SAN AGUSTIN

¿Cómo aprender Humildad? ¡Sólo con humillaciones!
(Beata Teresa de Calcuta)

...Llenaos primero vosotros mismos; sólo así podréis dar a los demás. (San Agustín)

Dios no pretende de mí que tenga éxito. Sólo me exige que le sea fiel.
(Beata Teresa de Calcuta)

GOTA

... lo que hacemos es tan solo una gota en el mar, pero el mar sería menos si le faltara esa gota.
(Beata Teresa de Calcuta)

Contento, Señor, Contento (San Alberto Hurtado)

...y ESO ES LA SANTIDAD, DEJAR QUE EL SEÑOR ESCRIBA NUESTRA HISTORIA... (Papa Francisco)

«No ser, no querer ser; pisotear el yo, enterrarlo si posible fuera...».
(Santa Ángela de la Cruz)

Reconoce cristiano, tu dignidad, que el Hijo de Dios se vino del Cielo, por salvar tu alma. (San León Magno)

lunes, 31 de diciembre de 2012

FIN DE AÑO : EXAMEN PERSONAL

Madre Teresa Orando



Salmo 18 B (8-15)
Himno a Dios, Autor de la ley

Sed perfectos
como vuestro Padre celestial
es perfecto. (Mt, 5,48)                        

La ley del Señor es perfecta
y es descanso del alma,
el precepto del Señor es fiel
e instruye al ignorante.
Los mandatos del Señor son rectos
y alegran el corazón;
la norma del Señor es límpida
y da luz a los ojos.
La voluntad del Señor es pura
y eternamente estable;
los mandamientos del Señor son verdaderos
y enteramente justos.
Más preciosos que el oro,
más que el oro fino;
más dulces que la miel
de un panal que destila.
Aunque tu siervo vigila
para guardarlos con cuidado,
¿quién conoce sus faltas?
Absuélveme de lo que se me oculta.
Preserva a tu siervo de la arrogancia,
para que no me domine:
así quedaré libre e inocente
del gran pecado.
Que te agraden las palabras de mi boca,
y llegue a tu presencia el meditar de mi corazón,
Señor, roca mía, redentor mío.


Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.

Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.




=0=0=0=0=
S.S. Benedicto XVI en Adoración al Santísimo


Esta noche, muchos católicos pasarán el final e inicio del año nuevo en la Vigilia de Oración ante el Santísimo, que organizan algunas parroquias.Desde ahora quiero unirme a ellos. 


OREMOS



Queridos amigos: A todos los que pasáis por aquí, os invito a meditar, a realizar un pequeño balance de lo  que ha sido este año, cuales han sido nuestros éxitos y nuestros fracasos, como nos hemos perdonado, como hemos servido y ayudado desinteresadamente a los demás,  como hemos cumplido nuestro trabajo y nuestras obligaciones familiares, cuantas han sido las tristezas y alegrías...
Como he tratado a Dios y en Él a mis hermanos, próximos o  prójimos, cercanos y lejanos
¿Cuáles son mis culpas Señor?  ¿Cómo me perdonarás?
¿Cuántos aciertos he procurado en este año?
¿Cuánto te Alabé, Señor? y ¿Cuántas gracias te  dí por aquello inmerecido que me regalaste?

En fin Señor, todo esto sería muy extenso y es tan variado como personas hay en el mundo.Habría más preguntas. Cada uno nos las plantearemos y te responderemos, Señor, a nuestra forma y con toda la sinceridad que Tú ya conoces.
Pero, Señor Tú lo sabes todo, y te doy gracias por la Libertad que me has dado, incluso para Ofenderte.
Perdóname de nuevo...

Acabo , Señor con el pasaje del Salmo, que es Esperanza, Alegría y Paz:
 " El Señor es mi Luz y mi Salvación, 
¿A quién temeré? "

Que ésta sea la primera frase con la que inicie el Año Nuevo, que sea un Año de Fe, Esperanza y Caridad.

domingo, 30 de diciembre de 2012

SAGRADA FAMILIA . VIRTUD DE LA OBEDIENCIA


El Evangelio según san Lucas narra que los pastores de Belén, tras haber recibido del ángel el anuncio del nacimiento del Mesías, "fueron rápidamente y encontraron a María, a José, y al recién nacido acostado en el pesebre". Ante los primeros testigos oculares del nacimiento de Jesús se presentó, por tanto, la escena de una familia: madre, padre e hijo recién nacido. Por esto la Liturgia nos hace celebrar, en el primer domingo después de Navidad, la fiesta de la santa Familia [...] Nos invita a contemplar este "icono" en el que el pequeño Jesús aparece en el centro del afecto y de la solicitud de sus padres. En la pobre gruta de Belén - escriben los Padres de la Iglesia - resplandece una luz vivísima, reflejo del misterio profundo que envuelve a ese Niño, y que María y José guardan en sus corazones y dejan transparentar en sus miradas, en los gestos, sobre todo en sus silencios. Ellos, de hecho, conservan en lo más íntimo las palabras del anuncio del ángel a María: "Aquel que nacerá será llamado Hijo de Dios"[...] ¡Qué importante es, entonces, que cada niño, al venir al mundo, sea acogido por el calor de una familia! No importan las comodidades exteriores: Jesús nació en un establo y como primera cuna tuvo un pesebre, pero el amor de María y de José le hizo sentir la ternura y la belleza de ser amado. De esto necesitan los niños: del amor del padre y de la madre. Esto es lo que les da seguridad y lo que, al crecer, permite el descubrimiento del sentido de la vida. (Benedicto XVI, 1 de enero de 2011).

Sagrada Familia del Velo

Celebramos hoy la Fiesta de la Sagrada Familia, Patronos de los Laicos Misioneros de la Caridad (LMC) de la Familia de la  Beata Teresa de Calcuta.
Después de la Novena, que hemos intentado realizar y que finalizó ayer, celebramos hoy la Fiesta con Alegría.
Madre Teresa escogió los Patronos apropiados, Jesús, José y María, modelos inimitables, pero a los que nos deberíamos acercar en nuestra vida diaria, como hijos, padres o esposos en nuestra vocación como LMC. Nuestro servicio a Dios comienza por santificar nuestra familia y seguir después, como las ondas que provoca una piedra que cae al lago, sirviendo a los demás.En realidad tenemos ocasión de hacerlo todo, pues con los vecinos, en nuestro trabajo, en cualquier actividad, siempre tendremos la oportunidad de trasmitir, siendo instrumentos inútiles de los que Dios se valga para su Servicio.
Como Madre decía, veremos a Jesús en cada uno de los que nos rodean y estaremos dispuestos a servirle con un amor efectivo,un amor grande, hasta que duela.
Servir a Jesús en los demás.

También quisiera hablar de una virtud excelente, la obediencia.
Es una virtud elegida por Dios, primero para Nacer Obedece al Padre, según su plan Divino.Después para Obedecer, siendo Hijo del Padre, y entre nosostros , obedece a José y a María.También obediencia de amor en las Bodas de Caná, Obediencia en Getsemaní, Obediencia en la Pasión, Obediencia para Nuestra Salvación.
Y todo había comenzado con la Obediencia de María en la Encarnación.
Y  había continuado con la Obediencia de José, culminando con el Nacimiento de Dios en una Familia,en el Santo Matrimonio de María y José.
 Dios mismo había elegido a estas  dos  personas que también y gracias a la Obediencia aceptaron cuidarle  en  este mundo.
Gracias a la Obediencia se había formado la Sagrada Familia de Nazaret. Meditemos.

Recemos a la Sagrada Familia , que nos cuide e interceda por nosotros, que bendiga el grupo de LMCs en todo el mundo, y que nos ayuden en  nuestro testimonio sincero y fiel, ante los demás, como auténticos Hijos de Dios y miembros de la Familia Misionera de la Caridad.Que nos ayuden a cumplir nuestros votos de castidad conyugal, pobreza, obediencia y servicio desinteresado a los más pobres de  entre los pobres.

Beata Teresa de Calcuta, Ruega por nosotros.

(miguel LMC)

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A Cristo, Hijo de Dios, que vivió bajo la autoridad de María
y José, venid, adorémosle.

 El niño iba creciendo y robusteciéndose, y se llenaba de
sabiduría; y la gracia de Dios lo acompañaba.

Su padre y su madre estaban admirados por lo que se
decía de él.


PRECES
Adoremos a Cristo, Hijo del Dios vivo, que quiso ser también hijo de
una familia humana, y supliquémosle, diciendo:
Señor Jesús, tú que quisiste ser obediente, santifícanos.

Oh Jesús, Palabra  eterna del Padre, que quisiste vivir bajo la
autoridad de María y de José,
— enséñanos a vivir en la humildad y en la obediencia.
Señor Jesús, tú que quisiste ser obediente, santifícanos.

Maestro de los hombres, que quisiste que María, tu madre,
conservara en su corazón tus palabras y tus acciones,
— enséñanos a escuchar con corazón puro y bueno las palabras de
tu boca.
Señor Jesús, tú que quisiste ser obediente, santifícanos.

Oh Cristo, tú que creaste el universo y quisiste ser llamado hijo del
carpintero,
— enséñanos a trabajar, con empeño y a conciencia, en nuestras
propias tareas.
Señor Jesús, tú que quisiste ser obediente, santifícanos.

Oh Jesús, que en el seno de tu familia de Nazaret creciste en
sabiduría, en estatura y en gracia ante Dios y los hombres,
— concédenos crecer siempre en ti, que eres nuestra cabeza.
Señor Jesús, tú que quisiste ser obediente, santifícanos.



Nazaret quedará, para todos, como el modelo que debemos seguir para:

Vivir como la Sagrada Familia
Amar como la Sagrada Familia
Orar como la Sagrada Familia
Practicar las virtudes, especialmente, al igual que la Sagrada Familia,
 las teologales de la fe, esperanza y caridad, y las morales prudencia,
 justicia, fortaleza y templanza.
Servir especialmente, como ellos, a los más pobres entre los pobres.
Ser santos como Ellos.

“Podemos decir que la Sagrada Familia fue como la Trinidad en la tierra y que,
 en cierto modo, nos representa la Trinidad celestial” (San Francisco de Sales).

Nazaret es la casa del Misionero Laico y, al mismo tiempo, es escuela y modelo donde podemos 
aprender a ser santos como Jesús, María y José.

 Ellos, no solamente son modelo de virtud sino, también, nuestros maestros en:

- Humildad -  La humildad de Dios, encarnada ahora en la persona de Jesús, que nos invita a 
aprenderla de Su humildad (Mt 11,29).

- Obediencia - Estar siempre dispuestos a hacer la santa voluntad de Dios: 
Jesús obedeció a sus padres humanos (Lc 5,52). 
Él aprendió la obediencia al sufrimiento (Hb 58). 
“Mi alimento es hacer la voluntad de Aquél que me ha enviado y llevar a cabo Su Obra” (Jn 4,34).
Él se hace obediente hasta la muerte, muerte en la cruz.
 María dijo al ángel: “He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra” (Lc 1,38). 
También San José es un verdadero ejemplo de pronta obediencia: “Despertó José del sueño, 
e hizo como el Ángel del Señor le había mandado” (Mt 1,24).

- Amor - Se  puede afirmar que la Sagrada Familia de Nazaret es la imagen más real del amor de la Santísima Trinidad. Porque el centro de Dios es el Amor insuperable, creativo, siempre nuevo,
 y dinámico, había, en el corazón de la Sagrada Familia, este mismo Amor insuperable.
 Nadie ha vivido jamás tanto o ha vivido tan próximo a Jesús como María y José en la casa de Nazaret. 
Esta proximidad era tanto física como espiritual y mística.

ORACIÓN A LA SAGRADA FAMILIA

Jesús, María y José, bendecidnos y concedednos la gracia de amar a nuestro Movimiento como debemos, sobre todas las cosas terrenales, y que siempre mostremos nuestro amor con obras.

Jesús, María y José, bendecidnos y concedednos la gracia de vivir generosamente los votos.

Jesús, María y José, bendecidnos y concedednos la gracia de participar, como debemos,
en la defensa y propagación de la fe, cuando el deber nos llame, ya sea con la palabra o
con el sacrificio o con nuestra propia vida.

Jesús, María y José, bendecidnos y concedednos la gracia de amar a los Hermanos de nuestras Comunidades en caridad mutua, como debemos, y en armonía perfecta de pensamiento, voluntad y
 acción, bajo la guía de nuestros Superiores; enseñadnos a ser pobres y sencillos y a ir en busca
de los más pobres entre los pobres, para amar y servir en obediencia a nuestros Estatutos.

Jesús, María y José, bendecidnos y concedednos la gracia de conformar nuestras vidas plenamente, 
como debemos, según el Espíritu Santo y el Carisma de nuestro Movimiento,
tal como está detallado en nuestros Estatutos y Camino Espiritual, para así vivir siempre
 en la Caridad que en ellos se expone.

Jesús, María, José, pedimos en particular el favor especial de... (mencionar el favor).


CONSAGRACIÓN DE NUESTRO MOVIMIENTO

A LA SAGRADA FAMILIA

 Amadísimo Jesús: por Tus sublimes y hermosas virtudes de mansedumbre, bendice 
paz y felicidad a la Familia que elegiste aquí en la Tierra. 
En Tu misericordia, vela por nuestro Movimiento.
 Te pertenecemos, pues hemos recibido muchas bendiciones Tuyas durante años;
 nos confiamos nosotros mismos y confiamos nuestro Movimiento,
 con su crecimiento en número y en santidad, a Tu amorosa providencia y a Tu cuidado 
y protección paternal.

Vela por nuestra Comunidad, por nuestro Movimiento y por todos sus miembros.
 En Tu amorosa bondad, protégenos del peligro, concédenos Tu ayuda en tiempos de necesidad, 
así como  la gracia de perseverar hasta el final a imitación de Tu Sagrada Familia,
 para que, así, Tú seas amado y servido fielmente en la Tierra, en nuestros hermanos 
y en los más pobres entre las pobres y podamos alabarte eternamente en el Cielo.

María, Madre querida: a tu intercesión hemos recurrido sabiendo que tu Divino Hijo escuchará
 tus súplicas. Glorioso Patriarca San José, ayúdanos con  tu poderosa mediación y ofrece nuestras oraciones a Jesús a través de las manos de María.

Amén.   


LETANÍA DE LA SAGRADA FAMILIA

Señor, ten piedad                                                                                Señor, ten piedad

Cristo, ten piedad,                                                                               Cristo, ten piedad

Señor, ten piedad                                                                                Señor, ten piedad
      
Cristo, óyenos,                                                                                      Cristo, óyenos

Cristo, escúchanos,                                                                       Cristo, escúchanos

Dios Padre  celestial,                                                              ten piedad de nosotros

Dios Hijo, Redentor del mundo,                                              ten piedad de nosotros                    
Dios,  Espíritu Santo,                                                                 ten piedad de nosotros
      
Santa Trinidad, un sólo Dios,                                                  ten piedad de nosotros                    
Sagrada Familia, representación terrenal de la Trinidad celestial,
                                                                                                         bendícenos y guíanos

Sagrada Familia, ejemplo y protectora de la Iglesia,                bendícenos y guíanos

Sagrada Familia, terror del demonio,                                        bendícenos y guíanos                

Sagrada Familia, escuela y modelo para todas las familias,    bendícenos y guíanos
                                         
Sagrada Familia, hogar y modelo para todos los contemplativos,
                                                                                                    bendícenos y enséñanos

Sagrada Familia, hogar de silencio y soledad,                    bendícenos y enséñanos

Sagrada Familia, escuela de humildad y caridad,               bendícenos y enséñanos

Sagrada Familia, escuela del amor perfecto de Dios y del prójimo,
                                                                                                    bendícenos y enséñanos

Sagrada Familia, escuela de insaciable deseo de Dios,     bendícenos y enséñanos

Sagrada Familia, escuela de perdón y de aceptación recíproca,
                                                                                                   bendícenos y enséñanos

Sagrada Familia, escuela de duro trabajo                             bendícenos y enséñanos

Sagrada Familia, escuela de renuncia y de sacrificio,         bendícenos y enséñanos

Sagrada Familia, escuela de incondicional aceptación de la voluntad de Dios
                       bendícenos y enséñanos

Sagrada Familia, escuela de perfecta alegría y paz profunda, 
                                                                                                    bendícenos y enséñanos

Sagrada Familia, escuela de castidad perpetua,                bendícenos y enséñanos

Sagrada Familia, escuela de pobreza evangélica,             bendícenos y enséñanos

Sagrada Familia, escuela de pronta y perfecta obediencia,
                                                                                                    bendícenos y enséñanos

Santa Familia, escuela de servicio amable y de todo corazón a los más necesitados,                                         
                        bendícenos y enséñanos

Sagrada Familia, escuela de intensa e infinita sed por la salvación de las almas,        
                        bendícenos y enséñanos

Sagrada Familia, escuela de cálida acogida y generosa hospitalidad,
                                                                                                     bendícenos y enséñanos

Sagrada Familia, escuela de buena voluntad y generosidad,
                                                                                                     bendícenos y enséñanos

Sagrada Familia, escuela de fe, esperanza y caridad,         bendícenos y enséñanos

Sagrada Familia, escuela de prudencia, fortaleza, justicia y templanza,                                                   
                         bendícenos y enséñanos

Sagrada Familia, escuela de todas las virtudes,                   bendícenos y enséñanos

Sagrada Familia, nuestra celestial patrona y protectora,      bendícenos y protégenos

Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo,             ten piedad  de nosotros

Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo,              ten piedad de nosotros

Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo,                              danos la paz

Oremos: Señor Padre Santo, que en el admirable plan de tu amor has querido que tu Hijo 
naciese de mujer y se sometiese a la tutela de dos humildes criaturas como María y José, 
proporciónanos un conocimiento siempre vivo y penetrante del misterio del Verbo  encarnado
 para imitar Su vida oculta hasta el día en que, guiados por la Virgen María y por San José,
 entremos exultantes en Tu casa. 
Te lo pedimos por Jesucristo, Tu Hijo, que es Dios, y que vive y reina contigo
 en la unidad del Espíritu Santo por los siglos de los siglos. Amén.

Dios os bendiga

P. Sebastián Vazhakala M.C.
Co-Fundador  con Madre Teresa de los Laicos Misioneros de la Caridad





viernes, 28 de diciembre de 2012

MADRE TERESA Y EL ABORTO


EVANGELIO
Herodes mandó matar a todos los niños en Belén
Lectura del santo evangelio según san Mateo 2, 13-18
Cuando se marcharon los magos, el ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo:
-«Levántate, coge al niño y a su madre y huye a Egipto; quédate allí hasta que yo te avise, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo.»
José se levantó, cogió al niño y a su madre, de noche, se fue a Egipto y se quedó hasta la muerte de Herodes. Así se cumplió lo que dijo el Señor por el profeta.
«Llamé a mi hijo, para que saliera de Egipto.»
Al verse burlado por los magos, Herodes montó en cólera y mandó matar a todos los niños de dos años para abajo, en Belén y sus alrededores, calculando el tiempo por lo que había averiguado de los magos.
Entonces se cumplió el oráculo del profeta Jeremías:
«Un grito se oye en Ramá, llanto y lamentos grandes; es Raquel que llora por sus hijos, y rehúsa el consuelo, porque ya no viven.»

COMENTARIO

El comentario de hoy quizás sea difícil de digerir para algunos. Hay unos niños que mueren en lugar de Cristo y la Iglesia celebra su fiesta. Alguno podría pensar que la Iglesia los ha colocado en el cielo para ahorrarse dar explicaciones, pero no es así. El Cardenal Newman decía: “Todos los que se acercaron a Jesús han sufrido, más o menos, por el mismo hecho del contacto, como si emanara de él una fuerza secreta que purifica y santifica las almas por medio de las penas de este mundo. Este fue el caso de los santos inocentes”.

MADRE TERESA  Y EL ABORTO

El aborto, la mayor amenaza para la paz
Pero la amenaza más grande que sufre la paz hoy en día es el aborto, porque el aborto es hacer la guerra al niño, al niño inocente que muere a manos de su propia madre. Si aceptamos que una madre pueda matar a su propio hijo, ¿cómo podremos decirle a otros que no se maten? ¿Cómo persuadir a una mujer de que no se practique un aborto? Como siempre, hay que hacerlo con amor y recordar que amar significa dar hasta que duela. Jesús dio su vida por amor a nosotros. Hay que ayudar a la madre que está pensando en abortar; ayudarla a amar, aún cuando ese respeto por la vida de su hijo signifique que tenga que sacrificar proyectos o su tiempo libre. A su vez el padre de esa criatura, sea quien fuere, debe también dar hasta que duela.

Al abortar, la madre no ha aprendido a amar; ha tratado de solucionar sus problemas matando a su propio hijo. Y a través del aborto, se le envía un mensaje al padre de que no tiene que asumir la responsabilidad por el hijo engendrado. Un padre así es capaz de poner a otras mujeres en esa misma situación. De ese modo un aborto puede llevar a otros abortos. El país que acepta el aborto no está enseñando a su pueblo a amar sino a aplicar la violencia para conseguir lo que se quiere.  [Es por esto que el mayor destructor del amor y la paz es el aborto


El niño es un regalo de Dios

Hay mucha gente muy preocupada por los niños de la India o África, donde mueren tantos de hambre. Mucha gente está preocupada por la violencia en esta gran nación de los Estados Unidos. Está muy bien que estemos preocupados por todo eso.  Pero a menudo esa misma gente no se preocupa por los millones de seres humanos aniquilados por decisión [deliberada] de sus propias madres. [Y esto es lo que es el gran destructor de la paz hoy —el aborto lo que trae a la gente a tal ceguera.
En la India y en todo lugar que visito, insisto en que debemos volver a dedicarle al niño toda la atención que se merece. El niño es un regalo de Dios para la familia. Cada niño ha sido creado a imagen y semejanza de Dios para cosas grandes, para amar y ser amado. Debemos colocar al niño de nuevo en el centro de nuestro cuidado y preocupación [el texto en Inglés dice: Y por esto apelo en la India y apelo por todas partes, "Traigamos al niño" al centro de nuestro cuidado y preocupación. Este es el único camino para que el mundo siga adelante [pueda sobrevivir]. Precisamente porque el niño es la única esperanza para el futuro. Cuando los más ancianos son llamados a la presencia de Dios, sólo sus hijos pueden ocupar su lugar.
[Pero ¿qué nos dice Dios?]  Dios nos dice: "Aunque una madre pueda olvidarse de su hijo, yo no me olvidaré de ti. Te he esculpido en la palma de mi mano."  Nosotros estamos esculpidos en la palma de Su mano. El niño que todavía no ha nacido ha sido esculpido en la mano de Dios desde su concepción, y ha sido llamado por Dios a amar y ser amado, no sólo ahora, en esta vida, sino para siempre, en la eternidad. Dios no se olvida nunca de nosotros
Combatamos el aborto con la adopción

Les confiaré algo hermoso: Estamos combatiendo el aborto con la adopción: cuidamos a la madre y adoptamos a su hijo. De ese modo hemos salvado miles de vidas. Hemos enviado comunidades a las clínicas, diciéndoles: "Por favor, no maten al niño, nosotros nos haremos cargo de él". Siempre hay algunos de los nuestros que les dice a las madres en problemas: "Venga, la cuidaremos y hallaremos un hogar para su hijo". Y así tenemos una gran demanda de niños por parte de matrimonios que no pueden tener hijos. Pero nunca entrego un niño a un matrimonio que haya hecho algo para no tener un hijo. Jesús dijo: "El que reciba a uno de estos pequeños [en mi nombre], a mí me recibe." Al adoptar un niño, esos matrimonios están recibiendo al mismo Señor [Jesús]  [pero abortando un niño, una pareja rechaza el recibir a Jesús.]

Les pido por favor que no maten a los niños. Yo quiero esos niños: ¡Dénmelos! Estoy dispuesta a aceptar todo niño que se pretenda abortar y darlo a un matrimonio que lo ame y a su vez sea amado por el niño. Sólo en nuestro Hogar Infantil de Calcuta hemos reunido 3,000 niños que han sido salvados del aborto, niños que luego han brindado mucho amor y alegría a sus padres adoptivos [y han crecido tan llenos de amor y gozo.

Y siguiendo con el comentario al Evangelio: 
Celebramos que son mártires. Es decir, que murieron por Cristo. Y su muerte provocó el llanto de sus madres. El Evangelio de hoy no oculta la profundidad de ese dolor. Con palabras de Isaías señala: “Un grito se oye en Ramá, llanto y lamentos grandes; es Raquel que llora por sus hijos y rehúsa el consuelo, porque ya no viven”.
Me impresiona la presencia de estas palabras en el Evangelio, porque evidencian que Dios no se toma a la ligera el dolor del hombre. El sufrimiento no es algo que podamos obviar. Decir “ha sucedido” y pasar página. Jesús, al entrar en el mundo, va a conocer lo más oscuro de él y va a saborearlo hasta el fondo, apurando las heces del cáliz que le es ofrecido. Él es el Inocente por excelencia, el que no cometió pecado y cargó con las culpas de todos. Y permitió, en un misterio que nos desborda, que unos niños sin culpa, en los albores de la infancia, fueran víctimas de la crueldad de Herodes. Como dice san Agustín, “no fue la espada sino la causa”, la que les confirió el martirio.


Y pensamos también en el corazón maternal de María, al que debieron llegar los llantos de aquellas mujeres que habían perdido a su Hijo y que ella miraría con una compasión hasta entonces desconocida. Y al apretar a su Niño entre los brazos susurraría: “Cuando lo veáis clavado en la cruz y resucitado lo entenderéis todo”. No temáis llorar, porque Dios mismo será vuestro consuelo.

Rosary  for life

LOS SANTOS INOCENTES


Los Santos Inocentes: De acuerdo a un relato del Evangelio de san Mateo (2, 13-13), el Rey Herodes mandó matar a los niños de Belén menores de dos años al verse burlado por los magos de Oriente que habían venido para saludar a un recién nacido de estirpe regia.
A partir del siglo IV, se estableció una fiesta para venerar a estos niños, muertos como "mártires" en sustitución de Jesús. La devoción hizo el resto. En la iconografía se les presenta como niños pequeños y de pecho, con coronas y palmas (alusión a su martirio). La tradición oriental los recuerda el 29 de diciembre; la latina, el 28 de diciembre. La tradición concibe su muerte como "bautismo de sangre" (Rm 6, 3) y preámbulo al "éxodo cristiano", semejante a la masacre de otros niños hebreos que hubo en Egipto antes de su salida de la esclavitud a la libertad de los hijos de Dios (Ex 3,10; Mt 2,13-14).En nuestro tiempo continúa la masacre de inocentes. Millones son masacrados por el aborto, millones más mueren abandonados al hambre... ¿Qué hacemos?. 
Venid, adoremos a Cristo, recién nacido, que ha coronado a los mártires inocentes.
Los niños alaban al Señor; 
muertos, proclaman lo que en la vida no pudieron decir.

La Masacre de los Santos Inocentes
Daniele da Volterra 1509-1566
Gallería degli Uffizi, Florencia

Cántico: Dn 3,57-88.56
Toda la creación alabe al Señor
Alabad al Señor,
sus siervos todos.
(Ap 19,5)
Criaturas todas del Señor, bendecid al Señor,
ensalzadlo con himnos por los siglos.
Ángeles del Señor, bendecid al Señor;
cielos, bendecid al Señor.
Aguas del espacio, bendecid al Señor;
ejércitos del Señor, bendecid al Señor.
Sol y luna, bendecid al Señor;
astros del cielo, bendecid al Señor.
Lluvia y rocío, bendecid al Señor;
vientos todos, bendecid al Señor.
Fuego y calor, bendecid al Señor;
fríos y heladas, bendecid al Señor.
Rocíos y nevadas, bendecid al Señor;
témpanos y hielos, bendecid al Señor.
Escarchas y nieves, bendecid al Señor;
noche y día, bendecid al Señor.
Luz y tinieblas, bendecid al Señor;
rayos y nubes, bendecid al Señor.
Bendiga la tierra al Señor,
ensálcelo con himnos por los siglos.
Montes y cumbres, bendecid al Señor;
cuanto germina en la tierra, bendiga al Señor.
Manantiales, bendecid al Señor;
mares y ríos, bendecid al Señor;
Cetáceos y peces, bendecid al Señor;
aves del cielo, bendecid al Señor.
Fieras y ganados, bendecid al Señor,
ensalzadlo con himnos por los siglos.
Hijos de los hombres, bendecid al Señor;
bendiga Israel al Señor.
Sacerdotes del Señor, bendecid al Señor;
siervos del Señor, bendecid al Señor.
Almas y espíritus justos, bendecid al Señor;
santos y humildes de corazón, bendecid al Señor.
Ananías, Azarías y Misael, bendecid al Señor,
ensalzadlo con himnos por los siglos.
Bendigamos al Padre y al Hijo con el Espíritu Santo,
ensalcémoslo con himnos por los siglos.
Bendito el Señor en la bóveda del cielo,
alabado y glorioso y ensalzado por los siglos.



Niños inocentes murieron por Cristo.
 Por orden de un rey cruel, 
fueron ejecutados niños de pecho. 
Ahora siguen al Cordero sin mancha y
 cantan sin cesar: «Gloria a ti, Señor».

jueves, 27 de diciembre de 2012

MADRE TERESA. ORACIÓN POR LA FAMILIA

Beata Teresa de Calcuta

Oración por la Familia


Padre nuestro que estás en el cielo,
tú nos has dado un modelo de vida
en la Sagrada Familia de Nazaret.
Ayúdanos, Padre amantísimo,
a hacer de nuestra familia
un nuevo Nazaret donde reine la alegría y la paz.
Que sea profundamente contemplativa,
intensamente eucarística y vibrante de gozo.
Ayúdanos a permanecer unidos
en los gozos y en las penas
gracias a la oración familiar.
Enséñanos a reconocer a Jesús
en cada miembro de nuestra familia,
particularmente cuando sufre y está herida.
Que el Corazón eucarístico de Jesús
haga nuestros corazones suaves y humildes, semejantes al suyo (Mt 11,29).
Ayúdanos a cumplir santamente nuestra vocación familiar.
Que nos podamos amar los unos a los otros
como Dios nos ama a cada uno cada día más,
y nos perdonemos mutuamente nuestras faltas
así como tú perdonas nuestros pecados.
Ayúdanos, Padre amantísimo,
a acoger todo lo que nos das
con una amplia sonrisa.
Corazón inmaculado de María, causa de nuestra alegría, ora por nosotros.
Santos ángeles de la guarda,
permaneced junto a nosotros,
guiadnos, protegednos.
Amén.
Teresa de Calcuta

TRIDUO A LA SAGRADA FAMILIA . DIA PRIMERO

En la celebración de la Novena a la Sagrada Familia , los últimos tres días lo conforman el Triduo para vivir mas intensamente la Oración, Penitencia y Alabanza que debemos a nuestros patronos, Jesús, José y María , como Familia a  imitar  en todo y a intentar vivir las virtudes que nos muestran con sus vidas.

Así, pues, si oramos con un renovado fervor y con más asiduidad, deseando nuestro continuo crecimiento en santidad y nuestra bendita perseverancia, nuestras invocaciones y nuestra novena unidas, como si fuesen una sola cosa, nos conducirán, desde luego, a la meta deseada.

Esperamos que todos los preparativos para la fiesta de la Sagrada Familia nos ayuden a  comprender cada vez más profundamente nuestra llamada a servir a Jesús en el Movimiento de los Misioneros de la Caridad Laicos.
Sagrada Familia
Santuario de Torreciudad,.
Barbastro (Huesca)


Triduo Primer Día

                                                  Séptimo día de la Novena : Oración      

“La aparente tensión entre la vida activa y la contemplativa encuentra en José 
una ideal superación, posible para quien posee la perfección de la caridad”.
(Redentoris Custos, 26).


“La familia que reza unida, permanece unida”

“Nazaret nos enseña la importancia del silencio. ¡Oh, si renaciera en nosotros 
la estima por el silencio, ambiente admirable e indispensable para el espíritu!.
¡Oh, silencio de Nazaret!, enséñanos a ser perseverantes en los buenos pensamientos, atentos a la vida interior, dispuestos a sentir las secretas inspiraciones de Dios y las exhortaciones de los verdaderos maestros. Enséñanos cuán importantes y necesarios
son el trabajo de preparación, el estudio, la meditación, la interioridad de la vida, la oración en silencio, que sólo Dios conoce” 
(Papa Pablo VI; Nazaret, 5 de Enero de 1964).

SAN JUAN EVANGELISTA, APÓSTOL




Tu que revelaste a Juan
tus misterios más secretos
y los altos vericuetos
que mis ojos no verán,
haz que yo logre entender
cuanto Juan nos ha contado.
Déjame, Señor, poner
mi cabeza en tu costado.
Tú que en el monte Calvario
entre sus manos dejaste
el más santo relicario:
la carne donde habitaste;
tú que le dejaste ser
el hijo bienadoptado,
déjame, Señor, poner
mi cabeza en tu costado.
Y tú, Juan, que a tanto amor
con amor correspondiste
y la vida entera diste
por tu Dios y tu Señor,
enséñame a caminar
por donde tú has caminado.
Enséñame a colocar
la cabeza en su costado. Amén.




Biografía del Apostol San Juan
El Apóstol San Juan era natural de Betsaida, ciudad de Galilea, en la ribera norte del mar de Tiberíades. Sus padres eran Zebedeo y Salomé; y su hermano, Santiago el Mayor. Formaban una familia acomodada de pescadores que, al conocer al Señor, no dudan en ponerse a su total disposición. Juan y Santiago, en respuesta a la llamada de Jesús, dejando a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros, le siguieron . Salomé, la madre, siguió también a Jesús, sirviéndole con sus bienes en Galilea y Jerusalén, y acompañándole hasta el Calvario.

Juan había sido discípulo del Bautista cuando éste estaba en el Jordán, hasta que un día pasó Jesús cerca y el Precursor le señaló: He ahí el Cordero de Dios. Al oir esto fueron tras el Señor y pasaron con El aquel día . Nunca olvidó San Juan este encuentro.

Volvió a su casa en Betsaida, al trabajo de la pesca. Poco después, el Señor, tras haberle preparado desde aquel primer encuentro, le llama definitivamente a formar parte del grupo de los Doce. San Juan era, con mucho, el más joven de los Apóstoles; no tendría aún veinte años cuando correspondió a la llamada del Señor , y lo hizo con el corazón entero, con un amor indiviso, exclusivo.

En San Juan, y en todos, la vocación da sentido aun a lo más pequeño. La vida entera se ve afectada por los planes del Señor sobre cada uno de nosotros. (EI descubrimiento de la vocación personal es el momento más importante de toda existencia. Hace que todo cambie sin cambiar nada, de modo semejante a como un paisaje, siendo el mismo, es distinto después de salir el sol que antes, cuando lo bañaba la luna con su luz o le envolvían las tinieblas de la noche. Todo descubrimiento comunica una nueva belleza a las cosas)

Toda la vida de Juan estuvo centrada en su Señor y Maestro; en su fidelidad a Jesús encontró el sentido de su vida. Ninguna resistencia opuso a la llamada, y supo estar en el Calvario cuando todos los demás habían desaparecido. Así ha de ser nuestra vida, pues, aunque el Señor hace llamamientos especiales, toda su predicación tiene algo que comporta una vocación, una invitación a seguirle en una vida nueva, cuyo secreto El posee: si alguno quiere venir en pos de Mí...

A todos nos ha elegido el Señor —a algunos con una vocación específica—para seguirle, imitarle y proseguir en el mundo la obra de su Redención. Y de todos espera una fidelidad alegre y firme, como fue la del Apóstol Juan. También en los momentos difíciles.
La Última Cena
 Este es el apóstol Juan, que durante la cena reclinó su cabeca en el pecho del Señor.

Junto con Pedro, San Juan recibió del Señor particulares muestras de amistad y de confianza. El Evangelista se cita discretamente a sí mismo como el discípulo a quien Jesús amaba. Ello nos indica que Jesús le tuvo un especial afecto. Así, ha dejado constancia de que, en el momento solemne de la Ultima Cena, cuando Jesús les anuncia la traición de uno de ellos, no duda en preguntar al Señor, apoyando la cabeza sobre su pecho, quién iba a ser el traidor.


La suprema expresión de confianza en el discípulo amado tiene lugar cuando, desde la Cruz, el Señor le hace entrega del amor más grande que tuvo en la tierra: su santísima Madre. Si fue trascendental en la vida de Juan el momento en que Jesús le llamó para que le siguiera, dejando todas las cosas, ahora, en el Calvario, tiene el encargo más delicado y entrañable: cuidar de la Madre de Dios.
A los pies de la Cruz

Jesús, viendo a su madre y al discípulo a quien amaba, que estaba allí, dijo a su madre: Mujer, he ahí a tu hijo. Después dice al discípulo: He ahí a tu madre. Y desde aquel momento el discípulo la recibió en su casa .
 A Juan, como a ningún otro, pudo hablar la Virgen de todo aquello que guardaba en su corazón.

Hoy, en su festividad, miramos al discípulo a quien Jesús amaba, por el inmenso don que le entregó el Señor, y a la vez hemos de agradecer los cuidados que con Ella tuvo hasta el final de sus días aquí en la tierra.

Todos los cristianos, representados en Juan, somos hijos de María. Hemos de aprender de San Juan a tratarla con confianza. El, «el discípulo amado de Jesús, recibe a María, la introduce en su casa, en su vida. Los autores espirituales han visto en esas palabras, que relata el Santo Evangelio, una invitación dirigida a todos los cristianos para que pongamos también a María en nuestras vidas.

Podemos también imaginar la enorme influencia que la Virgen ejerció en el alma del joven Apóstol. Nos podemos hacer una idea más acabada al recordar esas épocas de nuestra vida —quizá ahora—en que nosotros mismos hemos acudido y hemos tratado de modo especial a la Madre de Dios.
Mater Doloris


Pocos días después de la Resurrección del Señor se encuentran algunos de sus discípulos junto al mar de Tiberíades, en Galilea, cumpliendo lo que les ha dicho Jesús resucitado.
Están dedicados de nuevo a su oficio de pescadores. Entre ellos se encuentran Juan y Pedro.

El Señor va a buscar a los suyos. El relato nos muestra una escena entrañable de Jesús con los que, a pesar de todo, han permanecido fieles. «Pasa al lado de sus Apóstoles, junto a esas almas que se han entregado a El; y ellos no se dan cuenta.

 ¡ Cuántas veces está Cristo, no cerca de nosotros, sino en nosotros; y vivimos una vida tan humana! (...).

Entonces, el discípulo aquel que Jesús amaba se dirige a Pedro: es el Señor. Aquel Apóstol adolescente, con el firme cariño que siente hacia Jesús, porque quería a Cristo con toda la pureza y toda la ternura de un corazón que no ha estado corrompido nunca, exclamó: ¡es el Señor!

»Simón Pedro apenas oyó es el Señor, vistió la túnica y se echó al mar. Pedro es la fe. Y se lanza al mar, lleno de una audacia de maravilla.

 Con el amor de Juan y la fe de Pedro, ¿hasta dónde llegaríamos nosotros?

¡Es el Señor! Ese grito ha de salir también de nuestros corazones en medio del trabajo, cuando llega la enfermedad, en el trato con aquellos que conviven- con nosotros. Hemos de pedirle a San Juan que nos enseñe a distinguir el rostro de Jesús en medio de esas realidades en las que nos movemos, porque Él está muy cerca de nosotros y es el único que puede darle sentido a lo que hacemos.

Además de sus escritos inspirados por Dios, conocemos por la tradición detalles que confirman el desvelo de San Juan para que se mantuviera la pureza de la fe y la fidelidad al mandamiento del amor fraterno 17. San Jerónimo cuenta que a los discípulos que le llevaban a las reuniones, cuando ya era muy anciano, les repetía continuamente: «Hijitos, amaos los unos a los otros». Le preguntaron por su insistencia en repetir siempre lo mismo. San Juan respondió: «Este es el mandamiento del Señor y, si se cumple, él solo basta» .

A San Juan podemos encomendarle hoy muchas cosas:
De modo especial que los jóvenes busquen a Cristo, lo encuentren y tengan la generosidad de seguir su llamada.
Su intercesión para que  nosotros seamos fieles al Señor como él lo fue.
Que sepamos tener al sucesor de Pedro, el amor y el respeto que él manifestó al primer Vicario de Cristo en la tierra.
Que nos enseñe a tratar a Maria, Madre de Dios y Madre nuestra, con más cariño y más confianza.
Que quienes están a nuestro alrededor puedan saber que somos discípulos de Jesús por el modo en que los tratamos.

Dios y Señor nuestro, que nos has revelado por medio del apóstol San Juan el misterio de tu Palabra hecha carne; concédenos, te rogamos, llegar a comprender y a amar de corazón lo que tu apóstol nos dio a conocer.