SAN AGUSTIN

¿Cómo aprender Humildad? ¡Sólo con humillaciones!
(Beata Teresa de Calcuta)

...Llenaos primero vosotros mismos; sólo así podréis dar a los demás. (San Agustín)

Dios no pretende de mí que tenga éxito. Sólo me exige que le sea fiel.
(Beata Teresa de Calcuta)

GOTA

... lo que hacemos es tan solo una gota en el mar, pero el mar sería menos si le faltara esa gota.
(Beata Teresa de Calcuta)

Contento, Señor, Contento (San Alberto Hurtado)

...y ESO ES LA SANTIDAD, DEJAR QUE EL SEÑOR ESCRIBA NUESTRA HISTORIA... (Papa Francisco)

«No ser, no querer ser; pisotear el yo, enterrarlo si posible fuera...».
(Santa Ángela de la Cruz)

Reconoce cristiano, tu dignidad, que el Hijo de Dios se vino del Cielo, por salvar tu alma. (San León Magno)

domingo, 27 de noviembre de 2011

I DOMINGO DE ADVIENTO : LA OBEDIENCIA




Estimados amigos que llegáis a este blog, este I Domingo de Adviento, en el que la Iglesia nos invita a preparar la venida de Jesús, quiero dedicarlo a una virtud,que nace de otras virtudes más definidas en nuestra religión : La Obediencia.

De su cumplimiento tendremos la consecuencia de ver facilitados nuestros compromisos con Dios.

Nuestra disposición a obedecer, no es una actitud de ignorancia, ni ciega tampoco, ni muda, ni puede ir en contra de la Doctrina y Magisterio de la Iglesia. Se fundamenta en la Fe y en la Libertad que Dios nos ha concedido para servirle, y se manifiesta en la Alegría de su ejercicio.

Doy gracias a Dios, porque me invita a ser obediente, minúsculamente obediente.

En este Domingo recordamos el Sí de la Virgen María, la Obediencia con mayúsculas, ante el Anuncio del Ángel Gabriel :Hágase en Mí según tu Palabra.
Infinita confianza en Dios. Infinita disposición a las propuestas de Dios.

En ese momento se iniciaba nuestra Redención, preparada por el Padre desde siempre y escogida la que iba a ser la Madre de Dios, que en su libertad obedecía fielmente.

Quiero recordar ahora, a mi amigo y sacerdote, D. Jesús Sánchez Pérez, que marchó de este mundo el pasado año 2010. Párroco de la Iglesia de San Juan y Co Fundador de la Asociación María de Nazaret (Fundada para Orar y enseñar a Orar), nos predicaba con insistencia el Misterio de la Encarnación, como el regalo más grande que Dios ha hecho a los hombres.


D. Rafael, Párroco de la Iglesia de San Ramón Nonato,de Málaga, en su programa de radio, Palabras para la Vida, nos propone hoy la meditación del Salmo 119. “ En él descubrimos que la ley de Dios, objeto del amor apasionado de quien tiene fe, exige la escucha del corazón, una escucha, eso sí, hecha de obediencia de hijos, confiada y consciente “.

En fin estimados bloggueros, se inicia hoy un importante Tiempo Litúrgico, Adviento, de espera y preparación a la llegada del Señor.

Ven, Señor, no tardes. Te esperamos.

Recemos. Dios os bendiga.

viernes, 18 de noviembre de 2011

LA CASUALIDAD




Dios escribe derecho con renglones torcidos, decimos muchas veces. Y es verdad.

Buceando en Internet encuentro una canción, Oración en la Música, que viene a complementar el título de este blog.
Además de las canciones que comienzan a escucharse al abrir el blog, y que se pueden detener, cuando cada uno lo estime oportuno, es posible escuchar esta canción, que invita a la oración, a la misericordia y a la esperanza…

Señor, yo no soy digno de que entres a mi casa…


Te invito a que la escuches para que con ella comprendas lo que Dios te pide que cambies, veas lo que no aceptas ver, y aceptes las propuestas que Él te regala en su Misericordia.
Recemos.

jueves, 3 de noviembre de 2011

PARA SER UN CATÓLICO ALTAMENTE EFECTIVO

Siete hábitos del católico altamente efectivo

comentario de juan josé romero /www.conoze.com /jueves 27 de octubre de 2011

Tiempos de libros de auto-ayuda y «personal trainer», carísimos, por cierto. En el ámbito de la dirección de empresas causó furor el libro de Stephen R. Covey: «Los siete hábitos de las personas altamente efectivas». Marcel de Aggie Catholics propone una adaptación de los hábitos de Covey, el tradicional «plan de vida cristina», ascesis de la buena, para querer más al Señor, no para «ser mejores», que no es lo mismo. Que lo disfruten, me limito a traducir, aunque cada uno de ellos daría para tratar extensamente:




Hábito 1: Vida sacramental con más regularidad



Desde luego la misa dominical. Pero para ser eficaz también debes participar regularmente de la confesión habitual (una vez al mes es un buen comienzo) y cuando sea posible de la misa diaria. También podemos incluir en este epígrafe la Adoración al Santísimo Sacramento.



Hábito 2: Sumergirse en la oración



La oración es el vínculo entre Dios y el hombre. No se puede esperar ser buen católico si no estamos en continua relación personal con Dios. El fundamento de esta relación es una vida de oración personal diaria.



Hábito 3: Construir la virtud, desenraizar el vicio



¿Qué virtudes nos faltan? En estas nos tenemos que centrar. Elige una de las virtudes en las que detectes que flaqueas y trabaja en ella. Si mejoramos en esa virtud, por lo general, mejoramos en todas las demás. En paralelo trabaja por erradicar un vicio que tengas asentado, en especial aquellos que no puedes controlar con regularidad.



Hábito 4: Conoce las Escrituras y las enseñanzas de la Iglesia.



Cuanto más sabemos acerca de Cristo y su Iglesia, más se acrecentará nuestro amor. Cuanto más conozcamos más lo podremos aplicar a nuestra vida. Eso sí, es conveniente que nos formemos bien, para saber lo que realmente lo enseñado,nos enseña, no lo que nosotros creemos que enseñan. Desde luego es un proceso que durará toda nuestra vida.



Hábito 5: Actúa alegre sin importar las circunstancias.

Es fácil decirlo pero no hacerlo. La alegría es una actitud (virtud) no un sentimiento. No hay que confundir alegría con momentos de felicidad terrena que van y vienen. Podemos ejercitar la alegría con actos de la voluntad, siempre contando con la gracia. ¿Cómo podría la Madre Teresa de Calcuta servir a los más pobre entre los pobres, a pesar de que sufría profundamente en su alma? Con alegría.



Hábito 6: Dirección espiritual


Debemos vivir en un constante estado de discernimiento preguntándonos: ¿qué quiere Dios de mí ahora? Esto supone vivir en todo momento con los ojos puestos en corresponder a la gracia y distinguir lo que es nuestra voluntad de lo que es la voluntad de Dios. Un buen director espiritual tiene un valor incalculable para lograr esto. Es un observador objetivo de nuestra vida y de los mociones del Espíritu Santo.



Hábito 7: Compartir la fe

Hay que evitar el egoísmo de que algo tan preciado como el tesoro de la verdad, la bondad y la belleza de Cristo se quede en nosotros mismos. Los católicos han de evangelizar de modo natural a través de sus palabras y hechos a todos. El papa Pablo VI dijo que la Iglesia «existe para evangelizar»


Entiendo que no sean unos ‘hábitos’ políticamente correctos. Pero así son las cosas, ya estaba todo inventado. Echo en falta referencia explícita al trato con la Virgen y el Rezo del Santo Rosario, pero lo supongo incluido en varios hábitos. Ahora viene lo difícil, ponerlos en práctica.

martes, 1 de noviembre de 2011

ORACIÓN EN EL DÍA DE TODOS LOS SANTOS




El Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de la gloria, os dé
espíritu de sabiduría, y revelación para conocerlo. Ilumine los ojos
de vuestro corazón, para que comprendáis cuál es la esperanza a la
que os llama, cuál la riqueza de gloria que da en herencia a los
santos. (Ef 1, 17-18)


Señor, Dios mío, ayúdame a ser santo.


Santo sin premio,
Santo para no ofenderte,
Santo para servir mejor a los demás.
Señor, en el día de hoy,
que recordamos y celebramos la memoria de todos los Santos,
ayúdame a acercarme más a Ti.
A ellos les ruego que pidan al Espíritu,
me conceda los dones necesarios para ser mejor.
No porque yo merezca algo,
Sino para que mi alabanza llegue a Ti, más plena.
Señor, Perdóname,
Por mis faltas y pecados,
Por todo lo que podía haber hecho y no hice,
Por todo lo que podía haber servido y no serví,
Por todo lo que he desaprovechado.
Dame tu Bendición para que el resto de mi vida,
Te sea Fiel y Caritativo,
Luz Tuya y Servidor de Todos,
según Tu me pidas en cada momento.
Gracias Señor por Tu Misericordia conmigo.
Amén

HOY CELEBRAMOS EL DIA DE TODOS LOS SANTOS

Las Bienaventuranzas
(Mateo 5, 1-12)


Siempre me ha emocionado este capítulo del Evangelio de San Mateo, en el que Nuestro Señor desgrana una a una todas las condiciones, actitudes y cualidades de sus seguidores...Imagino su Discurso en una ladera, desde la que les manifiesta, quienes van a ser los Santos, les presenta a cada uno, que deben hacer para alcanzar la Gloria, el Cielo.

"Viendo la muchedumbre, subió al monte, se sentó, y sus discípulos se le acercaron. Y tomando la palabra, les enseñaba diciendo: «Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos. Bienaventurados los mansos, porque ellos posseerán en herencia la tierra. Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados. Bienaventurados los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos serán saciados. Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia. Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios. Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios. Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los Cielos. Bienaventurados seréis cuando os injurien, y os persigan y digan con mentira toda clase de mal contra vosotros por mi causa. Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en los cielos; pues de la misma manera persiguieron a los profetas anteriores a vosotros"


Cuando el Beato Juan Pablo II anuncíó el regalo de los Misterios Luminosos del Santo Rosario,

pensé que alguno de esos nuevos Misterios, debía ser el Capítulo de las Bienaventuranzas...ese pasaje evangélico, manual para ser santo que tantas veces había leído con mucho afecto...Pero me equivoqué y S.S. se decidió por el Reino de los Cielos.
Siempre me ha emocionado este capítulo del Evangelio de San Mateo, en el que Nuestro Señor desgrana una a una todas las condiciones, actitudes y cualidades de sus seguidores...Imagino su Discurso, donde les manifiesta, quienes pueden ser los Santos. Les presenta a cada uno, lo que deben hacer para alcanzar la Gloria, el Cielo.

Todo como Dios quiso y para mayor Alabanza a Él.La conmemoración de todos los santos debe ser para nosotros un día de paz y alegría; Cristo, que el día de su Ascensión regresó a la morada definitiva, no lo hizo solo. Fue el primero de un gran cortejo que por su gracia seguirían todos los santos.

Nosotros también somos miembros de ese honorable cortejo, somos Cuerpo Místico y herederos del tesoro de la Iglesia que es la Comunión de los Santos, a través de la cual queda establecido un vínculo constante y recíproco de amor entre los bienes que reciba cualquier miembro. ¡Cuántas gracias y dones nos alcanzarán los santos mediante su intercesión! ¡cuántos hermanos, algunos de ellos conocidos, y otros en el más absoluto anonimato, profundizaron en Cristo y caminaron junto a Él hacia la Patria! La misma senda que encontraron ellos ante sus pies, la encontramos nosotros en nuestros días, unas veces llana y otras empedrada.

Dispongámonos a emprender este viaje. El Camino es sólo uno, Cristo. No necesitamos equipaje, sólo unas instrucciones que Él mismo nos entregó allá en la montaña, donde nos subió, una vez más, para mostrarnos el corazón del Evangelio, el programa de vida de todo cristiano: las Bienaventuranzas.

Me pregunto si lo que escucharon los discípulos allá en lo alto del monte, era lo que esperaban oír. Cristo, que ya les había conquistado con sus enseñanzas y sus sanaciones, había despertado en ellos una especie de añoranza, añoranza de felicidad, de dicha, de paz, en definitiva, de Dios. "Jesús, dinos cómo asemejarnos más a ti. ¡Parece que nada te turba! Dinos, ¿dónde está ese Reino del que tanto nos hablas? ¿Cómo podemos encontrarlo? ¿Dónde se halla?"


Los que seguían a Cristo habían experimentado su amor y sentían la inquietud de buscar el Reino de Dios. Nosotros, detengámonos en este punto y preguntémonos: ¿cuánto conozco yo a Jesús? ¿Le sigo de modo que despierte en mí el deseo de buscar el Reino de Cristo? ¿Me maravillan su presencia, sus palabras, sus acciones? Para poder profundizar en las bienaventuranzas hay que subir primero la montaña siguiendo a Cristo. No se escoge un camino ascendente si no es porque realmente, en la cumbre, se espera alcanzar el éxito. Por eso, me imagino la sorpresa de sus discípulos al escuchar las pautas para alcanzar tan deseado éxito, ¡nada que ver con sus expectativas! Y es que el Reino de Cristo no es de este mundo; para hallarlo, tenemos que vencer al mundo. Cristo ya lo ha hecho y es el auténtico Bienaventurado.

Feliz Día a todos