SAN AGUSTIN

¿Cómo aprender Humildad? ¡Sólo con humillaciones!
(Beata Teresa de Calcuta)

...Llenaos primero vosotros mismos; sólo así podréis dar a los demás. (San Agustín)

Dios no pretende de mí que tenga éxito. Sólo me exige que le sea fiel.
(Beata Teresa de Calcuta)

GOTA

... lo que hacemos es tan solo una gota en el mar, pero el mar sería menos si le faltara esa gota.
(Beata Teresa de Calcuta)

Contento, Señor, Contento (San Alberto Hurtado)

...y ESO ES LA SANTIDAD, DEJAR QUE EL SEÑOR ESCRIBA NUESTRA HISTORIA... (Papa Francisco)

«No ser, no querer ser; pisotear el yo, enterrarlo si posible fuera...».
(Santa Ángela de la Cruz)

Reconoce cristiano, tu dignidad, que el Hijo de Dios se vino del Cielo, por salvar tu alma. (San León Magno)

viernes, 25 de enero de 2013

LA CONVERSIÓN DE SAN PABLO

Conversión de San Pablo


Me he aparecido a ti precisamente para elegirte como servidor, 
como testigo de que me has visto ahora y de lo que te revele en 
adelante. Te salvaré de tu pueblo y de los gentiles, a quienes te 
envío para que les abras los ojos, y se vuelvan de las tinieblas a la 
luz y del dominio de Satanás a Dios; para que, creyendo en mí, 
obtengan el  perdón de los pecados y parte en la herencia de los 
consagrados. (Hch 26, 16b-18)
RESPONSORIO BREVE
V/. Tú eres un instrumento elegido, Apóstol san Pablo.
R/. Tú eres un instrumento elegido, Apóstol san Pablo.
V/. Anunciador de la verdad por el mundo entero. 
R/. Apóstol san Pablo.
V/. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. 
R/. Tú eres un instrumento elegido, Apóstol san Pablo.
 Celebremos la conversión del apóstol san Pablo, que de perseguidor pasó a ser un instrumento elegido.
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Celebra hoy la Iglesia, la Conversión de San Pablo, fariseo, ciudadano romano y temeroso de Dios, que cumplía  la Ley, persiguiendo a ese grupo nuevo, seguidores de un tal Jesús,condenado a morir crucificado.
Creía Pablo que todo lo hacía correctamente hasta que camino a Damasco, donde quería detener  a los cristianos que encontrara pare  llevarlos Jerusalén, donde serían juzgados.

En algún momento de ese viaje, una luz cegadora le hace caer al suelo y le pide cambiar, le pide que vaya a Damasco, donde le indicarán.
allí a pesar de sus pecados es llamado Hermano, elegido por Dios para conocer su Voluntad, para dar Testimonio de lo visto y oido, ante los hombres y para todo esto y sin esperar, recibir el perdón,la Misericordia de Dios y la Luz del Espíritu Santo, en el Bautismo.

Intentando profundizar tenemos que pensar cuantas veces nos ha llamado Jesús para ser Testimonio de Él y como nos espera siempre con su Misericordia  para que conozcamos su Voluntad y la llevemos a la práctica.
Este episodio del Apóstol San Pablo es motivo de Oración para profundizar en lo que Dios nos pide en cada momento.
Nos busca, nos perdona y nos espera.Nos llama a servirle.
¿Qué desea Dios de mí, a pesar de mí?


Lectura de los Hechos de los Apóstoles.  Hech 22, 3-16
Pablo dijo al pueblo: "Yo soy judío, nacido en Tarso de Cilicia, pero me he criado en esta ciudad de Jerusalén y he sido iniciado a los pies de Gamaliel en la estricta observancia de la Ley de nuestros padres. Estaba lleno de celo por Dios, como ustedes lo están ahora. Perseguí a muerte a los que seguían este Camino, llevando encadenados a la prisión a hombres y mujeres; el sumo sacerdote y el Consejo de los ancianos son testigos de esto. Ellos mismos me dieron cartas para los hermanos de Damasco, y yo me dirigí allá con el propósito de traer encadenados a Jerusalén a los que encontrara en esa ciudad, para que fueran castigados. En el camino, y al acercarme a Damasco, hacia el mediodía, una intensa luz que venía del cielo brilló de pronto a mi alrededor. Caí en tierra y oí una voz que me decía: 'Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?'. Le respondí: '¿Quién eres, Señor?'. Y la voz me dijo: 'Yo soy Jesús de Nazaret a quien tú persigues'. Los que me acompañaban vieron la luz, pero no oyeron la voz del que me hablaba. Yo le pregunté: '¿Qué debo hacer, Señor?'. El Señor me dijo: 'Levántate y ve a Damasco, donde se te dirá lo que debes hacer'. Pero como yo no podía ver, a causa del resplandor de esa luz, los que me acompañaban me llevaron de la mano hasta Damasco. Un hombre llamado Ananías, fiel cumplidor de la Ley, que gozaba de gran prestigio entre los judíos del lugar, vino a verme, y acercándose a mí, me dijo: 'Hermano Saulo, recobra la vista'. Y en ese mismo instante, pude verlo. Él siguió diciendo: 'El Dios de nuestros padres te ha destinado para conocer su voluntad, para ver al Justo y escuchar su palabra, porque tú darás testimonio ante todos los hombres de lo que has visto y oído. Y ahora, ¿qué esperas? Levántate, recibe el bautismo y purifícate de tus pecados, invocando su nombre'".
Palabra de Dios.


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