Lectura del santo evangelio según san Juan 2, 1-11
En aquel tiempo, había una boda en Caná de Galilea, y la madre de Jesús estaba allí. Jesús y sus discípulos estaban también invitados a la boda.
Jesús le contestó: – «Mujer, déjame, todavía no ha llegado mi hora.»
Su madre dijo a los sirvientes:- «Haced lo que él diga.»
Había allí colocadas seis tinajas de piedra, para las purificaciones de los judíos, de unos cien litros cada una.
Jesús les dijo: – «Llenad las tinajas de agua.»
Y las llenaron hasta arriba.
Entonces les mandó: – «Sacad ahora y llevádselo al mayordomo.»
Ellos se lo llevaron.
El mayordomo probó el agua convertida en vino sin saber de dónde venía (los sirvientes sí lo sabían, pues habían sacado el agua), y entonces llamó al novio y le dijo: – «Todo el mundo pone primero el vino bueno y cuando ya están bebidos, el peor; tú, en cambio, has guardado el vino bueno hasta ahora. »
Así, en Caná de Galilea Jesús comenzó sus signos, manifestó su gloria, y creció la fe de sus discípulos en él.
Palabra del Señor.
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El nuestro es un tiempo no fácil, sobre todo para vosotros los jóvenes. La mesa está repleta de muchas cosas deliciosas, pero, como en el episodio evangélico de las bodas de Caná, parece que haya faltado el vino de la fiesta. Sobre todo, la dificultad de encontrar un trabajo estable extiende un velo de incertidumbre sobre el futuro. Esta condición contribuye a dejar para más adelante la asunción de decisiones definitivas, e incide en modo negativo sobre el crecimiento de la sociedad, que no consigue valorar plenamente la riqueza de energías, de competencias y de creatividad de vuestra generación.
Falta el vino de la fiesta también a una cultura que tiende a prescindir de claros criterios morales: en la desorientación, cada uno se ve empujado a moverse de forma individual y autónoma, a menudo solo en el perímetro del presente. La fragmentación del tejido comunitario se refleja en un relativismo que oculta los valores esenciales; la consonancia de sensaciones, de estados de ánimo y de emociones parece más importante que compartir un proyecto de vida. También las decisiones de fondo se vuelven frágiles, expuestas a una perenne revocabilidad, que a menudo se considera expresión de libertad, mientras que señala más bien su carencia. Pertenece a una cultura privada del vino de la fiesta también la aparente exaltación del cuerpo, que en realidad banaliza la sexualidad y tiende a hacerla vivir fuera de un contexto de comunión de vida y de amor. (Benedicto XVI, 11 de septiembre de 2011).
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Siempre me ha llamado la atención este episodio de la Vida de Jesús: En la convivencia normal, unos parientes les invitan a la boda.San José parece que ya no está.
Es un episodio de diálogo con su Madre, siendo ya adulto.
María se da cuenta de que hay un problema, y solicita la ayuda de su hijo, sabiendo quien Es.
Y así dice : Haced lo que Él os diga
Estas palabras de María me recuerdan lo que yo he de hacer siempre...Lo que Él diga...
Haced...Hagámos lo que Él dice, y como siervos fieles, cumplamos Su Voluntad en nosotros, obedezcámos libremente a lo que nos pide, como Él mismo hizo ante la petición de Su Madre, aunque no le pareciera momento oportuno.
Jesús así agradaba a Su Madre, obedeciendo, y Servía, realizando el milagro para los esposos y daba testimonio de Quien era en ese momento, manifestando su Gloria.
Nosotros,si también obedecemos como los sirvientes, con la ayuda del Señor procuraremos un vino, una vida mejor, para todos los invitados a esta Boda especial nuestra, que es la Vida en este mundo, haciendo lo que Él nos dice y nos pide a cada uno en particular.
mgLMC
Y así dice : Haced lo que Él os diga
Estas palabras de María me recuerdan lo que yo he de hacer siempre...Lo que Él diga...
Haced...Hagámos lo que Él dice, y como siervos fieles, cumplamos Su Voluntad en nosotros, obedezcámos libremente a lo que nos pide, como Él mismo hizo ante la petición de Su Madre, aunque no le pareciera momento oportuno.
Jesús así agradaba a Su Madre, obedeciendo, y Servía, realizando el milagro para los esposos y daba testimonio de Quien era en ese momento, manifestando su Gloria.
Nosotros,si también obedecemos como los sirvientes, con la ayuda del Señor procuraremos un vino, una vida mejor, para todos los invitados a esta Boda especial nuestra, que es la Vida en este mundo, haciendo lo que Él nos dice y nos pide a cada uno en particular.
mgLMC
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