SAN AGUSTIN

¿Cómo aprender Humildad? ¡Sólo con humillaciones!
(Beata Teresa de Calcuta)

...Llenaos primero vosotros mismos; sólo así podréis dar a los demás. (San Agustín)

Dios no pretende de mí que tenga éxito. Sólo me exige que le sea fiel.
(Beata Teresa de Calcuta)

GOTA

... lo que hacemos es tan solo una gota en el mar, pero el mar sería menos si le faltara esa gota.
(Beata Teresa de Calcuta)

Contento, Señor, Contento (San Alberto Hurtado)

...y ESO ES LA SANTIDAD, DEJAR QUE EL SEÑOR ESCRIBA NUESTRA HISTORIA... (Papa Francisco)

«No ser, no querer ser; pisotear el yo, enterrarlo si posible fuera...».
(Santa Ángela de la Cruz)

Reconoce cristiano, tu dignidad, que el Hijo de Dios se vino del Cielo, por salvar tu alma. (San León Magno)

sábado, 29 de octubre de 2016

LOS DEFECTOS DE JESÚS . CARDENAL VAN THUAN

Los defectos de Jesús

por Van Thuan, Card. Francisco Javier Nguyen
17 de septiembre de 2016
Meditación del Card. Francisco Javier Nguyen van Thuan, tomada de su libro «Testigos de esperanza», ejercicios espirituales dados en el Vaticano en el año 2000.

«Lo he abandonado todo para seguir a Jesús porque amo los defectos de Jesús»
Primer defecto: Jesús no tiene buena memoria
En la cruz, durante su agonía, Jesús oyó la voz del ladrón a su derecha: "Jesús, acuérdate de mí cuando vengas con tu Reino" (Lc 23,42). Si hubiera sido yo, le habría contestado: "No te olvidaré, pero tus crímenes tienen que ser expiados, al menos, con 20 años de purgatorio". Sin embargo Jesús le responde: "Te aseguro que hoy estarás conmigo en el paraíso" (Lc 23,43). El olvida todos los pecados de aquel hombre.
Algo análogo sucede con la pecadora que derramó perfume en sus pies: Jesús no le pregunta nada sobre su pasado escandaloso, sino que dice simplemente: "Quedan perdonados sus muchos pecados, porque ha mostrado mucho amor" (Lc  7,47).
La parábola del hijo pródigo nos cuenta que éste, de vuelta a la casa paterna, prepara en su corazón lo que dirá: "Padre, pequé contra el cielo y ante ti. Ya no merezco ser llamado hijo tuyo, trátame como a uno de tus jornaleros" (Lc 15,18-19). Pero cuando el padre lo ve llegar de lejos, ya lo ha olvidado todo; corre a su encuentro, lo abraza, no le deja tiempo para pronunciar su discurso, y dice a los siervos, que están desconcertados: "Traed el mejor vestido y vestidle, ponedle un anillo en la mano y unas sandalias en los pies. Traed el novillo cebado, matadlo, y comamos y celebremos una fiesta, porque este hijo mío había muerto y ha vuelto a la vida; se había perdido y ha sido hallado" (Lc 15,22-24).
Jesús no tiene una memoria como la mía; no sólo perdona, y perdona a todos, sino que incluso olvida que ha perdonado.
«incluso olvida que ha perdonado.»
Segundo defecto: Jesús no sabe matemáticas
Si Jesús hubiera hecho un examen de matemáticas, quizá lo hubieran suspendido. Lo demuestra la parábola de la oveja perdida. Un pastor tenía cien ovejas. Una de ellas se descarría, y él, inmediatamente, va a buscarla dejando las otras noventa y nueve en el redil. Cuando la encuentra, carga a la pobre criatura sobre sus hombros (cf. Lc 15,4-7).
Para Jesús, uno equivale a noventa y nueve, ¡y quizá incluso más! ¿Quién aceptaría esto? Pero su misericordia se extiende de generación en generación...
Cuando se trata de salvar una oveja descarriada, Jesús no se deja desanimar por ningún riesgo, por ningún esfuerzo. ¡Contemplemos sus acciones llenas de compasión cuando se sienta junto al pozo de Jacob y dialoga con la samaritana, o bien cuando quiere detenerse en casa de Zaqueo! ¡Qué sencillez sin cálculo, qué amor por los pecadores!
Tercer defecto: Jesús no sabe de lógica
Una mujer que tiene diez dracmas pierde una. Entonces enciende la lámpara para buscarla. Cuando la encuentra, llama a sus vecinas y les dice: "Alegraos conmigo, porque he hallado la dracma que había perdido" (cf. Lc 15, 8-9).
¡Es realmente ilógico molestar a sus amigas sólo por una dracma! ¡Y luego hacer una fiesta para celebrar el hallazgo! Y además, al invitar a sus amigas ¡gasta más de una dracma! Ni diez dracmas serían suficientes para cubrir los gastos...
Aquí podemos decir de verdad, con las palabras de Pascal, que "el corazón tiene sus razones, que la razón no conoce" (Pensamientos, nº 477).
Jesús, como conclusión de aquella parábola, desvela la extraña lógica de su corazón: "Os digo que, del mismo modo, hay alegría entre los ángeles de Dios por un solo pecador que se convierta" (Lc 15,10).
Cuarto defecto: Jesús es un aventurero
El responsable de publicidad de una compañía o el que se presenta como candidato a las elecciones prepara un programa detallado, con muchas promesas.
Nada semejante en Jesús. Su propaganda, si se juzga con ojos humanos, está destinada al fracaso.
«Su propaganda, si se juzga con ojos humanos, está destinada al fracaso.»
El promete a quien lo sigue procesos y persecuciones. A sus discípulos, que lo han dejado todo por él, no les asegura ni la comida ni el alojamiento, sino sólo compartir su mismo modo de vida.
A un escriba deseoso de unirse a los suyos, le responde: "Las zorras tienen guaridas, y las aves del cielo nidos; pero el Hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza" (Mt 8,20).
El pasaje evangélico de las bienaventuranzas, verdadero "autorretrato" de Jesús, aventurero del amor del Padre y de los hermanos, es de principio a fin una paradoja, aunque estemos acostumbrados a escucharlo:
«Bienaventurados los pobres de espíritu...,
bienaventurados los que lloran...,
bienaventurados los perseguidos por... la justicia...,
bienaventurados seréis cuando os injurien y os persigan y digan con mentira toda clase de mal contra vosotros por mi causa.
Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en los cielos» (Mt 5,3-12).
Pero los discípulos confiaban en aquel aventurero. Desde hace dos mil años y hasta el fin del mundo no se agota el grupo de los que han seguido a Jesús. Basta mirar a los santos de todos los tiempos. Muchos de ellos forman parte de aquella bendita asociación de aventureros. ¡Sin dirección, sin teléfono, sin fax...!
Quinto defecto: Jesús no entiende ni de finanzas ni de economía
Recordemos la parábola de los obreros de la viña: "El Reino de los Cielos es semejante a un propietario que salió a primera hora de la mañana a contratar obreros para su viña. Salió luego hacia las nueve y hacia mediodía y hacia las tres y hacia las cinco... y los envió a sus viña". Al atardecer, empezando por los últimos y acabando por los primeros, pagó un denario a cada uno (cf. Mt 20,1-16).
Si Jesús fuera nombrado administrador de una comunidad o director de empresa, esas instituciones quebrarían e irían a la bancarrota: ¿cómo es posible pagar a quien empieza a trabajar a las cinco de la tarde un salario igual al de quien trabaja desde el alba? ¿Se trata de un despiste, o Jesús ha hecho mal las cuentas? ¡No! Lo hace a propósito, porque -explica-: "¿Es que no puedo hacer con lo mío lo que quiero? ¿O va a ser tu ojo malo porque yo soy bueno?".
Y nosotros hemos creído en el amor
Pero preguntémonos: ¿por qué Jesús tiene estos defectos?
Porque es Amor (cf. 1Jn 4,16). El amor auténtico no razona, no mide, no levanta barreras, no calcula, no recuerda las ofensas y no pone condiciones.
Jesús actúa siempre por amor. Del hogar de la Trinidad él nos ha traído un amor grande, infinito, divino, un amor que llega -como dicen los Padres- a la locura y pone en crisis nuestras medidas humanas.
Cuando medito sobre este amor mi corazón se llena de felicidad y de paz. Espero que al final de mi vida el Señor me reciba como al más pequeño de los trabajadores de su viña, y yo cantaré su misericordia por toda la eternidad, perennemente admirado de las maravillas que él reserva a sus elegidos. Me alegraré de ver a Jesús con sus "defectos", que son, gracias a Dios, incorregibles.


François-Xavier Nguyen Van Thuan fue durante 8 años obispo de Nhatrang (Vietnam). En 1975, recién nombrado obispo coadjutor de Saigón, fue arrestado y pasó 13 años en la cárcel, 9 de ellos en aislamiento. Una vez en libertad, Juan Pablo II lo nombró presidente del Consejo Pontificio Justicia y Paz y posteriormente lo creó cardenal. Falleció el 16 de septiembre de 2002.
"En la cárcel había comprendido que el fundamento de la vida cristiana consiste "en elegir sólo a Dios" -dijo el Papa en su funeral-, abandonándose completamente en sus manos paternas... Su secreto era una indómita confianza en Dios, alimentada por la oración y por el sufrimiento aceptado con amor".
 Este capítulo forma parte del libro «Testigos de esperanza», ed. Ciudad Nueva, pág. 26-31

domingo, 23 de octubre de 2016

ANIVERSASARIO ORDENACIÓN SACERDOTAL PADRE SEBASTIÁN CO-FUNDADOR CON MADRE TERESA DE LOS LAICOS MISIONEROS DE LA CARIDAD

 CO-FUNDADOR CON MADRE TERESA, DE LOS LAICOS MISIONEROS DE LA CARIDAD


ANIVERSARIO DE LA ORDENACIÓN SACERDOTAL DEL PADRE SEBASTIÁN VAZHAKALA

     Hoy, 23 de octubre, se cumple el cuarenta  y cinco aniversario de la ordenación sacerdotal del P. Sebastián Vazhakala, MC, Superior general de los Misioneros de la Caridad Contemplativos, fundados por él mismo junto con la Beata Teresa de Calcuta .
     Los misioneros son a menudo la voz de los sin voz, de aquellos olvidados de todos excepto del buen Dios y de sus  fieles servidores, hombres y mujeres repartidos por todo el mundo llevando el mensaje de salvación a los más pobres de entre los pobres.
     Como homenaje al P. Sebastián en esta fecha tan especial para él, copio un artículo publicado en el diario italiano 30Giorni por el periodista Giovanni Cubeddu 
La entrada de Casa Serena, el albergue para pobres, en las cercanías de la plazuela de Preneste, en Roma, llevada por los Misioneros de la Caridad contemplativos
La entrada de Casa Serena, el albergue para pobres, en las cercanías de la plazuela de Preneste, en Roma, llevada por los Misioneros de la Caridad contemplativos
«Llegué a Italia solo, me mandómadre. Venía de Los Angeles, desde el aeropuerto fui directamente a Acilia, a una casa de campo sin agua, sin luz ni servicios higiénicos. El día después quería ya volverme a Los Angeles… y los primeros “candidatos a misioneros” que se presentaron ante mí, se fueron yendo poco a poco. De Acilia me trasladé luego a un semisótano cerca de la estación Termini de Roma. Luego encontré este lugar abandonado, entre las barracas –entonces había más de ocho mil– en la plazuela de Preneste. Al principio madrequería que me quedara en la estación Termini, luego una vez conseguí traerla aquí, lo vio y se alegró de mi decisión. El cardenal vicario Poletti dudaba, porque la sede de la plazuela de Preneste era un edificio en ruinas… pero yo me instalé en él igualmente, asumiendo toda la responsabilidad de mi decisión. Era el 8 de marzo de 1979, y desde entonces estoy aquí. Frente a las tentaciones y en los momentos de desánimo siempre he tratado de hacer como me aconsejaba madre: “Mira el crucifijo. Aunque sean muchos los que se han ido, Jesús nunca ha bajado de la cruz”. Madre perseveró, en el gran amor de Jesús hacia ella y en el gran amor de ella hacia Jesús». 
“Madre”, el modo más sencillo para indicar a la Madre Teresa de Calcuta. Nunca usa otro término –en un italiano imaginable para alguien nacido en India, en Kerala–, el padre Sebastian, mientras regala algo de su tiempo y sus innumerables recuerdos sobre la madre. La escuchó la primera vez en marzo de 1966, en Ranchi, siendo él estudiante de filosofía, y fue a verla a Calcuta el mes de noviembre siguiente. «Nosotros hacemos el trabajo que nos da el Señor», parece repetir de nuevo la Madre Teresa, en el recuerdo del padre Sebastian, «no es un trabajo social o un servicio humanitario: hagamos lo que hagamos a quienquiera que sea, se lo hacemos a Jesús, estamos llamados a servir a los más pobres de los pobres. Y también a llevar una vida sencilla y pobre». Han pasado ya diez años desde que la madre, cuyo nombre de pila era Agnes Gonxha Bojaxhiu, murió, el 5 de septiembre de 1997, y son muchos los que han aprovechado la ocasión para recordarla, porque la llevan todavía viva en el corazón. También nosotros aquí, en 30Días
La entrada de Casa Serena, el albergue para pobres, en las cercanías de la plazuela de Preneste, en Roma, llevada por los Misioneros de la Caridad Contemplativos
Hace cuarenta años Sebastian Vazhakala comenzó su noviciado. Hoy es el superior general de los Misioneros de la Caridad contemplativos, una Orden fundada en 1979 por él y por la propia Madre Teresa. En la casa donde vive Sebastian, con sus hermanos, también descansaba la Madre Teresa cuando venía a verlo a Roma. Su pequeña habitación, sin embargo, está ocupada ahora por los muchos objetos necesarios para la vida cotidiana de los misioneros y sobre todo por sus huéspedes, los pobres, los sin techo. Estos salen esta mañana para afrontar lo mejor posible el día, y por la noche vuelven a goteo, para las vísperas, la misa y la cena en común, antes de descansar, por lo menos aquí, sobre una yacija. El albergue de estos pobres se llama “Casa Serena”, y Sebastian conserva todavía la foto del papa Juan Pablo II y la Madre Teresa mientras firman el folio en el que esta casa era todavía solo un hermoso proyecto diseñado a lápiz. La Madre Teresa no sólo firmó, sino que introdujo también una pequeña bendición. 
«Madre era una persona práctica, no “rodeaba” sino que atravesaba las cosas que ocurrían y en el mismo momento confortaba, siempre, a quienes venían a pedir ayuda. Una vez, llevándome a la parte trasera de nuestra casa generalicia, donde todavía hoy los misioneros de la Caridad vivimos en adoración de Jesús –cuenta el padre Sebastian– me dijo esta frase, que luego compuso como una oración: “Cuando estoy sufriendo, mándame a alguien que esté sufriendo más que yo. Cuando estoy hambriento, mándame a alguien que tenga más hambre que yo. Cuando me siento sola, mándame a una persona que se sienta más sola que yo”. Estos encuentros con los más necesitados eran su consuelo. Eran la prueba de que el Señor, Él, ¡personalmente!, le pedía que testimoniara su redención». Como ocurrió en septiembre de 1946, cuando –contaba la Madre Teresa– el Señor le pidió que dejara la Orden de las Hermanas de Loreto, a la que pertenecía, para cuidar a los más pobres de los pobres, en Calcuta. Aquella fue su «llamada dentro de la llamada». 
Las Misioneras de la Caridad recibieron en Calcuta el primer reconocimiento diocesano como Congregación en octubre de 1950. La Orden masculina de los Misioneros de la Caridad, en cambio, fue fundada por la Madre Teresa posteriormente, en 1963 (la rama contemplativa, como hemos visto, en 1979). «El porqué de su nacimiento lo explicó detalladamente ella misma», sigue diciendo Sebastian, que fue testigo ocular, «cuando aceptó hablar en el primer capítulo general de los Misioneros en 1972. “Nosotros no somos una Congregación iniciada para hacer cosas grandes e importantes”, dijo, “sino cosas ordinarias con extraordinario amor, cosas sencillas con gran amor. Lo que cuenta no es el éxito, sino nuestra fe… Recuerdo que uno de vosotros una vez vino a mí y me dijo: Madre Teresa, mi vocación es servir a los leprosos. No, le respondí, tu vocación es pertenecer a Jesús”». 

   El padre Sebastián con la Madre Teresa
En la capilla de la casa generalicia, la misma donde van a misa los huéspedes de “Casa Serena”, casi todo es obra del paciente y alegre trabajo manual de los misioneros y de sus amigos cooperadores laicos, fundados también por Sebastian con la Madre Teresa en 1984. En la plazoleta de enfrente, una estatua de María colocada en alto, sobre una columna de hierro, vela sobre el rinconcito de verde y caridad arrebatado hasta el momento al avance agresivo de los bloques circundantes (y al apetito de las inmobiliarias). En la iglesia, detrás del altar, hay un crucifijo, como en todas las casas de las misioneras y misioneros de la Caridad, donde Jesús, en el ápice de su pasión, dice: «Tengo sed», «I thirst». Desde aquí todo adquiere sentido y equilibrio, también las cartas más dolorosas de la Madre Teresa sobre la lejanía de Jesús, sobre la que últimamente se ha centrado cierto tipo de prensa. El padre Sebastian comenta: «Entiendo que quizá se requiera tiempo para comprender, pero –que el Señor nos ayude a decir ahora la verdad–, la verdad es simple: Madre Teresa compartió la pobreza, material y espiritual, de cada una de las personas que la encontraron, porque es lo que el Señor quería para ella. Y los ricos y los fuertes que no tienen fe son pobres como los desheredados de Calcuta. E incluso más. Este tipo de pobreza abunda en Occidente y en América, la espantosa frialdad y la indiferencia de la gente, tan centrada en sí misma y tan orgullosa…». Este es el frío del alma, sin Jesús, que se le pidió que tomara sobre sí. Y sin Jesús el infierno está al acecho. «Con mis ojos», sigue diciendo Sebastián, «he visto a hombres poderosos acercarse a ella con los ojos húmedos, o echarse a llorar delante de ella. ¿Acaso lloraban conmovidos frente a una mujer carente de fe? No, uno no se conmueve frente a la oscuridad. Madre Teresa deseaba que quienes la encontraban no la vieran a ella, sino solo a Jesús, y, como santa Teresita de Lisieux, madre decía que escondía tras una sonrisa su propio dolor. Y sonreía porque sí que se puede estar alegre incluso en los dolores sufridos por el Señor. Y cerramos aquí las especulaciones, porque no podemos pensar en excavar en lo profundo de su alma: el gozo de la Madre Teresa, incluso en su gran sufrimiento, padecido por la redención de quienes no tenían fe, sigue siendo un misterio insondable, que solo está en las manos de Dios». 
«Nuestros pobres son gente realmente grande. Nos dan mucho más de lo que nosotros les damos a ellos», explicó una vez la Madre Teresa a quienes se habían reunido con ella en Los Ángeles, en 1977. «Y nosotros hemos de amarlos no dando algo que tenemos en abundancia, sino amarlos hasta que nos haga daño». Luego ilustró bien lo que quería decir con “nos haga daño”: la ofrenda de un sacrificio, incluso pequeño. Aquí también estaba el padre Sebastian y repite lo que le oyó a la Madre Teresa: «Hace tiempo en Calcuta nos quedamos sin azúcar y, no sé cómo, todos se enteraron de que la Madre Teresa ya no tenía azúcar para sus niños. Un niñito hindú, con solo cuatro años, fue a sus padres y les dijo: “No comeré azúcar durante tres días y le daré mi azúcar a la Madre Teresa para sus niños”. Sus padres no habían estado nunca en nuestra casa antes de entonces. Yo no los conocía. Llevaron al niño y él me dio el azúcar diciendo: “No lo he comido durante tres días. Dáselo a tus niños”. Aquel pequeño nos amó con un amor grande, nos amó hasta hacerle daño». 
«Cuando soy caritativo», decía santa Teresita de Lisieux –de quien Agnes Gonxha, tomando los votos temporales en 1931 con las Hermanas de Loreto, quiso tomar el nombre–, «es porque Jesús actúa en mí». 
Al padre Sebastian le hemos robado quizá más tiempo de lo debido. Pero ha sido para recordar a la madre. Ahora tiene que retomar su actividad cotidiana, que lleva a un padre general por todo el mundo. Mientras tanto, a esta ex periferia romana, donde vive, por la tarde regresan los dueños de la casa, es decir, los pobres, para quienes celebrar la Eucaristía y hacer la cena. Y para dar de este modo de “beber” a Jesús crucificado.

ALABANZA DE LA SABIDURÍA DIVINA




Alabanza de la sabiduría divina
Sb 1,1-15
Amad la justicia, los que regís la tierra, pensad correctamente del Señor y buscadlo con corazón entero. Lo encuentran los que no exigen pruebas, y se revela a los que no desconfían. Los razonamientos retorcidos alejan de Dios, y su poder, sometido a prueba, pone en evidencia a los necios. La sabiduría no entra en el alma de mala ley ni habita en cuerpo deudor del pecado.
El espíritu educador y santo rehúye la estratagema, levanta el campo ante los razonamientos sin sentido y se rinde ante el asalto de la injusticia. La sabiduría es un espíritu amigo de los hombres que no deja impune al deslenguado; Dios penetra sus entrañas, vigila puntualmente su corazón y escucha lo que dice su lengua. Porque el espíritu del Señor llena la tierra y, como da consistencia al universo, no ignora ningún sonido.
Por eso, quien habla impíamente no tiene escapatoria, no podrá eludir la acusación de la justicia. Se indagarán los planes del incrédulo, el informe de sus palabras llegará hasta el Señor, y quedarán probados sus delitos, porque un oído celoso lo escucha todo y no le pasan inadvertidos cuchicheos ni protestas. Guardaos, por tanto, de protestas inútiles y absteneos de la maledicencia; no hay frase solapada que caiga en el vacío; la boca calumniadora mata.
No os procuréis la muerte con vuestra vida extraviada ni os acarreéis la perdición con las obras de vuestras manos; Dios no hizo la muerte ni goza destruyendo a los vivientes. Todo lo creó para que subsistiera; las criaturas del mundo son saludables: no hay en ellas veneno de muerte, ni el abismo impera en la tierra. Porque la justicia es inmortal.
R/. Dichoso el que encuentra sabiduría: es más valiosa que las perlas: sus caminos son deleitosos, y sus sendas son prósperas.
V/. La sabiduría que viene de arriba ante todo es pura y, además, es amante de la paz, comprensiva, dócil, llena de misericordia y buenas obras.
R/. Sus caminos son deleitosos, y sus sendas son prósperas.

martes, 18 de octubre de 2016

LA MIES ES MUCHA Y LOS OBREROS POCOS...ROGAD AL SEÑOR DE LA MIES QUE ENVÍE OBREROS A SU MIES




El Señor viene detrás de sus predicadores
San Gregorio Magno
Homilías sobre los Evangelios, 17,1-3 (PL 76, 1139)
Nuestro Señor y Salvador, hermanos muy amados, nos enseña unas veces con sus palabras, otras con sus obras. Sus hechos, en efecto, son normas de conducta, ya que con ellos nos da a entender tácitamente lo que debemos hacer. Manda a sus discípulos a predicar de dos en dos, ya que es doble el precepto de la caridad, a saber, el amor de Dios y el del prójimo.
El Señor envía a los discípulos a predicar de dos en dos, y con ello nos indica sin palabras que el que no tiene caridad para con los demás no puede aceptar, en modo alguno, el ministerio de la predicación.
Con razón se dice que los mandó por delante a todos los pueblos y lugares adonde pensaba ir él. En efecto, el Señor viene detrás de sus predicadores, ya que, habiendo precedido la predicación, viene entonces el Señor a la morada de nuestro interior, cuando ésta ha sido preparada por las palabras de exhortación, que han abierto nuestro espíritu a la verdad. En este sentido, dice Isaías a los predicadores: Preparadle un camino al Señor; allanad una calzada para nuestro Dios. Por esto, les dice también el salmista: Alfombrad el camino del que sube sobre el ocaso. Sobre el ocaso, en efecto, sube el Señor, ya que en el declive de su pasión fue precisamente cuando, por su resurrección, puso más plenamente de manifiesto su gloria. Sube sobre el ocaso, porque, con su resurrección, pisoteó la muerte que había sufrido. Por esto, nosotros alfombramos el camino del que sube sobre el ocaso cuando os anunciamos su gloria, para que él, viniendo a continuación, os ilumine con su presencia amorosa.
Escuchemos lo que dice el Señor a los predicadores que envía a sus campos: La mies es abundante, pero los trabajadores son pocos; rogad, pues, al Señor de la mies que mande trabajadores a su mies. Por tanto, para una mies abundante son pocos los trabajadores; al escuchar esto, no podemos dejar de sentir una gran tristeza, porque hay que reconocer que, si bien hay personas que desean escuchar cosas buenas, faltan, en cambio, quienes se dediquen a anunciarlas. Mirad cómo el mundo está lleno de sacerdotes, y, sin embargo, es muy difícil encontrar un trabajador para la mies del Señor; porque hemos recibido el ministerio sacerdotal, pero no cumplimos con los deberes de este ministerio.
Pensad, pues, amados hermanos, pensad bien en lo que dice el Evangelio: Rogad al Señor de la mies que mande trabajadores a su mies. Rogad también por nosotros, para que nuestro trabajo en bien vuestro sea fructuoso y para que nuestra voz no deje nunca de exhortaros, no sea que, después de haber recibido el ministerio de la predicación, seamos acusados ante el justo Juez por nuestro silencio.
R/. Después de comprobarlo todo exactamente desde el principio, resolvió escribir el evangelio, para que conozcamos la solidez de las enseñanzas que hemos recibido.
V/. Escribió todo lo que Jesús fue haciendo y enseñando.
R/. Para que conozcamos la solidez de las enseñanzas que hemos recibido.

domingo, 16 de octubre de 2016

SANTOS CANONIZADOS POR EL PAPA FRANCISCO 16 DE OCTUBRE DE 2016

Santos que el Papa Francisco ha canonizado 

este domingo 16.10.16


1. Salomón Leclercq
Nació en Boulogne (Francia) el 14 de noviembre de 1745. Perteneció a los Hermanos de las Escuelas Cristianas (lasallistas). En 1790, en medio de la Revolución Francesa, se negó con la mayoría de religiosos a juramentar lealtad al gobierno.
El 15 de agosto de 1792 fue detenido y encarcelado en el monasterio carmelita Hôtel des Carmes en París. El 2 de septiembre una turba de revolucionarios irrumpió en el monasterio y asesinó al Beato Salomón y a unos 150 otros sacerdotes y religiosos.




Salomón Leclercq nace en  el . Al no jurar fidelidad a Constitución civil del clero es asesinado el

2. José Sánchez del Río
Nació en Sahuayo el 28 de marzo de 1913 en Michoacán, México. Conocido como el niño cristero, murió el 10 de febrero de 1928 a la edad de 14 años durante la persecución religiosa con el grito “¡Viva Cristo Rey! ¡Viva la Virgen de Guadalupe!". Fue beatificado el 20 de noviembre de 2005.




José Sánchez del Río nace en México el . Es ejecutado el . "¡Viva Cristo Rey! ¡Viva la Virgen de Guadalupe!"

3. Mons. Manuel González García
Nació en Sevilla (España) el 25 de febrero de 1877. Conocido como el Apóstol de los Sagrarios Abandonados, fue Obispo de Málaga y de Palencia, y fundador de la Unión Eucarística Reparadora y de la congregación religiosa de Misioneras Eucarísticas de Nazaret. Falleció en Madrid el 4 de enero de 1940.




Manuel González García nace en  y concluyó sus días en  lo propuso como "modelo de fe eucarística".

4. Ludovico Pavoni
Nació en Brescia (Italia) el 11 de septiembre de 1784. Fundó la Congregación de los Hijos de María Inmaculada, los considerados “sacerdotes obreros”. Falleció a los 65 años el 1 de abril de 1849.


5. Alfonso María Fusco
Nació el 23 marzo de 1839 en Angri (Italia) en una familia de padres campesinos. Se ordenó sacerdote en 1863. Fundó la Congregación de las Hermanas Bautistinas del Nazareno, la cual cuidó con gran sabiduría y prudencia. La noche del 5 febrero de 1910 se sintió mal, recibió losSacramentos y la mañana del domingo 6 febrero partió a la Casa del Padre.




Alfonso María Fusco nace en  el . Parte a la Casa del Padre el  luego de recibir los sacramentos.

6. El P. José Gabriel del Rosario Brochero (Cura Brochero) 
Nació en Córdoba (Argentina) el 16 de marzo de 1840. Durante la epidemia de cólera corría “de enfermo en enfermo, ofreciendo al moribundo el religioso consuelo”. Murió ciego y padeciendo lepra el 26 de enero de 1914. Falleció de la forma en que vivió: con mucha humildad y sencillez.




El Cura  nace en  el . Murió ciego y padeciendo lepra, lleno de humildad y sencillez, el.

7. Elisabeth de la Trinidad
Nació en Francia en 1880 y murió en 1906 a causa de la enfermedad de Addison; tan solo cinco años después de haber entrado al Carmelo de Dijon, ubicado en el este del país. Fue declarada beata por San Juan Pablo II en 1984. Es considerada "hermana espiritual" de Santa Teresa de Lisieux.




Elisabeth de la Trinidad nace en  en 1880 y murió en 1906. Es considerada "hermana espiritual" de Santa Teresa de Lisieux.

Recemos .

Gracias, Señor, 

por éste regalo 

a la Iglesia.