niñas en la Inglaterra rural. Sin embargo, yo fui rápidamente seducida con la comunidad de voluntarios, con la calidez y amabilidad de la gente y hermanas. Por primera vez en mi vida sentía que yo era aceptada cómo era, y no por lo que pudiera hacer. Empecé a trabajar en una clínica, y me junté a un grupo de voluntarios que pintaban en el parque Shishu Bhavan. Esto es probablemente un lugar común, pero desde el principio estaba claro que lo que damos se nos devuelve mucho más.
Desde aquella primera visita , hace casi 10 años, volví a Calcuta varias veces, y me he ofrecido como voluntaria con las Misioneras de la Caridad. Al igual que muchos otros voluntarios, me gusta compartir la vida de oración y el apostolado de las hermanas. Empezábamos nuestro día a las 5 de la mañana con el rezo , y terminábamos con la Adoración. En una ciudad tan caótica y ruidosa como Kolkata, la capilla se convierte en una parte esencial de la jornada de voluntariado. La tumba de Madre Teresa es un lugar muy especial para rezar y encontrar momentos de soledad. La comunidad de los Voluntarios, dirigidos por Sor Mercy-Mary, es muy cercana.
Charity WorksA veces es más fácil llegar a ser insensibles a la pobreza en Kolkata – pués , todo es relativo. Sin embargo, el voluntariado es una experiencia que empuja a la humildad. Kalighat es sobre todo un lugar muy especial. Es un lugar tranquilo, un lugar dónde se encuentran las lágrimas de los moribundos y de los que se buscan, un lugar dónde se ven Oriente y Occidente, donde las fronteras se rompen. Me sentía humilde en presencia de la señora que me dio las gracias por ayudarle a comer, humilde delante de esta señora que se acurrucó en un rincón de la cama, sollozando, que me dejó sentarme con ella ..., humilde delante de la mujer que sufría de quemaduras que le daban un tormento y le hacía la vida diaria una agonía insoportable, pero que levantó las manos en señal de gratitud para el doctor.

Así recordamos que estamos en 2009 y que esta gente muere aún sin nadie ni nada, olvidada por el mundo, rechazada, no deseada, no amada. Una señora que se destaca en mi memoria - tenía unos ojos tristes, nuestras vidas han sido tan diferentes; lenguas, culturas y costumbres diferentes; pero le di comida, y así estábamos unidas de alguna manera ," juntas" en nuestra humanidad. Lo que importa es la experiencia compartida, y que te des cuenta de que tocar las grietas de otros es dónde nos encontramos con Jesús.
Charity Works
Cada voluntario es una gota en el océano de la humanidad, y es cierto que el mar sería menos sin estas gotas. Es tan fácil mirar los grandes recorridos, ver los millares de personas que sufren, y nos olvidamos que podemos hacer cosas pequeñas con gran amor : la única persona que servimos en un momento dado, es Jesús. Este fue sin duda evidente cuando, el día de Navidad, servimos comida a miles de personas que esperaban pacientemente en fila en la puerta de Shishu Bhavan. Lo que sigue es un pasaje de un correo electrónico que envié a casa: "Hay frío en el aire ahora mismo, me voy a trabajar a pie, caminando entre personas con el cuerpo envuelto en papel sobre la acera - Me doy cuenta de lo próximo de nosotros que es este primer Nacimiento . Cuando miramos a los moribundos en Kalighat , cuando damos mantas cómo esta mañana ... es Navidad ... no las luces de colores, las guirnaldas y el oropel. Me parece ver la Sagrada Familia en todas las calles de la ciudad -. pobres,
Charity Works
necesitados y vulnerables, cuyas familias enteras sobreviven en el frío, en un pedazo de acera sucia - un día después de otro, de un año a otro. No están ocupados preparando el pavo o empaquetando regalos de última hora o enviando tarjetas de Navidad , o decorando un abeto Estos bebés no saben nada de Santa Claus, no se cuelgan calcetines -cómo en Inglaterra - en la punta de su cama - y sin embargo, tienen algo más que nosotros con todas nuestras cosas no tenemos en esta Navidad. Tal vez es trivial, pero Madre Teresa tenía razón : Aquí la gente comparte... se acurrucan juntos bajo la misma cubierta, comparten la poca comida que tienen con sus vecinos No hay lugar en la posada para ellos tampoco. .. . viven en el frío, rechazados por el mundo - y lo hacen con humildad. Yo pensé esta mañana ,cuando distribuimos mantas y arroz, en las colas universales en los centros comerciales en esta época del año. La gente había esperado tanto tiempo para estos elementos esenciales, y los recibieron con gratitud. Esta es una lección para todos nosotros.” Conocí a tanta gente maravillosa durante mi tiempo como voluntaria, y considero que las Misioneras son una extensión de mi familia. La gente piensa que es valiente ir a Calcuta como voluntaria -, pero encontramos que está lejos de ser difícil y que estamos acogidos y abrazados por tanto amor. Quiero decir que mi motivación para el voluntariado era altruista, pero LES necesitaba más de lo que ellos ME necesitaban. La ironía es que es fácil amar a Calcuta, donde la pobreza material es tan grande. Cómo Madre dijo, " Encontrarás Kolkata en cualquier parte del mundo si tienes ojos para ver", y este es el mayor desafío para los voluntarios de "altura", y de hecho para todos nosotros.

sábado, 16 de febrero de 2013

ÚLTIMA HOMILÍA DE BENEDICTO XVI MIÉRCOLES DE CENIZA 2013


Homilía de Benedicto XVI en su última Misa en San Pedro.

Miércoles de Ceniza de 2013




¡Venerados hermanos, queridos hermanos y hermanas!:
 
Hoy, Miércoles de Ceniza, iniciamos un nuevo camino cuaresmal, un camino que se desgrana a lo largo de cuarenta días y nos conduce a la alegría de la Pascua del Señor, a la victoria de la Vida sobre la muerte. Siguiendo la antiquísima tradición romana de las estaciones cuaresmales, nos hemos reunido para la Celebración de la Eucaristía. Tal tradición prevé que la primera estación tenga lugar en la Basílica de Santa Sabina sobre la colina del Aventino. Las circunstancias han sugerido reunirse en la Basílica Vaticana. Esta tarde somos numerosos en torno a la Tumba del Apóstol Pedro también para pedir su intercesión para el camino de la Iglesia en este particular momento, renovando nuestra fe en el Pastor Supremo, Cristo Señor. Para mí es una ocasión propicia para dar las gracias a todos, especialmente a los fieles de la Diócesis de Roma, mientas me dispongo a concluir el ministerio petrino, y para pedir un especial recuerdo en la oración.
 
Las lecturas que han sido proclamadas nos ofrecen puntos que, con la gracia de Dios, estamos llamados a convertirse en actitudes y comportamientos concretos en esta Cuaresma. La Iglesia nos vuelve a proponer, sobre todo, el fuerte llamado que el profeta Joel dirige al pueblo de Israel: «Así dice el Señor: volvéos a mí con todo el corazón, con ayunos, con llantos y lamentos» (2,12). Hay que subrayar la expresión «con todo el corazón», que significa desde el centro de nuestros pensamientos y sentimientos, de las raíces de nuestras decisiones, opciones y acciones, con un gesto de total y radical libertad. ¿Pero es posible esto retorno a Dios? Sí, porque hay una fuerza que no reside en nuestro corazón sino que mana del mismo corazón de Dios. es la fuerza de su misericordia. Dice todavía el profeta: «Volved al Señor, vuestro Dios, porque El es misericordioso y piadoso, lento a la ira, de gran amor, pronto a arrepentirse ante el mal» (v.13). La vuelta al Señor es posible como ‘gracia’, porque es obra de Dios y fruto de la fe que nosotros depositamos en su misericordia. Pero este volver a Dios se hace realidad concreta en nuestra vida sólo cuando la gracia del Señor penetra en lo profundo y lo sacude donándonos la fuerza de «lacerar el corazón». Es el profeta una vez más que hace resonar da parte de Dios estas palabras: "Rasgad los corazones, no las vestiduras" (v.13). En efecto, también en nuestros días, muchos están listos para "rasgarse las vestiduras" ante escándalos e injusticias –cometidas naturalmente por otros–, pero pocos parecen dispuestos a actuar sobre el propio “corazón”, sobre la propia conciencia y sobre las propias intenciones, dejando que el Señor transforme, renueve y convierta.
 
Aquel "convertíos a mí de todo corazón", es una llamada que no solo implica al individuo, sino a la comunidad. Hemos escuchado siempre en la primera Lectura: "Tocad la trompeta en Sión, proclamad el ayuno, convocad la reunión; congregad al pueblo, santificad la asamblea, reunid a los ancianos, congregad a muchachos y niños de pecho; salga el esposo de la alcoba" (vv.15-16). La dimensión comunitaria es un elemento esencial en la fe y en la vida cristiana. Cristo ha venido "para reunir a los hijos de Dios que estaban dispersos" (Cfr. Jn 11, 52). El "Nosotros" de la Iglesia es la comunidad en la que Jesús nos reúne (Cfr. Jn 12, 32): la fe es necesariamente eclesial. Y esto es importante recordarlo y vivirlo en este Tiempo de la Cuaresma: que cada uno sea consiente que el camino penitencial no lo enfrenta solo, sino junto a tantos hermanos y hermanas, en la Iglesia.
 
El profeta, en fin, se detiene sobre la oración de los sacerdotes, los cuales, con los ojos llenos de lágrimas, se dirigen a Dios diciendo: "¡No entregues tu herencia al oprobio, y que las naciones no se burlen de ella! ¿Por qué se ha de decir entre los pueblos: Dónde está su Dios?" (v.17). Esta oración nos hace reflexionar sobre la importancia del testimonio de fe y de vida cristiana de cada uno y de nuestras comunidades para manifestar el rostro de la Iglesia y cómo, algunas veces este rostro es desfigurado. Pienso, en particular, en las culpas contra la unidad de la Iglesia, en las divisiones en el cuerpo eclesial. Vivir la Cuaresma en una comunión eclesial más intensa y evidente, superando individualismos y rivalidades, es un signo humilde y precioso para los que están alejados de la fe o los indiferentes.
 
"¡Éste es el tiempo favorable, éste es el día de la salvación!" (2 Co 6, 2). Las palabras del apóstol Pablo a los cristianos de Corinto resuenan también para nosotros con una urgencia que no admite omisiones o inercias. El término “éste” repetido tantas veces dice que este momento non se debe dejar escapar, se nos ofrece como ocasión única e irrepetible. Y la mirada del Apóstol se concentra en el compartir, con el que Cristo ha querido caracterizar su existencia, asumiendo todo lo humano hasta hacerse cargo del mismo pecado de los hombres. La frase de san Pablo es muy fuerte: Dio "Dios lo identificó con el pecado en favor nuestro". Jesús, el inocente, el Santo, «Aquél que no conoció el pecado" (2 Co 5, 21), asume el peso del pecado compartiendo con la humanidad el resultado de la muerte, y de la muerte en la cruz. La reconciliación que se nos ofrece ha tenido un precio altísimo, el de la cruz levantada en el Gólgota, donde fue colgado el Hijo de Dios hecho hombre. En esta inmersión de Dios en el sufrimiento humano en el abismo del mal está la raíz de nuestra justificación. El "volver a Dios con todo nuestro corazón" en nuestro camino cuaresmal pasa a través de la Cruz, el seguir a Cristo por el camino que conduce al Calvario, al don total de sí. Es un camino en el cual debemos aprender cada día a salir cada vez más de nuestro egoísmo y de nuestro ensimismamiento, para dejar espacio a Dios que abre y transforma el corazón. Y san Pablo recuerda que el anuncio de la Cruz resuena también para nosotros gracias a la predicación de la Palabra, de la que el mismo Apóstol es embajador; un llamado para nosotros, para que este camino cuaresmal se caracterice por una escucha más atenta y asidua de la Palabra de Dios, luz que ilumina nuestros pasos.
 
En la página del Evangelio de Mateo, del llamado Sermón de la Montaña, Jesús se refiere a tres prácticas fundamentales previstas por la Ley mosaica: la limosna, la oración y el ayuno; son también indicadores tradicionales en el camino cuaresmal para responder a la invitación de "volver a Dios de todo corazón". Pero Jesús subraya que la calidad y la verdad de la relación con Dios son las que califican la autenticidad de todo gesto religioso. Por ello Él denuncia la hipocresía religiosa, el comportamiento que quiere aparentar, las conductas que buscan aplausos y aprobación. El verdadero discípulo no se sirve a sí mismo o al “público”, sino a su Señor, en la sencillez y en la generosidad: "Y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará" (Mt 6,4.6.18). Nuestro testimonio, entonces, será más incisivo cuando menos busquemos nuestra gloria y seremos conscientes de que la recompensa del justo es Dios mismo, el estar unidos a Él, aquí abajo, en el camino de la fe, y al final de la vida, en la paz y en la luz del encuentro cara a cara con Él para siempre (Cfr. 1 Co 13, 12).
 
Queridos hermanos y hermanas, comencemos confiados y alegres este itinerario cuaresmal. Que resuene fuerte en nosotros la invitación a la conversión, a "volver a Dios de todo corazón", acogiendo su gracia que nos hace hombres nuevos, con aquella sorprendente novedad que es participación en la vida misma de Jesús. Nadie, por lo tanto, haga oídos sordos a esta llamada, que se nos dirige también en el austero rito, tan sencillo y al mismo tiempo tan sugestivo, de la imposición de las cenizas, que realizaremos dentro de poco ¡Que nos acompañe en este tiempo la Virgen María, Madre de la Iglesia y modelo de todo auténtico discípulo del Señor! ¡Amén!

miércoles, 13 de febrero de 2013

COMIENZA LA CUARESMA




MIÉRCOLES
DE
CENIZA

"Lo que la Iglesia nos está recordando es que todo en esta vida es pasajero, no importa lo bueno, lo bello o lo noble que sea, todo pasa. Lo único que permanece es Dios y nuestro amor por él y su amor por nosotros y su gente. La Iglesia nos recuerda de nuestro destino eterno. Recuerden que polvo eres y polvo serás"

Oración, Penitencia y Caridad,actitudes indispensables en este Tiempo de Cuaresma para la renovación personal, que recordando la Pasión de Jesucristo nos lleva a la Gloria de la Resurrección en la Pascua 


DECLARATIO DEL SANTO PADRE




Queridísimos hermanos,
Os he convocado a este Consistorio, no sólo para las tres causas de canonización, sino también para comunicaros una decisión de gran importancia para la vida de la Iglesia. Después de haber examinado ante Dios reiteradamente mi conciencia, he llegado a la certeza de que, por la edad avanzada, ya no tengo fuerzas para ejercer adecuadamente el ministerio petrino. Soy muy consciente de que este ministerio, por su naturaleza espiritual, debe ser llevado a cabo no únicamente con obras y palabras, sino también y en no menor grado sufriendo y rezando. Sin embargo, en el mundo de hoy, sujeto a rápidas transformaciones y sacudido por cuestiones de gran relieve para la vida de la fe, para gobernar la barca de san Pedro y anunciar el Evangelio, es necesario también el vigor tanto del cuerpo como del espíritu, vigor que, en los últimos meses, ha disminuido en mí de tal forma que he de reconocer mi incapacidad para ejercer bien el ministerio que me fue encomendado. Por esto, siendo muy consciente de la seriedad de este acto, con plena libertad, declaro que renuncio al ministerio de Obispo de Roma, Sucesor de San Pedro, que me fue confiado por medio de los Cardenales el 19 de abril de 2005, de forma que, desde el 28 de febrero de 2013, a las 20.00 horas, la sede de Roma, la sede de San Pedro, quedará vacante y deberá ser convocado, por medio de quien tiene competencias, el cónclave para la elección del nuevo Sumo Pontífice.
Queridísimos hermanos, os doy las gracias de corazón por todo el amor y el trabajo con que habéis llevado junto a mí el peso de mi ministerio, y pido perdón por todos mis defectos. Ahora, confiamos la Iglesia al cuidado de su Sumo Pastor, Nuestro Señor Jesucristo, y suplicamos a María, su Santa Madre, que asista con su materna bondad a los Padres Cardenales al elegir el nuevo Sumo Pontífice. Por lo que a mi respecta, también en el futuro, quisiera servir de todo corazón a la Santa Iglesia de Dios con una vida dedicada a la plegaria.
Vaticano, 10 de febrero 2013.
BENEDICTUS PP  XVI





 Mensaje del Padre Santiago Martin fundador de los Misioneros de María.
Unidos en oración por La Iglesia, Benedicto XVI y por el futuro PAPA.
http://www.magnificat.tv/es/node/2928

CÓDIGO DE DERECHO CANÓNICO
Canon 332: Si el Romano Pontífice renunciase a su oficio, se requiere para la validez que la renuncia sea libre y se manifieste formalmente, pero no que sea aceptada por nadie.
Canon 335: Al quedar vacante o totalmente impedida la sede romana, nada se ha de innovar en el régimen de la Iglesia universal: han de observarse, sin embargo, las leyes especiales dadas para esos casos.
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martes, 12 de febrero de 2013

SIEMPRE BENEDICTO XVI

Amor a Dios

La Noticia más importante del día de ayer, Festividad de Ntra. Sra. de Lourdes, la que abrió ayer y  ocupa hoy las portadas de miles de noticiarios escritos y hablados de todo el mundo, la noticicia que nadie se podía esperar, fue publicada, pregonada, repetida... Benedicto XVI deja el Pontificado, renuncia al Ministerio Petrino, Obispo de Roma, porque meditadamente ante Dios y en conciencia, asume que no puede continuar en el Gobierno de la Barca de la Iglesia.

Mis pobres palabras, pretenden unirse al agradecimimieno sincero, que de todo el mundo ha brotado ante este anuncio, era como si la humildad  de Nuestro Papa, solo nos permitiera decir en voz baja, lo impresionante de sus escritos y su actitud y firmeza, la grandeza de su sabiduría, de su teología.
Parece que su renuncia nos ha permitido gritar un Gracias Benedicto¡¡¡¡ en la sorpresa-verdad  de la noticia.
No creo que ningún católico haya quedado impasible, muchos hemos llorado y hemos sentido eso que cantamos en Andalucía... ¡¡¡Algo se muere en el alma cuando un amigo se va!!!
Me decía un sacerdote sabio, que ha sido una decisión acertada, que se sorprendió al conocer la noticia y que inmediatamente comenzó a rezar el Santo Rosario, para en la oración razonar, asimilar y obedecer ante la nueva situación.
Al enterarme por mensaje movil... no creí la noticia...mas tarde cuando pude, la confirmé y muchos sentimientos me llegaron a la vez, trisiteza, incedulidad, respeto, obediencia, la Voluntad de Dios,agradeciniento, recuerdos de sus viajes, belleza y profundidad de sus escritos, sencillez...

Y oración, para que el Espíritu Santo realice su tarea.

Gracias Benedicto XVI, si antes le tenía el respeto debido, ahora con un poco de dolor, por que no decirlo, le respeto y le quiero más.
Gracias. Recemos.