Es la humilde manifestación del Amor, es el propósito que quisiera cumplir en mi vida, porque si lo hago, sólo será porque la Misericordia de Dios me lo facilitó.
Nadie podrá dar lo que no tiene, sentir sin tener sentidos,alabar sin que antes le haya sido donado.
La lectura del Salmo de la Santa Misa de hoy, recuerda la necesidad del Pan de Vida, del Señor, de Adorarle, que la Beata Teresa de Calcuta determina como indispensable para crecer y ser auténtico servidor de la Caridad, la estrecha, diaria e indispensable Oración.
Sal 33, 2-3. 4-5. 6-7. 8-9
R. Gustad y ved qué bueno es el Señor.
Bendigo al Señor en todo momento,
su alabanza está siempre en mi boca;
mi alma se gloría en el Señor:
que los humildes lo escuchen y se alegren. R.
Proclamad conmigo la grandeza del Señor,
ensalcemos juntos su nombre.
Yo consulté al Señor,
y me respondió,
me libró de todas mis ansias. R.
ensalcemos juntos su nombre.
Yo consulté al Señor,
y me respondió,
me libró de todas mis ansias. R.
Contempladlo, y quedaréis radiantes,
vuestro rostro no se avergonzará.
Si el afligido invoca al Señor,
él lo escucha y lo salva de sus angustias. R.
vuestro rostro no se avergonzará.
Si el afligido invoca al Señor,
él lo escucha y lo salva de sus angustias. R.
El ángel del Señor acampa en torno a sus fieles y los protege.
Gustad y ved qué bueno,
es el Señor,
dichoso el que se acoge a él. R.
Gustad y ved qué bueno,
es el Señor,
dichoso el que se acoge a él. R.
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