SAN AGUSTIN

¿Cómo aprender Humildad? ¡Sólo con humillaciones!
(Beata Teresa de Calcuta)

...Llenaos primero vosotros mismos; sólo así podréis dar a los demás. (San Agustín)

Dios no pretende de mí que tenga éxito. Sólo me exige que le sea fiel.
(Beata Teresa de Calcuta)

GOTA

... lo que hacemos es tan solo una gota en el mar, pero el mar sería menos si le faltara esa gota.
(Beata Teresa de Calcuta)

Contento, Señor, Contento (San Alberto Hurtado)

...y ESO ES LA SANTIDAD, DEJAR QUE EL SEÑOR ESCRIBA NUESTRA HISTORIA... (Papa Francisco)

«No ser, no querer ser; pisotear el yo, enterrarlo si posible fuera...».
(Santa Ángela de la Cruz)

Reconoce cristiano, tu dignidad, que el Hijo de Dios se vino del Cielo, por salvar tu alma. (San León Magno)

domingo, 23 de diciembre de 2012

IV DOMINGO DE ADVIENTO


IV  DOMINGO DE ADVIENTO


IV  Domingo de Adviento

Este año el Evangelio de hoy de la Santa Misa Dominical, nos narra la Visitación de Nuestra Señora a su prima Santa Isabel.
En la Homilía, el sacerdote ha incidido en tras aspectos para meditar:
-La Obediencia a Dios de la Virgen María, en el Misterio de la Encarnación, ante el anuncio del Arcángel Gabriel
-El Espíritu de Servicio a  los demás, que Nuestra Sra., se manifiesta `por la pronta visita durante 3 meses a Isabel, para ayudarla en su embarazo pues ya estaba  entrada en años.
-La Alegría, que en Isabel se manifiesta inmediatamente al recibir a María, de la que conocía su Divina Gestación, sin que nadie le hubiera dicho nada.
El diálogo entre ambas sobrepasa la Santidad y queda reflejado en el Magníficat y en el Avemaría.

La Visigtación de Ntra. Sra.
 a su prima Santa Isabel


La Visita de la Virgen a su prima Isabel
Lucas 1, 39-45. Adviento. Estas dos mujeres viven y comparten el mayor secreto que pueda Dios comunicar a los hombres.
Del santo Evangelio según san Lucas 1, 39-45

En aquellos días, se levantó María y se fue con prontitud a la región montañosa, a una ciudad de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. Y sucedió que, en cuanto oyó Isabel el saludo de María, saltó de gozo el niño en su seno, e Isabel quedó llena de Espíritu Santo; y exclamando con gran voz, dijo: «Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu seno; y ¿de dónde a mí que la madre de mi Señor venga a mí? Porque, apenas llegó a mis oídos la voz de tu saludo, saltó de gozo el niño en mi seno. ¡Feliz la que ha creído que se cumplirían las cosas que le fueron dichas de parte del Señor! 

Oración introductoria

«Dichosa tú, que has creído». María fue llamada dichosa, no por el hecho de ser Madre de Dios, sino por su fe. Ven, Espíritu Santo, para que esta oración aumente mi fe en el amor y en el poder de Dios, y sepa entregarme con amor y sin reservas a mi misión.

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