SAN AGUSTIN

¿Cómo aprender Humildad? ¡Sólo con humillaciones!
(Beata Teresa de Calcuta)

...Llenaos primero vosotros mismos; sólo así podréis dar a los demás. (San Agustín)

Dios no pretende de mí que tenga éxito. Sólo me exige que le sea fiel.
(Beata Teresa de Calcuta)

GOTA

... lo que hacemos es tan solo una gota en el mar, pero el mar sería menos si le faltara esa gota.
(Beata Teresa de Calcuta)

Contento, Señor, Contento (San Alberto Hurtado)

...y ESO ES LA SANTIDAD, DEJAR QUE EL SEÑOR ESCRIBA NUESTRA HISTORIA... (Papa Francisco)

«No ser, no querer ser; pisotear el yo, enterrarlo si posible fuera...».
(Santa Ángela de la Cruz)

Reconoce cristiano, tu dignidad, que el Hijo de Dios se vino del Cielo, por salvar tu alma. (San León Magno)

domingo, 15 de diciembre de 2013

MADRE TERESA Y LA ALEGRIA



Un corazón lleno de alegría es resultado de un corazón que arde de amor. 
La alegría no es solo cuestión de temperamento, siempre resulta difícil conservar la alegría, motivo mayor para tratar de adquirirla y de hacerla crecer en nuestros corazones. 


La alegría es oración; la alegría es fuerza; la alegría es amor. Da más quien da con alegría. 
A los niños y a los pobres, a todos los que sufren y están solos, bríndales siempre una sonrisa alegre; no solo les brindes tus cuidados sino también tu corazón.Tal vez no podamos dar mucho, pero siempre podemos brindar la alegría que brota de un corazón lleno de amor. 


Si tienes dificultades en tu trabajo y si las aceptas con alegría, con una gran sonrisa, en este caso, como en muchas otras cosas, verás que tu bien si funciona. 
Además, la mejor manera de mostrar tu gratitud está en aceptar todo con alegría. 


Si tienes alegría, esta brillara en tus ojos y en tu aspecto, en tu conversación y en tu contento. No podrás ocultarla por que la alegría se desborda. 


La alegría es muy contagiosa. Trata, por tanto, de estar siempre desbordando de alegría donde quiera que vayas. 


La alegría, ha sido dada al hombre para que se regocije en Dios por la esperanza del bien eterno y de todos los beneficios que recibe de Dios. Por tanto, sabrá como regocijarse ante la prosperidad de su vecino, como sentirse descontento ante las cosas huecas. 

La alegría debe ser uno de los pivotes de nuestra existencia. Es el distintivo de una personalidad generosa. En ocasiones, también es el manto que cubre una vida de sacrificio y entrega propia. La persona que tiene este don muchas veces alcanza cimas elevadas. El o ella es como el sol en una comunidad. 


Deberíamos preguntarnos: "¿En verdad he experimentado la alegría de amar? "el amor verdadero es un amor que nos produce dolor, que lastima y, sin embargo, nos produce alegría. Por ello debemos orar y pedir valor para amar. 
Que Dios te devuelva en amor todo el amor que hayas dado y toda la alegría y la paz que hayas sembrado a tu alrededor, en todo el mundo.
Madre Teresa m.c.

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