SAN AGUSTIN

¿Cómo aprender Humildad? ¡Sólo con humillaciones!
(Beata Teresa de Calcuta)

...Llenaos primero vosotros mismos; sólo así podréis dar a los demás. (San Agustín)

Dios no pretende de mí que tenga éxito. Sólo me exige que le sea fiel.
(Beata Teresa de Calcuta)

GOTA

... lo que hacemos es tan solo una gota en el mar, pero el mar sería menos si le faltara esa gota.
(Beata Teresa de Calcuta)

Contento, Señor, Contento (San Alberto Hurtado)

...y ESO ES LA SANTIDAD, DEJAR QUE EL SEÑOR ESCRIBA NUESTRA HISTORIA... (Papa Francisco)

«No ser, no querer ser; pisotear el yo, enterrarlo si posible fuera...».
(Santa Ángela de la Cruz)

Reconoce cristiano, tu dignidad, que el Hijo de Dios se vino del Cielo, por salvar tu alma. (San León Magno)

martes, 22 de julio de 2014

20 DE JULIO DOMINGO XVI DEL TIEMPO ORDINARIO. EL TRIGO Y LA CIZAÑA.

¿Qué Amigo hallaremos tan sufrido?
                                                                                                                    (Santa Teresa de Jesús)

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EL TRIGO Y LA CIZANA      DOMINGO XVI DEL TIEMPO ORDNARIO 20.7.14.
Hoy trigo y cizaña juntos, 
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Queridos amigos y hermanos del ReL
:
Los que tenemos fe convivimos en el mundo con personas que no tienen fe. En la sociedad hay personas que tienen una conducta intachable y otras cuya conducta es reprochable. En nuestro propio corazón, junto a los buenos deseos, aparecen los malos deseos. En este 16º domingo durante el año, la parábola del trigo y la cizaña ilustra nuestra condición humana. Por eso, la liturgia nos presenta a un Dios compasivo y bondadoso, lento para enojarse, rico en amor y fidelidad.
La Liturgia de la Palabra se presenta hoy como un himno a la misericordia de Dios y lleva a reflexionar sobre este consolador atributo divino, para alimentar nuestra confianza en el Señor y estimularnos a reproducirlo en nuestra conducta propia. El argumento es introducido por la primera lectura (Sab 12, 13. 16-19): “Tú poder es el principio de la justicia, y tu sabiduría universal te hace perdonar a todos… Tú, poderoso soberano, juzgas con moderación, tú nos gobiernas con gran indulgencia… Obrando así enseñaste a tu pueblo que el justo debe ser humano (ib 16. 18-19). Con frecuencia entre los hombres la fuerza acaba con la justicia y ahoga la indulgencia; no así en Dios, cuyo poder es también fuente de justicia y de misericordia, y se identifica con ellas. Así templa los justos castigos con una espera clemente, para dar a los hombres “lugar al arrepentimiento” (ib 19).
El mismo tema se ilustra de forma concreta en la parábola evangélica del trigo y la cizaña (Mt 13, 24-43). El que habla no es ya el autor del libro de la Sabiduría, sino Jesús, Sabiduría encarnada: “El Reino de los Cielos se parece a un hombre que sembró buena semilla en su campo” (ib 24). Pero de noche el enemigo siembra cizaña, la cual pronto se apodera del grano; y cuando los criados proponen al señor arrancarla, éste lo impide: “No, que podríais arrancar también el trigo. Dejadlos crecer juntos hasta la ciega” (ib 29-30). 
Un labrador no razonaría así: escardaría el grano para librarlo de la mala hierba. Es que no se trata de una lección de agricultura, sino de mostrar cuál es la actitud de Dios frente a los buenos y a los malos. En la explicación de la parábola se dice que “el campo es el mundo”, donde Jesús, el Hijo del hombre, siembra el reino de los cielos. “La buena semilla son los ciudadanos del Reino; la cizaña son los partidarios del Maligno; el enemigo que la siembra es el diablo” (ib 38-39).
En este mundo el Reino de los cielos está en fase de evolución y crecimiento, por eso no hay separación neta entre buenos y malos; Dios no la quiere, y permite que vivan los unos junto a los otros sea para probar a los primeros y consolidarlos en la virtud, sea para dar tiempo a los segundos de convertirse, y aun porque no se excluye que en un momento dado la buena semilla degenere en cizaña. Así como en esta vida nadie es definitivamente partidario del Maligno, pues siempre puede apartarse del mal, tampoco es nadie definitivamente ciudadano del Reino, ya que por desgracia puede pervertirse.
La parábola, pues, es una invitación a todos a la vigilancia, a no dejar pasar en vano la hora de la gracia y a estar prontos para la siega, porque “lo mismo que se arranca la cizaña y se quema, así será el fin del tiempo”. Entonces “todos los corruptores y malvados” serán arrojados “al horno encendido”, mientras “los justos brillarán como el sol en el Reino de su Padre” (ib 40-43). La indulgencia misericordiosa de Dios se cambiará un día en juicio irrevocable para los que se obstinaron en el mal.
Entretanto los “ciudadanos del Reino” son invitados a imitar la misericordia del Padre celestial aceptando pacientemente las dificultades provenientes de la convivencia con los enemigos del bien y tratándolos con bondad fraterna en la esperanza de que, vencidos por el amor, cambien de conducta. 
Se debe también recurrir a la oración, para que Dios ponga un dique a la inundación del mal y defienda a sus hijos del contagio; el cómo hay que dejárselo a él. Viene, pues, muy a propósito la palabra de san Pablo (Rom 8, 26-27 - segunda lectura): “Nosotros no sabemos pedir lo que nos conviene”; pero el Espíritu Santo lo sabe; y pues “su intercesión por los santos es según Dios”, hay que dejar la causa del bien en sus manos.
Les dejo otro texto, no el que se presenta en la Misa de hoy del libro de la Sabiduría, que es una reflexión orante sobre lo que estamos meditando: “Señor, te compadeces de todos porque todo lo puedes y disimulas los pecados de los hombres para que se arrepientan. Amas a todos los seres y nada de lo que hiciste aborreces, pues, si algo odiases, no lo hubieras creado. Y, ¿cómo podría subsistir cosa que no hubieses querido? ¿Cómo se conservaría si no la hubieses llamado? Mas tú todo lo perdonas porque todo es tuyo, Señor que amas la vida, pues tu espíritu imperecedero está en todas las cosas. Por eso mismo gradualmente castigas a los que caen; les amonestas despertando la conciencia de sus pecados para que se aparten del mal y crean en ti, Señor” (Sabiduría, 11, 23-26; 12, 1-2).
Hacemos nuestros los sentimientos de la Santa Abulense: “¡Qué mal pagamos tu amistad, Señor, pues tan presto nos tornamos enemigos mortales! Por cierto que es grande tu misericordia. ¿Qué amigo hallaremos tan sufrido? Y aun una vez que acaezca esto entre dos amigos, nunca se quita de la memoria ni tornan a tener tanta amistad como antes. Pues ¿qué de veces serán las que faltamos en la tuya de esta manera, y qué de años nos esperas de esta suerte? Bendito seáis Vos, Señor Dios mío, que con tanta piedad nos lleváis que parece olvidáis vuestra grandeza para no castigar, como sería razón, traición tan traidora como ésta” (Santa Teresa de Jesús, Conceptos del amor de Dios, 2, 19).
“¿Quieres que vayamos a arrancarla?”. “No -les dijo el dueño-, porque, al arrancar la cizaña, corren el peligro de arrancar también el trigo”. Así nos aconseja Jesús. Hermanos: La liturgia de hoy es consoladora. Vemos cómo Dios sabe esperar y nos colma con la feliz esperanza del arrepentimiento y el perdón. Porque nuestro Dios es compasivo y bondadoso, lento para enojarse y rico en amor y fidelidad.
Con mi bendición.
Padre José Medina


domingo, 20 de julio de 2014

PAZ

Oración por la paz en

 Medio Oriente y en Ucrania

20 de jul de 2014
El silencio domina la Plaza San Pedro: el pastor reza con los fieles
 por la paz en Medio Oriente y en Ucrania
Papa Francisco
Este domingo, en el que se lee en las Iglesias del mundo la parábola evangélica del trigo y la cizaña, símbolos del bien y del mal, Francisco lanzó un llamado por la situación de los cristianos obligados a dejar diferentes zonas controladas por los milicianos jihadistas del Isil en Irak. “He recibido con preocupación las noticias procedentes de las Comunidades cristianas en Mosul (Iraq) y en otras partes de Oriente Medio, donde se da el inicio del cristianismo, vivían con sus conciudadanos, ofreciendo una contribución significativa al bien de la sociedad. Y a ustedes que están en plaza, les invito a rezar en la oración, Les invito a recordarles en la oración. Les exhorto además, a perseverar en la oración por las situaciones de tensión y de conflicto que persisten en diferentes partes del mundo, especialmente en Oriente Medio y Ucrania”.


Francisco afirmó que el mal en el mundo no viene de Dios sino de su enemigo el Maligno, que muy astutamente siembra el mal en medio del bien, de modo que es imposible separarlos netamente; pero Dios al final podrá hacerlo. El segundo argumento, dijo Francisco, es la contraposición entre la impaciencia de los servidores y la paciencia y misericordia de Dios que ve mejor que nosotros la basura, pero ve también los gérmenes de bien y espera con paciencia que maduren, con la certeza de que el mal no tiene ni la primera ni la última palabra. Gracias a esta paciencia de Dios también la cizaña puede convertirse en trigo, afirmó el Papa, asegurando que el mal será quitado y eliminado en el tiempo de la cosecha, es decir en el tiempo del juicio.
“Que el Dios de la paz -pidió Bergoglio- suscite en todos un auténtico deseo de diálogo y de reconciliación.
 La violencia no se vence con la violencia.
 ¡La violencia se vence con la paz!”.



MISIONERO, CATÓLICO Y LAICO SERÁ SANTO


Vendió hasta su casa para financiar obras para pobres
«El hombre más bueno de Brasil»: empresario industrial, misionero laico en el Amazonas, será santo
«El hombre más bueno de Brasil»: empresario industrial, misionero laico en el Amazonas, será santo
Marcello Candia sostiene a un niño - se volcó en obras para los pobres en el delta del Amazonas
Actualizado 19 julio 2014








El 18 de julio, la Congregación vaticana para las Causas de los Santos promulgaba un decreto sobre Marcello Candia. En el documento se reconocían lasvirtudes heroicas del ya siervo de Dios, unmisionero laico italiano que dejó todo para irse al Amazonas de 1965 a 1983.

Allí gastó tanto su vida como su fortuna entre pobres y leprosos.

Marcello Candi era hijo de un industrial milanés, la capital económica de Italia.
 Heredada la fábrica del padre, la dirigió con mucho éxito durante
 18 años, fundando otras tres fábricas más.

Tenía tres licenciaturas – en química, biología y farmacología – y dividía su tiempo,
 incluso desde que era estudiante universitario, entre la fábrica y la caridad en Milán,
 en sus periferias, donde había pobres, refugiados, chabolistas… 

Era la Milán de antes de la guerra, que poco tenía que ver con desfiles, 
moda de lujo y diseño italiano.

En la Universidad de Milán, fundó la escuela de medicina para
 misioneros.

Fue por aquella época cuando conoció a Aristide Pirovano, 
un misionero del Pontificio Instituto de Misiones Extranjeras (PIME),
 que sería el primer obispo de Macapá, en Brasil, 
en el delta del Amazonas.



Marcello Candia y el obispo Aristide Pirovano con Pablo VI

El misionero invitó a Marcello a ir allí y fundar un hospital para los pobres. 
Marcello fue y se quedó “enganchado”.

Así que en 1964, vendió su floreciente industria y con 49 años 
dejó todo para irse a la misión.

Piero Gheddo, veterano misionero y periodista del PIME,
 cuenta que la vida de Marcello desde ese momento y 
hasta su muerte 19 años después fue una carrera contrarreloj 
para levantar y sacar adelante numerosas obras:

-el hospital de Macapà, actualmente el más grande y
 moderno de la Amazonia brasileña,

-la reconstrucción del leprosario de Martibua con 2.000 leprosos, 
en la selva cercana a Belem,

-centros sociales y casas para los pobres,

-una escuela para enfermeras,

- ayudas y muchas misiones de Brasil que recurrían a él
 como auxilio.




Cuando llegó a la Amazonia tenía 1.000 millones de liras, en aquella 
época un capital considerable.

Lo gastó todo y, después, le comenzaron a llegar donativos
 de sus antiguos empleados, de sus amigos y de muchas personas
 que supieron de su aventura misionera.

Cuando volvía a Italia – ya no tenía casa porque la había
 vendido para sus pobres – era acogido en la misma casa del 
PIME de Milán, y allí organizaba encuentros y se entrevistaba con
 periódicos, radios y televisiones.

Como cuenta el padre Gheddo, postulador de la causa de este
 gran cristiano, Marcello se definía a sí mismo como
 “un simple bautizado”, no pertenecía a ninguna asociación,
 a ningún movimiento eclesial, pero que tenía una profunda vida de fe y
 de piedad.

La dictadura militar gobernaba por aquel entonces Brasil y 
los militares sospechaban de aquel extranjero rico
 que se gastaba su dinero en una región lejana del país y
 vivía pobremente. Lo vigilaban, le obstaculizaban sus proyectos… 
y él todo lo soportaba con paciencia.



En el hospital dejó claro a todos que entre dos pacientes, 
uno pobre y uno rico, había que atender primero al pobre, 
porque el rico podía permitirse a cualquier otro hospital…

Además, “quiero que sea un hospital misionero para los pobres y, 
por tanto, tiene que dar pérdidas. Si da ganancias entonces
 es que ya no es misionero ni para los pobres”. 
Había sido un empresario de éxito. Sabía de qué hablaba.

Era un hombre de oración y, además de las obras “prácticas” que levantó,
 también se trajo a Brasil a las carmelitas, 
construyéndoles dos conventos.

Una frase suya lo explicaba:
 “la oración es el carburante de las obras buenas”.

El padre Gheddo cuenta cómo, acompañando a este laico misionero,
 le veía besar a los enfermos, a los leprosos y le decía: 
“en cada enfermo está Jesús”.

El presidente de Brasil concedió a Marcello Candia la condecoración
 más importante del país, “Cruzeiro do Sul”, y la revista semanal 
más importante del país, “Manchete”, le dedicó unartículo 
con el título “el hombre más bueno de Brasil”.

miércoles, 16 de julio de 2014

ENCUENTRO NUEVA EVANGELIZACIÓN 2014 (ENE 2014)

El párroco de Saint Benedict, Halifax, en el ENE 2014
El padre Mallon da la clave para
renovar las parroquias: expulsar
okupas y crear expectativas altas
El padre Mallon da la clave para renovar las parroquias: expulsar okupas y crear expectativas altas
El P. Mallon,con Tote Barrera-Alpha_, el Obispo Zornoza, de Cádiz,
 Alex Navajas de R. María, J Fonseca de Fe y Vida y A. Cherene de JCUM


El padre James Malllon ha sido el gran “experto internacional” 
del Encuentro de Nueva Evangelización ENE 2014
(www.encuentroene.com) del pasado fin de semana en Valladolid, 
por su experiencia como “renovador” en parroquias.

Mallon, escocés que vive en Canadá desde joven, 

mostró su emoción por estar en España por primera vez
 y porque el encuentro se celebraba en un lugar emblemático
: el antiguo Colegio de los Escoceses, que formaba a curas escoceses
 en Valladolid en el siglo XVIII, XIX y XX, para enviarlos de
 nuevo a Escocia, donde a menudo eran martirizado,
 o como poco, acosados.

También la población católica de su región canadiense de

 Nova Scotia es descendiente de católicos escoceses 
deportados por las autoridades anglicanas y presbiterianasen 
el siglo XVI y XVII y el primer obispo de Nova Scotia en Canadá,
 en 1820, había nacido en las Highlands escocesas y
 estudiado en Salamanca.



Una perspectiva global y parroquial
Mallon es un pastor con una perspectiva peculiar para la renovación

 espiritual y pastoral de las parroquias. Es miembro de la directiva
 internacional de Cursos Alpha, asesor de la Renovación Carismática
 en Canadá, presentador televisivo en la EWTN, director de pastoral
 vocacional de su diócesis y miembro de su consejo presbiteral,
 ha elaborado un curso para recién convertidos llamado Cristianismo 2.0
 y ha puesto en marcha una parroquia casi desde cero, 
Saint Benedict en Halifax (www.saintbenedict.ca), 

donde la Nueva Evangelización es la “meta y ADN de todo lo que se hace”.

Tres ideas clave: evangelizar es hacer discípulos
Mallon trajo varias ideas clave para todos aquellos interesados

 en que la Iglesia sea evangelizadora:

1- La Iglesia es para evangelizar: esa es su identidad; 

si hay cosas en una parroquia o comunidad que dificultan que sea
 evangelizadora, deben quitarse. Tener claro que la identidad es
 evangelizar ayuda a tomar decisiones difíciles (como expulsar 
grupos que ocupan locales parroquiales y no sirven a la evangelización)

2- La misión de la Iglesia es “id y haced discípulos”;

para hacer discípulos, se necesitan líderes, que deben ser discipulados.

3- Para conseguir líderes y discípulos hay que cambiar estructuras:

 realizar toda una conversión pastoral. 
Es posible sólo teniendo clara la identidad de la iglesia.

“He sido cura durante 17 años y párroco durante 14 años.

 Quiero ver renovación no solo en la Iglesia en general sino en 
nuestras parroquias, que la vida de fe que vemos a menudo en los
 movimientos se vea en las parroquias. 
Durante 14 años de párroco trabajé por eso y cometí muchos errores
 y aprendí cosas”, explicó en el ENE.

Hace 4 años a Mallon se le encargó la parroquia de Saint Benedict,

 que aún estaba a medio construir, y reunía la feligresía de otras
 tres parroquias que se cerraban. El cura escocés pidió permiso
 al obispo para hacer “un laboratorio pastoral”.
 El obispo le dijo: “pónmelo por escrito”.
 Lo leyó, dijo sí… y empezó la experiencia.

Con identidad clara: expulsar a los okupas
En la experiencia de Mallon de haber intentado renovar parroquias

 antes, uno de los grandes problemas era la falta de identidad 
evangelizadora: pasó por 3 parroquias, y todas ellas tenían los locales
 tan ocupados con actividades no evangelizadoras –scouts 
poco católicos, ligas de jugadores de cartas que no iban a misa, deportes-
 que no se podían realizar las actividades necesarias para evangelizar,
 de primer anuncio (como Cursos Alpha) o de discipulado.

Al principio, Mallon era renuente a expulsar estas actividades de los locales,

 pero después reflexionó sobre la expulsión de los mercaderes del Templo.
 Recordó que Dios había dado un mandato: 
“Mi casa será llamada casa de oración para todos los pueblos”…
pero en el Templo de Jerusalén no podían entrar todos los pueblos, 
excepto al atrio de los gentiles, donde no se podía orar porque estaba
 lleno de mercaderes, animales, cosas mundanas…

Cuatro mandatos de Cristo Resucitado
Jesús resucitado manda 4 cosas a sus discípulos: “Id, haced discípulos, 

bautizad, enseñad”. De estas cuatro cosas, dice Mallon, la central, 
incluso gramaticalmente, es “Haced discípulos”.
“Sí que vamos, enseñamos y bautizamos… pero damos poco fruto
 porque no hacemos discípulos”.

Para él, el ciclo “virtuoso”, marcado por Jesús y eficaz en la práctica es:

1º- Hacer discípulos (cristianos a los pies de su Maestro)
2º- Ellos renuevan la Iglesia (cambiando las estructuras necesarias)
3º- Eso genera misioneros y apóstoles
4º- Los misioneros salen a evangelizar y generan discípulos…

“A dos minutos caminando desde mi casa en Halifax está el cementerio

 donde enterraron las víctimas del Titanic", explicó el párroco.
"Del Titanic bajaron 18 barcas… con 472 espacios sin utilizar,
 barcas de rescate medio vacias. 
Quedaron 1.500 personas flotando en el agua, que tardaron 5 minutos
 en morir de hipotermia, pero los de las lanchas de rescate no hicieron 
nada por recogerlos.
 La Iglesia no es el Titanic, la Iglesia es las barcas de rescate
Si llega alguien nadando le dejamos subir, pero eso no basta,
 porque Jesús nos manda “ir”

Contra el minimalismo y el clericalismo
Para Mallon, la herejía del pelagianismo hoy se concreta en la

cultura católica del “cumplir”, que es un “cumplir lo mínimo”
y pensar que eso salva.
 Es toda una cultura del minimalismo “que es lo que mata a
 nuestra iglesia”.
 Por el contrario la Biblia pide un amor apasionado y desmedido
 entre Dios y su Esposa,  Dios y los hombres: “Yo soy tuyo y tú eres mío”,
 citó.

Otro problema que señala es el clericalismo, que define como 

“la apropiación por parte del clero de lo que es propio de
 todos los bautizados”, como por ejemplo evangelizar, la llamada
 universal a la misión y a la santidad.

El clericalismo aísla al clero y deja inmaduro al laicado”,

 denuncia Mallon.
 “Un buen padre desea hijos maduros.
 Y un clero aislado cae con facilidad en la soledad y el abuso de poder, 
algo que está en la raíz de muchos abusos”.

10 valores que cambian la parroquia
Con estas bases, Mallon planteó 10 valores para renovar las parroquias

Diez necesidades que renovarán la parroquia:

1- El fin de semana debe ser prioritario: “hagamos que el fin de

 semana sea la mejor experiencia para nuestros fieles”…
 hasta desbancar a otras propuestas.

2- Hospitalidad y acogida: absolutamente esencial

3- Música que eleve: sea tradicional o moderna, ha de elevar el alma

4- Homilías transformadoras: que no sean solo informativas

5- Que la comunidad sea real, significativa:

 los feligreses han de conocer a los miembros de su comunidad,
 tratarse con ellos, verlos importantes…
 eso se suele conseguir con grupos pequeños

6- Que cada feligrés sepa lo que la parroquia espera de él:

 “en las organizaciones sanas cada uno sabe lo que se espera de él”

7- Detectar las fortalezas y talentos y usarlos: 

en vez de detectar agujeros en la estructura y llenarlos
 (“necesito a cualquier para hacer catequesis de niños”),
 se ha de detectar las capacidades de la gente y ponerlas
 a rendir para el Reino de Dios.

8- Usar comunidades pequeñas; cuanto más grande eres,

 más pequeño necesitas ser: en el caso real de Saint Benedict
“tenemos 250 parroquianos en grupos que se reúnen en casas”.

9- Experiencia del Espíritu Santo:

 cultivar sin miedo sus dones y carismas

10- Cultura del invitar: “si los parroquianos ya están realizando 

los otros 9 puntos, este les saldrá de forma natural”, comenta Mallon.



Hablando con sacerdotes
Mallon dio más detalles en un encuentro especial en el ENE 

orientado para sacerdotes al que accedió ReL.

Ante unos 30 sacerdotes, Mallon explicó que el Documento de Aparecida,

redactado por Jorge Mario Bergoglio y que debe orientar la 
evangelización y prioridades de la Iglesia en América, y perfectamente
 aplicable a Europa, llama a una “conversión pastoral” y
 usa 121 veces el concepto “discípulos misioneros”. 

“En Aparecida por primera vez en la Iglesia se desarrolla un

 plan pastoral usando investigaciones y estudios que analizan 
por qué los católicos dejan la Iglesia y se van a los evangélicos y a
 otros grupos religiosos. Lo explica en los párrafos 225-226”.

Las 4 causas por las que dejan el catolicismo
La gente no deja la Iglesia Católica por razones

teológicas sino vivenciales, por 4 cosas que la Iglesia Católica 
predica pero no practica en muchos sitios:

- La gente busca la experiencia religiosa, el encuentro personal con Cristo

- La gente busca vida de comunidad que no encontraba en la Iglesia Católica

- La gente busca formación doctrinal y bíblica que no encontraba

 en su parroquia

- La gente quería sentir un compromiso misionero en toda la comunidad,

 algo que no encontraron en la Iglesia Católica

En Aparecida, como respuesta se insiste: “el encuentro con Jesucristo debe ser constantemente renovado por el testimonio personal,

 la proclamación del kerygma y la acción misionera de la comunidad”.

La importancia del kerigma
El kerigma es el primer anuncio y la verdad central del Evangelio: 

Dios, que nos ama, nos ha enviado a su Hijo, que ha muerto y ha resucitado
por salvarnos y darnos el perdón y el poder del Espíritu Santo.

Esto, dice Mallon remitiéndose a Aparecida, debe impregnar toda la pastoral, 

porque “el kerigma no es solo una etapa sino el leitmotiv de un 
proceso que culmina en la madurez del discípulo de Jesucristo;
 sin el kerigma, los otros aspectos están condenados a la esterilidad”.

“En mi parroquia estamos enseñando a todos nuestros parroquianos

a hablar de cómo Jesús ha cambiado su vida; los católicos han de pensar
 que esto es normal. Al principio te dicen que les hace sentir incomodo pero en
 4 años ya se normaliza. Nuestro boletín personal tiene testimonios de fe y conversión. En Alpha y otros programas decimos: “escribe tu testimonio”.
Se dan testimonios también en misa, o entrevisto a testimonios 
durante la homilía. Se dan testimonios en grupos pequeños. 
Convocamos desayunos, a veces solo de hombres, o solo de mujeres,
para dar testimonios.
Proclamamos el kerigma en bodas, funerales y misas de domingo”,
 va enumerando Mallon.

5 sistemas de la vida eclesial: a examen
El padre Mallon también analizó los 5 “sistemas” en la vida eclesial:

-el culto
-el servicio o ministerio
-la comunidad o fraternidad
-el discipulado
-la evangelización

“Hoy en la mayoría de las parroquias hay un poco de lo primero, 

algo de lo segundo, casi nada de lo tercero –sustituido por 
actividades culturales-, absolutamente nada de lo cuarto y nada o
 casi nada de lo quinto; de hecho, se hacen las cuatro primeras cosas
 y las llaman a todas evangelización para no hacer evangelización real;
 en realidad, si llamas evangelización a todo, al final nada lo es”, denuncia Mallon.

Él detalló más esos 5 puntos:

- El culto: “para nosotros el núcleo del culto es la liturgia,

 lo que Dios hace por nosotros, su entrega eterna del Hijo de Dios al Padre,
 en el Cenáculo, la Cruz y el Cielo… Pero el culto también debería elevar
los corazones hacia Dios, por ejemplo con himnos de alabanza. 
Si alabamos “sin sentir” a veces es también un buen culto, el mejor,
como cuando somos fieles en el matrimonio y actuamos con amor en momentos
que no nos apetece…”

- El ministerio: “significa servir, dentro y fuera de la iglesia, porque 

el Hijo del Hombre vino a servir, no a ser servido.
Todo ministerio interno debería ayudar a salir afuera, ser misional. 
Una parroquia muy ocupada y que parezca ir bien, si no es misionera, 
en realidad no es buena, solo hace mantenimiento”.

- Comunidad: “en griego es koinonía, implica saberse conocido, amado, 

acompañado por los hermanos”; requiere de grupos pequeños, 
que se conozcan y apoyen

- Discipulado: “es equipar a los santos –como dice Efesios 4, 9-12; 

San Pablo dice que se esfuerza por “presentaros a todos maduros-
perfectos para Cristo”, no es tanto una perfección absoluta como un alcanzar
la madurez, la completitud…

- Evangelización: “es la proclamación explícita de Jesús…

 Muchos dicen que evangelizan ‘con su vida’ pero ya Pablo VI explicaba que
 tarde o temprano el testimonio de vida debe dar paso a la palabra,
 hay que mencionar a Jesús…
 no hay evangelización si no se proclama el Nombre,
 persona, obras de Jesucristo
Sin proclamación explícita no es evangelización. 
Será, como mucho, pre-evangelización. 
Lo de “evangeliza sin parar y si es necesario usa palabras” que se atribuye
 a Francisco de Asís no sale en realidad en ninguno de sus textos.



(El padre Mallon, con Tote Barrera de Curso Alpha
y el obispo Rafael Zornoza, de Cádiz;
las fotos son de G. Heredia)


El pastor y las ovejas ninja 
Mallon, hablando a los curas reunidos en el ENE, les comentó que

 “el pastoreo implica alimentar a las ovejas y cuidarlas y
 protegerlas de los lobos, y últimamente nos dedicamos más a enterrarlas
 y a cuidar algunas, en vez de alimentarlas a todas.
 Una noche soñé que yo predicaba y decía algo absurdo: “¡estamos llamados a hacer ovejas-ninja, no pasivas!”.
 Cuando desperté me pregunté de donde vendría la idea… pero me gustó.
 ¡Hagamos ovejas ninja! Son ovejas altamente entrenadas, con muchas habilidades, y eso prediqué.”

Para Mallon, las “ovejas ninja” es a lo que se refiere Evangelii Gaudium 15 

(“un ministerio pastoral decididamente misionero”) y Evangeliun Gaudium, 120 (“discipulado”).

Para “hacer ovejas ninja” en Saint Benedict Mallon estableció dos pasos:

-Primero: conseguir el impulso inicial, creando expectación en los parroquianos
-Segundo: ser estratégico, y atender procesos (más que programas)

Cómo crear el impulso
Hemos dedicado los 4 primeros años a crear el impulso,

 crear la expectación, el deseo… y ahora vamos a por lo estratégico”,
 explicó.

“Para crear el impulso decimos a la gente: mira, en esta parroquia

esperamos que seas un discípulo… “. La parroquia puede ser
“exigente”, pedir mucho al parroquiano, porque también
 el parroquiano espera mucho de la parroquia.
 La parroquia es muy acogedora porque va a ser muy exigente.

El parroquiano va a aprender tener altas expectativas:

-en la alabanza: música, emoción, elevación espiritual…
-en el estar y sentirse conectado con la gente, los hermanos, Dios
-en el crecer personalmente
-en el servicio
-en el dar (también económicamente… “sin pagar no hay empleados, 

y son necesarios para el cambio”, dice Mallon).

Decía Miguel Ángel, el artista renacentista: “nuestro peligro es tener

 expectaciones demasiado bajas y alcanzarlas”.
 Ese es, según Mallon, el problema de las parroquias.
 Mallon recuerda que en la parábola de los talentos 
el Amo esperaba un fruto elevado de su inversión, 
del uso de los talentos. “Si la Iglesia no crece es que no está sana”, sentencia.

Senescalía: sé generoso, Dios te lo prestó
El impulso inicial para transformar una parroquia llega predicando

 insistentemente que “lo que tenemos cada uno –tiempo, dinero, salud, talentos-
 no es nuestro, solo se nos ha prestado para que los administremos para Dios”,
 somos senescales o administradores de Dios”.

Mallon explica el fruto de insistir a los parroquianos en esta cultura de la

“senescalía”, del ser administradores de Dios:
 “Nuestra colecta pasó de 10.000 dólares cada domingo a 25.000 a la semana”. 

[En este momento, la audiencia de sacerdotes españoles en el taller del ENE

rumoreó, comentó y se escandalizó, conscientes de partir de una cultura
 absolutamente distinta. “Mejor no nos expliques lo del dinero”,
 propuso un cura.]

Pero, ¿cómo se consiguen esas cifras de donativos, que permiten contratar

 personal y dedicar recursos a la música, la misión, la evangelización…? 
Con 3 campañas anuales durante 4 años:

- una sobre “administración del tiempo”: 

se fomenta el dar tiempo para servir, con testimonios, un librito con 
programas de discipulado, un festival para mostrar los ministerios
 parroquiales y una llamada visible: “sube ahora y elige en qué te comprometes”,
 con cada feligrés levantándose y entregando una tarjeta ante el altar 
con su compromiso
- otra campaña similar sobre los talentos y el servicio;
- y una tercera sobre “como administrar tus tesoros”, con testimonios y predicaciones 5 semanas al año sobre donaciones y generosidad

En 4 años se consigue el “impulso inicial” en la parroquia:

 “un 45% de nuestros feligreses han asumido esta cultura ya,
 una cultura de evangelización y discipulado, con vidas cambiadas;
 ahora pasan mil cosas a todas horas en la parroquia y los feligreses se pelean por
 las salas y locales aunque son muchos, porque hay muchos servicios en marcha”.

Procesos, no proyectos
Tras la fase inicial basada en crear expectativas viene la fase estratégica, 

que depende necesariamente de tener “discípulos misioneros”.
 ¿Cómo define Mallon a un discípulo misionero (que debería ser lo estándar
 y normal de un cristiano maduro y adulto en una parroquia)?

El discípulo misionero es un feligrés que: 
- Tiene relación personal con Jesús
- Puede compartir su fe con otros, hablar de ella
- Está abierto a los dones del Espíritu Santo y los usa
- Conoce las Escrituras
- Conoce teología básica
- Es de oración diaria
- Acude al menos a la misa dominical
- Se confiesa
- Puede orar espontáneamente
- Puede orar en voz alta si se le pide
- Ve su vida como un campo de misión

En esta fase ya no importan tanto los programas (cosas que hay que hacer) 

como los procesos (cambios que la gente vive).

“Ofrecíamos 60 programas 90 veces al año”, comenta Mallon.

 “A mí me gustaba pero mi personal se frustraba y eso no era estratégico. 
Ahora hemos reducido las opciones mucho y ofrecemos procesos, 
cosas que cambian a la gente”.

El poder de tener visión
Todo esto parecen teorías locas si no hay una visión apasionada detrás.

Mallon cita a Bill Hybels que define “la visión” como “una visión 

del futuro que produce pasión”.

Es el fuego de Jeremías 20,9 (“un fuego ardiente”) y

 de Juan 2,17 (“el celo de tu casa me consume”).

La visión es como poner un cartel en tu autocar con la ciudad 

donde vas; si tu parroquia no tiene visión, no va a ningún sitio, 
es un autocar parado.
 El primer paso es decir: hay que moverse.
 El segundo es la visión: a dónde vamos”, comenta Mallon.

En Evangelii Gaudium, el Papa Francisco habla así:

“tengo un sueño, una opción misionera, un impulso misionero 
capaz de cambiarlo todo… Tiempos y horarios, lenguajes y estructuras”
 También Martin Luther King dijo: “tengo un sueño”,
 y no “tengo un plan”.

“Los sueños son lo que inspira a la gente, si tienes un sueño, 

una visión, la gente te seguirá; si tienes sólo un plan, no
La falta de financiación nunca es un problema de dinero, sino de visión; 
la falta de unidad en la Iglesia también es un problema de falta de visión”.

Por eso Mallon dice a los sacerdotes y párrocos y líderes cristianos: 

“Id a la capilla, preguntad al Señor cual es vuestra visión,
 la imagen futura que os apasiona, sin la que no podrás liderar”.

Para Mallon, la Iglesia es como un campo deportivo donde

 los laicos son los jugadores, el cura es el entrenador y
 el mundo es espectador asombrado… 
El cura cumple la palabra de San Pablo: “equipar a los santos –los creyentes-
 para el trabajo del ministerio, para edificar el cuerpo de Cristo”.

“¿Cuáles son las personas clave de tu diócesis, zona, etc… con influencia?

 ¡Comparte con ellos tu visión, con unos 20 de ellos!
 Anímalos a ver si se suben al bus.
 No solo los que te caigan bien: alguien que no te cae bien puede entender
 y contagiar tu visión”, propone Mallon.

Insistir con la visión lo que haga falta
“Yo tengo 2 diáconos y un compañero sacerdote en la parroquia; 

cada tres fines de semana yo predico una homilía dominical sobre
 la visión, sobre a dónde debe ir la parroquia, 
por qué hacemos lo que hacemos…
 En 4 años insistiendo, así consigues contagiar la visión.
 Debes apelar a lo que afecta a la gente. 
A los feligreses les digo: “¿os gusta que vuestros hijos y nietos
 dejen de ir a misa, que no bauticen a sus hijos, que no se casen…?” 
Eso preocupa mucho a los fieles. Y les digo: vamos a hacer 
algo distinto para cambiarlo”.

Contagiar la visión significa que muchas reuniones deben 

sustituirse o eliminarse para insistir en la visión:
 es inevitable, igual que es inevitable que el piloto no sirva bebidas y
 lo deje a las azafatas: el piloto sabe donde hay que ir y se dedica a ello.

“El 90% de las personas que vienen a mí en la parroquia quieren

 que haga algo por ellos… pero así no puedo hacer funcionar la visión;
 hay que tomar decisiones duras, quizá ser menos accesible
 a la gente, si así conseguimos difundir la visión
Claro, en cuanto actúes y muevas el autobús muchos te gritarán, regañaran
 y se quejarán al obispo, incluso al Papa. Habrá cartas de anónimos 
que protestan y dicen representar al 90% de la parroquia. 
Pero hay que tener clara tu identidad, tu visión y perseverar”, 
dice Mallon a las treintena de curas españoles que toman nota.

Mallon remite a Evangelii Gaudium 85: “contra la tentación del pesimismo 

y derrotismo, el Papa pide coraje y celo, porque nadie va a la batalla sin creer
 en la victoria”.

7 consejos para lograr procesos de cambio
Y por último da 7 consejos para la fase estratégica:

1- Equipo de liderazgo que funcione: la función de un consejo pastoral

 –excepto en iglesias muy pequeñas- debe ser la visión, saber dónde vamos
 y contagiarlo y desarrollar la estrategia.
 “Nada de hablar de qué color pintas las paredes. Si tienes gente buena,
 santa e inteligente… escúchales, liderad juntos”, propone Mallon.

2. Desarrollar una declaración de visión de la parroquia,

 la visión que tienes en tu corazón… en comunión con la del obispo, 
se supone. “Pero hay obispos sin visión. Los hay que son maestros, 
o gestores, pero no tienen visión ni liderazgo”.

3. Haz una declaración de propósitos en UNA frase, 

que será la brújula de la misión. La parroquia de Saint Benedict 
tiene esta frase: “Ser catalizador de la renovación de la Iglesia”. 
O podría ser: “Crear discípulos misioneros”.

4. Evalúa los 5 sistemas de la vida parroquial (ver arriba)

5. Crea un plan de 5 años con objetivos mesurables…

 Muchos curas infravaloran lo que se puede hacer en 3 años y 
en cambio sobrevaloran lo que se puede hacer en un año.

6. Fortalezas, debilidades, oportunidades y amenazas… 

4 cosas a evaluar en nuestro plan para la parroquia

7. Todo esto no es algo que el párroco pueda controlar 

con detalle. “Si eres maniático del control matarás la obra de Dios. 
No debes ser micromanager, un pastor micromanager vuelve loco a la gente
 y luego no funcionará casi nada. Prefiero un porcentaje de incorrección 
a un 0% de crecimiento. Yo no controlo los 90 ministerios de mi parroquia,
 sus 60 programas de formación. Yo solo imparto uno. 
Tenemos 10 grandes grupos de conexión en casa y no voy a ninguno.
 Los fieles rinden ante su equipo y los equipos ante mí. 
Hay que rendir cuentas, basarse en la subsidiariedad”.

Pensar a lo grande: es para Dios
¿Todo esto es muy ambicioso para un párroco cualquiera en España 

o Hispanoamérica, para un catequista, para un responsable de grupo católico?

A eso Mallon responde que a Dios no le bastaba con reunir las tribus

 de Israel, que a Isaías le dio una visión de todos los pueblos adorando
 al Dios de Israel, una visión desmedida.

“Si tu visión no es tan grande como aterrorizarte quizá

 es insultante para Dios.¿Crees que Dios puede cambiar el mundo 
a través de ti? Él dice: mi Gracia te basta. María dice: 
el Poderoso ha hecho obras grandes en mí. 
¿Esperas que Dios haga cosas grandes? 
Si tu visión es factible por meros esfuerzos tuyos no necesitas la fe. 
Ha de ser una visión loca y grande que requiera la fe.
 Se nos ha encomendado ser testigos…
¡hasta los confines de la Tierra!”, concluye Mallon.