SAN AGUSTIN

¿Cómo aprender Humildad? ¡Sólo con humillaciones!
(Beata Teresa de Calcuta)

...Llenaos primero vosotros mismos; sólo así podréis dar a los demás. (San Agustín)

Dios no pretende de mí que tenga éxito. Sólo me exige que le sea fiel.
(Beata Teresa de Calcuta)

GOTA

... lo que hacemos es tan solo una gota en el mar, pero el mar sería menos si le faltara esa gota.
(Beata Teresa de Calcuta)

Contento, Señor, Contento (San Alberto Hurtado)

...y ESO ES LA SANTIDAD, DEJAR QUE EL SEÑOR ESCRIBA NUESTRA HISTORIA... (Papa Francisco)

«No ser, no querer ser; pisotear el yo, enterrarlo si posible fuera...».
(Santa Ángela de la Cruz)

Reconoce cristiano, tu dignidad, que el Hijo de Dios se vino del Cielo, por salvar tu alma. (San León Magno)

sábado, 30 de abril de 2016

ALELUYA PASCUAL


El aleluya pascual
San Agustín
Comentario a los salmos 148,1-2
Toda nuestra vida presente debe discurrir en la alabanza de Dios, porque en ella consistirá la alegría sempiterna de la vida futura; y nadie puede hacerse idóneo de la vida futura, si no se ejercita ahora en esta alabanza. Ahora, alabamos a Dios, pero también le rogamos. Nuestra alabanza incluye la alegría, la oración, el gemido. Es que se nos ha prometido algo que todavía no poseemos, y, porque es veraz el que lo ha prometido, nos alegramos por la esperanza; mas, porque todavía no lo poseemos, gemimos por el deseo. Es cosa buena perseverar en este deseo, hasta que llegue lo prometido; entonces cesará el gemido y subsistirá únicamente la alabanza.
Por razón de estos dos tiempos -uno, el presente, que se desarrolla en medio de las pruebas y tribulaciones de esta vida, y el otro, el futuro, en el que gozaremos de la seguridad y alegría perpetuas-, se ha instituido la celebración de un doble tiempo, el de antes y el de después de Pascua. El que precede a la Pascua significa las tribulaciones que en esta vida pasamos; el que celebramos ahora, después de Pascua, significa la felicidad que luego poseeremos. Por tanto, antes de Pascua celebramos lo mismo que ahora vivimos; después de Pascua celebramos y significamos lo que aún no poseemos. Por esto, en aquel primer tiempo nos ejercitamos en ayunos y oraciones; en el segundo, el que ahora celebramos, descansamos de los ayunos y lo empleamos todo en la alabanza. Esto significa el Aleluya que cantamos.
En aquel que es nuestra cabeza, hallamos figurado y demostrado este doble tiempo. La pasión del Señor nos muestra la penuria de la vida presente, en la que tenemos que padecer la fatiga y la tribulación, y finalmente la muerte; en cambio, la resurrección y glorificación del Señor es una muestra de la vida que se nos dará.
Ahora, pues, hermanos, os exhortamos a la alabanza de Dios; y esta alabanza es la que nos expresamos mutuamente cuando decimos: Aleluya. «Alabad al Señor», nos decimos unos a otros; y así, todos hacen aquello a lo que se exhortan mutuamente. Pero procurad alabarlo con toda vuestra persona, esto es, no sólo vuestra lengua y vuestra voz deben alabar a Dios, sino también vuestro interior, vuestra vida, vuestras acciones.
En efecto, lo alabamos ahora, cuando nos reunimos en la iglesia; y, cuando volvemos a casa, parece que cesamos de alabarlo. Pero, si no cesamos en nuestra buena conducta, alabaremos continuamente a Dios. Dejas de alabar a Dios cuando te apartas de la justicia y de lo que a él le place. Si nunca te desvías del buen camino, aunque calle tu lengua, habla tu conducta; y los oídos de Dios atienden a tu corazón. Pues, del mismo modo que nuestros oídos escuchan nuestra voz, así los oídos de Dios escuchan nuestros pensamientos.

viernes, 22 de abril de 2016

AMORIS LAETITIA, PROPUESTAS ANTE LA CONFUSIÓN


Amoris laetitia - ¿Y ante la confusión, qué?


Así como no se puede tapar el sol con un dedo, tampoco se puede ocultar la perplejidad que muchos fieles experimentan ante un documento tan esperado como es Amoris laetitia, la exhortación apostólica postsinodal con que el Papa Francisco ha presentado tanto las conclusiones del sínodo 2014-2015, como las directrices pastorales que él considera coherentes con lo discutido durante los pasados dos años.
La perplejidad aumenta por dos razones. En primer lugar,hay voces de gran autoridad que están sacando conclusiones diversas, incluso opuestas, mientras afirman basarse en las palabras del Papa. Así por ejemplo, mientras que Mons. Lingayen Dagupan, arzobispo presidente de la Conferencia Episcopal de Filipinas, invita a que “ya” se abra espacio en la mesa de la eucaristía a los que están en relaciones “rotas,” al mismo tiempo, Mons. Livio Melina, presidente del Pontificio Instituto Juan Pablo II, recuerda a todos que comulgar en esas condiciones entraña pecado grave. (Más información sobre este tipo de divergencias en el magnífico artículo del P. José Ma. Iraburu sobre el Cap. VIII de AL). Nadie que ame a la Iglesia puede llamar a esto una situación particularmente deseable para la Iglesia y su obra evangelizadora.
En segundo lugar, vivimos tiempos de gran crispación en los que los juicios apresurados y absolutos desfilan en todo tipo de ambientes y conversaciones. Hay amigos que me han bloqueado en Facebook después de asegurar que la sede de Pedro está vacante, es decir, que no hay legítimo Papa en este momento. Es una afirmación absurda que de ninguna manera comparto pero que muestra que el volumen de las discusiones ha hecho saltar los quicios mínimos del respeto y la prudencia. Mientras que algunos quieren presentar todo lo anterior al Papa Francisco como una caverna fría de legalismos y abstracciones, otros quieren que veamos en nuestro Papa a una especie de infiltrado, venido de otro tipo de oquedad, sulfurosa y perversa. Y repito: nadie que ame a la Iglesia puede llamar a esto una situación particularmente deseable para la Iglesia y su obra evangelizadora.
Por eso la pregunta: Ante la confusión, ¿qué? Ofrezco algunas sugerencias:
1. Aunque Amoris laetitia no sea el documento que más nos haya gustado, ello no nos exime de encontrar numerosos valores y afirmaciones útiles y bien dichas, particularmente en lo que respecta a los consejos prácticos para la preparación al matrimonio y lo que se dice sobre la vida de hogar. Hacer descalificaciones en bloque o aprobaciones sin discernimiento ayuda poco en el ambiente eclesial y social en que hoy nos movemos. Se impone una actitud serena, que discierna y que esté dispuesta a escuchar y aportar con un sano sentido crítico.
2. Conviene darse cuenta de que casi todas las controversias sobre esta Exhortación papal tienen que ver con el Capítulo VIII, que se refiere a las situaciones “irregulares.” Y sucede que el tono usado por el Papa, sobre todo en este capítulo de su documento, y además las múltiples matizaciones que hace, los continuos llamados a discernir, pensar o sopesar, indican que no pueden considerarse las afirmaciones o insinuaciones allí contenidas como magisterio pontificio propiamente dicho. Lo propio del magisterio petrino es definir en una dirección o en otra; puesto que, por las razones que sea, el Papa Francisco, ha preferido dejar cuestiones abiertas, no cabe hablar aquí de un ejercicio de ese magisterio. Cosa que no es extraña: expresamente dijo el Papa Benedicto XVI, al publicar su trilogía “Jesús de Nazareth” que no se trataba del magisterio del papa sino de la reflexión de un teólogo. Algo parecido sucede con AL, aunque desde el ángulo pastoral: lo que este documento nos da son sus reflexiones y propuestas, que él mismo reconoce como aproximaciones a realidades sumamente complejas.
3. ¿Por qué el Papa ha obrado así? Posiblemente porque se da cuenta de la urgencia del asunto (y por eso la Iglesia no puede permanecer callada o limitarse a lo ya dicho) pero a la vez se da cuenta de que el tema es extremadamente complejo y contiene numerosas ramificaciones (y por eso no está maduro para dar decisiones y definiciones de valor más permanente). ¿Por qué son insuficientes las declaraciones anteriores, por ejemplo, las contenidas en Familiaris consortio?Porque han sido ocasión de que muchos, pastores o laicos, despidan a quienes están viviendo duros dramas emocionales o afectivos sobre la base de diagnósticos simplistas que no van más allá de lo legal. Algo así como reducir el problema ecuménico a “que esa pandilla de herejes deje su obstinación y haga fila para confesarse…” Ese es el tratamiento que muchos católicos en situación irregular han vivido: se les ha tratado casi como excomulgados, generando un efecto en cadena que aleja de modo inmediato a sus hijos. Aunque nadie puede juzgar en último término las intenciones del Papa Francisco, cabe suponer, por el valor real que él le da a la palabra “misericordia,” que en su criterio la Iglesia no puede simplemente poner avisos en los muros avisando a la gente por qué está excluida. Si esta interpretación que presento es correcta, hay que ver su exhortación apostólica en primer lugar como un grito de dolor frente a tantas situaciones que no tienen fácil solución pero que tampoco pueden dejarnos indiferentes.
4. En varias ocasiones el Papa ha manifestado que no es su deseo cambiar la doctrina de la Iglesia sobre el matrimonio. Esto indica que AL debe ser leída a la luz de los inmensos tesoros que la Iglesia ha expuesto en su magisterio, y no lo contrario. La Iglesia Católica no está empezando a entender el matrimonio en el año 2016 ni la misericordia está empezando su camino en la comunidad cristiana en abril de este año. No se puede menospreciar el valor de denuncia y de búsqueda de caminos que se percibe en AL pero tampoco se puede caer en una lectura infantil, oportunista o demagógica que quiera resumir la historia de la Iglesia como una larga noche de opresión, que por fin se abre a las luces del alba con este documento. Repito: todo lo dicho sobre la familia conserva su validez, y si vamos a hablar en términos de calificación teológica, todo lo anterior tiene un peso y calificación superior a la reciente exhortación papal de modo que están abusando los que pretenden justificar comuniones sacrílegas o incluso “nuevos modelos” de familia apoyándose en AL.
5. Y por supuesto, oremos. Pidamos luces más y más abundantes para el Papa. Pidamos que nuestros corazones sean sensibles al dolor de aquellos que se encuentren en situaciones objetivas de pecado sin encontrar un camino cercano y real que les lleve a superar su condición. A nuestros hermanos que así se encuentran no les servimos callando la magnitud de su pecado pero tampoco les ayudamos gritándolo o repitiéndolo como si nada más tuviéramos para ofrecerles. Para llegar a esa palabra, como la de Cristo, que señala al pecado y abraza al pecador hace falta no sólo tener recta doctrina o buenas intenciones: hace falta algo que se llama santidad, y el camino hacia allá implica oración, penitencia, crecimiento incesante en el amor a Dios y al prójimo.
(Fuente :Infocatólica)

domingo, 17 de abril de 2016

ORACIÓN POR LOS SACERDOTES

RECEMOS UNA ORACIÓN POR NUESTROS SACERDOTES, QUE ESCUCHAN LA LLAMADA Y SIGUEN AL SEÑOR EN ESTE MUNDO TAN LLENO DE DIFICULTADES, PERO TAMBIÉN DE ALEGRÍAS.
RECEMOS.
 EL SEÑOR, QUE LES LLAMÓ, NUNCA LES DEJARÁ.
 SIEMPRE AGRADECIDOS A ELLOS EN EN ESTE DÍA DEL BUEN PASTOR.
RECEMOS

ORACIÓN POR TODOS LOS SACERDOTES







Oh Jesús!
Te ruego por todos tus sacerdotes.

Te ruego por tus fieles y fervorosos sacerdotes,
por tus sacerdotes tibios e infieles,

 por tus sacerdotes que trabajan cerca o en lejanas misiones,

por tus sacerdotes que sufren tentación, soledad o desolación, por los que se han secularizado y abandonaron el ejercicio del ministerio sacerdotal, por los que han sido suspendidos o expulsados del Ordo Sacerdotalis

por tus sacerdotes tocados por la ignorancia, por los que viven su ministerio, con falta de Fe, Esperanza o Caridad,

 por tus jóvenes sacerdotes, por tus sacerdotes ancianos,

 por tus sacerdotes enfermos, por tus sacerdotes agonizantes,

por los que padecen en el purgatorio.

 Te encomiendo a los sacerdotes
que me son especialmente estimados:

 Al sacerdote que me bautizó,
a los que me absolvieron y absuelven mis pecados,
 a los sacerdotes a cuyas Misas he asistido y asisto, ofreciéndome  tu  Cuerpo y Sangre en la Sagrada Comunión,

a los sacerdotes que me enseñaron e instruyen en la Fe y en la Doctrina de la Santa Madre Iglesia,
a los sacerdotes que me alentaron y aconsejaron servir al Señor, para realizar su Voluntad, en su primera llamada, y a los que me facilitaron recibir los Sacramentos de la Confirmación y del Matrimonio.

 Te ruego, Señor, por todos los sacerdotes,
en especial por aquellos a  los que me liga una deuda de  gratitud, que siempre será impagable.

Especialmente rezaré por los seminaristas, novicios y por todos los elegidos y llamados por el Señor, para servir a los demás, en su Iglesia, y que se encuentran en los distintos centros de formación del mundo.

Igualmente te presento mis oraciones, Señor, por los sacerdotes apresados o encarcelados, ocultos por falta de libertad religiosa,  por los que sufren, por los despreciados y por los abandonados, por los que sienten miedo o tristeza,
 por aquéllos por  los que nadie reza,
por los que son maltratados y agredidos, martirizados.

Por los que omiten o descuidan sus funciones y no obedecen la Doctrina de la Iglesia, por los que se sienten superiores y han olvidado la grandiosa humildad de su ministerio, siempre al servicio de los demás y por aquellos en posible situación de pecado.                                                                                                                            
                                                                                                          

Imprescindible rezar, Señor,
 por los sacerdotes que son fieles, cumplen sus Votos o Promesas y buscan la Santidad,
son Servidores, arriesgan y entregan su vida por los demás, están Felices y Alegres por haber sido elegidos por Dios, y le alaban en los Sacramentos, fomentando la Piedad, que la Iglesia y los Santos han propuesto desde siempre a todos los fieles.
Recibe Señor, mi oración, por las santas actividades pastorales de todos los sacerdotes, por el ejercicio de su ministerio sacerdotal en comunión con la Iglesia y por su sufrimiento y fidelidad en los momentos de dificultad.

Te ruego, Señor, por todos tus sacerdotes.
Ayúdanos para servirles siempre que lo necesiten, colaborando en sus trabajos y actividades, acompañando también en momentos difíciles, facilitando así el ejercicio de su ministerio.
¡Oh Jesús, guárdalos a  todos junto a tu Corazón y concédeles   abundantes bendiciones en el tiempo y en la eternidad!
Que, María, Madre de los Sacerdotes, les cuide siempre.

  Amén.           Recemos     (29.11.15)
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Oración por las Vocaciones

Tú que llamaste a tus discípulos a cualquier hora del día sin importar su edad, ni su procedencia, sigue hoy fortaleciendo a tu viña con muchos y santos apóstoles que quieran consagrar su vida en el ministerio sacerdotal.
Envía obreros a tu mies para alimentar con tu Palabra y tu Pan que da la Vida Eterna, a las diócesis más necesitadas de tus ministros.
Que Santa María interceda por aquellos que, imitándola, respondan a la elección del Señor, haciendo cada vez más presente el Reino de los Cielos. Amén.
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Señor Jesús  presente en el Santísimo Sacramento,
que quisiste perpetuarte entre nosotros por medio de tus Sacerdotes, concédenos Sacerdotes santos.
Haz que sus palabras sean sólo las tuyas,
que sus gestos sean los tuyos,
que su vida sea fiel reflejo de la tuya.
Que ellos sean los hombres que hablen a Dios de los hombres
y hablen a los hombres de Dios.

Que no tengan miedo al servicio, sirviendo a la Iglesia como Ella quiere ser servida. Que sean hombres, testigos del Eterno en nuestro tiempo, caminando por las sendas de la historia con Tu mismo paso y haciendo el bien a todos.



 Que sean fieles a sus compromisos, celosos de su vocación y de su entrega, claros espejos de la propia  identidad y que vivan con la alegría del don recibido.

Te lo pido por tu Madre Santa María: Ella, que estuvo presente en Tu Vida, estará siempre presente en la vida de tus sacerdotes. Amén





JESÚS, EL BUEN PASTOR. REGINA COELI CON EL PAPA FRANCISCO 17.4.16





Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

El Evangelio de hoy (Jn 10,27-30) nos ofrece algunas expresiones pronunciadas por Jesús durante la fiesta de la dedicación del templo de Jerusalén, que se celebraba al final de diciembre. Él se encuentra precisamente en la zona del templo, y quizás aquel espacio sagrado cercado le sugiere la imagen del rebaño del pastor. Jesús se presenta como el Buen Pastor y dice: “Mis ovejas escuchan mi voz, yo las conozco y ellas me siguen. Yo les doy Vida eterna: ellas no perecerán jamás y nadie las arrebatará de mis manos” (v. 27-28). Estas palabras nos ayudan a comprender que nadie puede llamarse seguidor de Jesús, si no escucha su voz. Y este ‘escuchar’ no debe ser entendido en manera superficial, sino cautivante, al punto de hacer posible un verdadero conocimiento reciproco, del cual puede nacer una serie generosa, expresada en las palabras “y ellas me siguen” (v. 27). ¡Se trata de una escucha no sólo del oído sino de una escucha del corazón!

Por lo tanto, la imagen del pastor y de las ovejas indica la estrecha relación que Jesús quiere establecer con cada uno de nosotros. Él es nuestra guía, nuestro maestro, nuestro amigo, nuestro modelo, pero sobre todo, es nuestro Salvador. En efecto, la frase siguiente del pasaje evangélico afirma: “Yo les doy Vida eterna: ellas no perecerán jamás y nadie las arrebatará de mis manos” (v. 28). ¿Quién puede hablar así? Solamente Jesús, porque la ‘mano’ de Jesús es una sola cosa con la ‘mano’ del Padre y el Padre es “superior a todos” (v. 29).

Estas palabras nos comunican un sentido de absoluta seguridad y de inmensa ternura. Nuestra vida es plenamente segura en las manos de Jesús y del Padre, que son una sola cosa: un único amor, una única misericordia, rebelados para siempre en el sacrificio de la cruz. Para salvar las ovejas perdidas que somos todos nosotros, el Pastor se hizo cordero y se dejó inmolar para tomas sobre él y sacar el pecado del mundo. ¡En este modo Él nos ha donado la vida, pero la vida en abundancia! (cfr Jn 10,10). Este misterio se renueva, en una humildad siempre sorprendente, en la Eucaristía. Es allí que las ovejas se reúnen para nutrirse, es allí que se hace una sola cosa, entre ellos y con el Buen Pastor.

Por esto no tenemos más miedo: nuestra vida está ya salvada de la perdición. Nada y nadie podrá arrancarnos de las manos de Jesús, porque nada y nadie puede vencer su amor. ¡El amor de Jesús es invencible! El maligno, el gran enemigo de Dios y de sus criaturas, prueba arrancarnos la vida eterna en muchos modos. Pero el maligno no puede nada si no somos nosotros a abrirle las puertas de nuestra alma, siguiendo sus adulaciones engañadoras.

La Virgen María ha escuchado y seguido dócilmente la voz del Buen Pastor. Que ella nos ayude a recibir con alegría la invitación de Jesús a transformarnos en sus discípulos, y a vivir siempre en la certeza de ser en las manos paternas de Dios.

lunes, 11 de abril de 2016

AMORIS LAETITIA Y TERCERA APARICIÓN DE LOS APÓSTOLES TRAS LA RESURRECCIÓN



Hace unos días ha sido peresentada a la Iglesia la Exhortación Apóstolica Amoris Laetitia, sobre la familia tras los Sínodos de los Obispos de 2014 y 2015.
Hay mucho debate sobre el contenido de la misma , sobre lo que implica de novedoso o continuista, de claro o de dudosa oscuridad. No soy yo nadie para opinar y ya desde el inicio, el Papa Francisco recomienda leer despacio, meditar y orar con ella.
Estando en Misa ayer domingo, durante la homilía, en la que no se habló de la publicación, estando yo intranquilo por los comentarios y distintas opiniones leídas en distintos medios de comunicación sobre la Exhortación postsinodal, pensé en los tiempos.
 Publicada el pasado día 8 de abril, un tiempo, en la Misa del Domingo nos encontramos el Evangelio con las narración de la tercera aparición del Señor a los apóstoles, otro tiempo, a los que les dice que echen las redes, tras una pesca infructuosa.También San Juan identifica al Señor y San Pedro, obedece, trabaja y recoge el fruto, los peces.

Quedé más tranquilo. Leeré detenidamente la Exhortación y rogaré al Espíritu me ilumine para comprenderla bien, para saber lo que me quiere decir.

Amoris Laetitia puede ser la red que el Señor ha querido echar a través de Pedro y los peces, que estarán, saldrán con el esfuerzo, obediencia y confianza, que los pescadores pongan al comenzar la pesca.
Recemos. Recemos mucho.Recemos mucho más.Todos estamos necesitados de Oración.

miguel LMC

lunes, 4 de abril de 2016

60 CUMPLEAÑOS



HOY, 4 DE ABRIL, CUMPLO 60 AÑOS.
Familiares y amigos me han felicitado.
Yo solo puedo dar gracias a Dios por haberme permitido llegar hasta aquí a pesar de mis faltas y agradecer  también la buena gente que ha puesto en mi camino para que yo aprenda y mejore.
Mis disculpas a los que haya podido ofender.
 Gracias Señor, gracias a todos...verdaderamente Non sum dignus.


domingo, 3 de abril de 2016

AYER VÍSPERA DE LA DIVINA MISERICORDIA

VÍSPERA DE LA FIESTA DE LA DIVINA MISERICORDIA

P. Majewski: ¡Es tan importante el confesonario, el lugar en el cual uno puede experimentar la misericordia de Dios!

Hace once años, también en la víspera de la fiesta de la Divina Misericordia, fallecía San Juan Pablo II. Radio Vaticano ha conversado con el coordinador general de los programas de Radio Vaticano, el jesuita polaco P. Andrea Majewski quien reflexiona sobre la Misericordia de Dios y su experiencia en la vida concreta.
2/04/16 9:39 PM | Imprimir | Enviar
(RV) Antes de celebrar la fiesta de la Divina Misericordia, en Radio Vaticano conversamos con el coordinador general de los programas de Radio Vaticano, el padre jesuita Andrea Majewski quien reflexiona sobre la devoción de la Divina Misericordia.
«Quisiera decir que me gusta pensar que estamos hablando en la vigilia del onceavo aniversario de la muerte del Papa (hoy Santo) Juan Pablo II y antes del domingo de la Divina Misericordia, fiesta que fue instituida por él».
«Lo digo no porque soy polaco sino porque hay mucha sintonía en las enseñanzas de los PapasJuan Pablo IIha profundizado el tema de la Misericordia a partir de las revelaciones de Jesús a una pobre religiosa polaca, Faustina Kowalska. Sor Faustina no hablaba de la Misericordia en forma abstracta. Ella explicaba que había experimentado la Misericordia de Dios en su vida concreta».
«También Papa Francisco, cuando habla de Misericordia, describe lo que él mismo ha experimentado. La Misericordia es sobre todo el atributo de Dios mismo. Podemos intuir qué es la Misericordia mirando cómo actúa Dios. Y se experimenta sólo de quien ha descubierto su miseria y cómo Dios se ha comportado con él…»
«El hombre moderno difícilmente acepta que es miserable, que tiene necesidad de alguien que le abra los ojos; está sobre todo convenido que basta a sí mismo, piensa que es autosuficiente y no debe nada a ninguno… En el Libro del Apocalipsis Jesús dice a la Iglesia de Laodicea: tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo».
«Pero alguien puede preguntar: ¿puedo yo también experimentar la misericordia de Dios? ¡Sí! ¡Si puedes! Cada uno de nosotros puede experimentarla. Según el Papa Francisco, la única condición es el «ser sincero». Sincero consigo mismo y sincero con los otros, incluso con Dios mismo. Por eso es tan importante el confesionario… como lugar en el cual uno puede experimentar la Misericordia de Dios. Todo el resto es la consecuencia del descubrimiento que ‘Dios es Misericordia’ y Jesús dice: ‘Haz tú lo mismo’».
(Mercedes De La Torre – Radio Vaticano)

sábado, 2 de abril de 2016

HOY HE RENOVADO LOS VOTOS COMO LAICO MISIONERO DE LA CARIDAD





Este especial año 2016 será canonizada en Roma, la Beata Teresa de Calcuta, nuestra querida MadreTeresa, a cuya familia espiritual pertenezco como Laico Misionero de la Caridad.

Hoy, Sábado anterior al Domingo de la Divina Misericordia, renovamos, he renovado, los Votos de Castidad (Conyugal), Pobreza, Obediencia y Servicio desinteresado y de todo corazón, a los más Pobres de entre los Pobres.
Éste 4º  Voto es especialmente querido por Madre Teresa, para sus hijas e hijos. Se significa así el Amor y Servicio a Jesús, en la figura de los Pobres y necesitados de todo el mundo.

He realizado la renovación de los votos hasta el Sábado anterior al Domingo de la Divina Misericordia de 2017, según la fórmula propuesta en los Estatutos de los Laicos Misioneros de la Caridad, en la Santa Misa celebrada hoy, en la Iglesia de San Agustín, por su Rector.

Emotiva celebración de la Divina Misericordia en la que han sido recordados tanto todos los Misioneros y Misioneras de la Caridad, como presentada al Señor, toda mi familia.
Agradezco las facilidades ofrecidas para que esta Ceremonia se haya podido realizar. Que este compromiso renovado hoy, produzca los frutos que Dios tenga a bien proporcionarr, que nos utilice como un viejo lápiz para que Él escriba lo que quiera en la historia de los Laicos Misioneros de la Caridad.
Sinceramente, Gracias. GBY