Oración de un pobre ante las
adversidades
Bendito sea Dios que nos
alienta
en nuestras luchas. (2Co 1,3.4)
Inclina tu oído, Señor, escúchame,
que soy un pobre desamparado;
protege mi vida, que soy un fiel tuyo;
salva a tu siervo, que confía en ti.
que a ti te estoy llamando todo el día;
alegra el alma de tu siervo,
pues levanto mi alma hacia ti;
porque tú, Señor, eres bueno y clemente,
rico en misericordia con los que te
invocan.
Señor, escucha mi oración,
atiende a la voz de mi súplica.
Orando |
En el día del peligro te llamo,
y tú me escuchas.
No tienes igual entre los dioses, Señor,
ni hay obras como las tuyas.
Todos los pueblos vendrán
a postrarse en tu presencia, Señor,
bendecirán tu nombre:
«Grande eres tú, y haces maravillas;
tú eres el único Dios.»
Enséñame, Señor, tu camino,
para que siga tu verdad;
mantén mi corazón entero
en el temor de tu nombre.
Te alabaré de todo corazón, Dios mío;
daré gloria a tu nombre por siempre,
por tu gran piedad para conmigo,
porque me salvaste del abismo profundo.
Dios mío, unos soberbios se levantan contra
mí,
una banda de insolentes atenta contra mi
vida,
sin tenerte en cuenta a ti.
Pero tú, Señor, Dios clemente y
misericordioso,
lento a la cólera, rico en piedad y leal,
mírame, ten compasión de mí.
Misericordia |
Da fuerza a tu siervo,
salva al hijo de tu esclava;
dame una señal propicia,
que la vean mis adversarios y se
avergüencen,
porque tú, Señor, me ayudas y consuelas.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu
Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por
los siglos de los siglos.Amén
la palabra del Señor siempre es reconfortante y nunca deja de sorprendernos
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