SAN AGUSTIN

¿Cómo aprender Humildad? ¡Sólo con humillaciones!
(Beata Teresa de Calcuta)

...Llenaos primero vosotros mismos; sólo así podréis dar a los demás. (San Agustín)

Dios no pretende de mí que tenga éxito. Sólo me exige que le sea fiel.
(Beata Teresa de Calcuta)

GOTA

... lo que hacemos es tan solo una gota en el mar, pero el mar sería menos si le faltara esa gota.
(Beata Teresa de Calcuta)

Contento, Señor, Contento (San Alberto Hurtado)

...y ESO ES LA SANTIDAD, DEJAR QUE EL SEÑOR ESCRIBA NUESTRA HISTORIA... (Papa Francisco)

«No ser, no querer ser; pisotear el yo, enterrarlo si posible fuera...».
(Santa Ángela de la Cruz)

Reconoce cristiano, tu dignidad, que el Hijo de Dios se vino del Cielo, por salvar tu alma. (San León Magno)

lunes, 2 de diciembre de 2013

BEATO CHARLES DE FOUCAULD

Ayer 1 de Diciembre Fiesta del Beato Charles de Foucauld


ÁMAME TAL COMO ERES
Beato Charles de Foucauld.
 Oración.


Conozco tu miseria,
las luchas y tribulaciones de tu alma,
la debilidad y las dolencias de tu cuerpo;
conozco tu cobardía,
tus pecados y tus flaquezas.

A pesar de todo te digo:
dame tu corazón, ámame tal como eres.
Si para darme tu corazón
esperas ser un ángel,
nunca llegarás a amarme.

Aún cuando caigas de nuevo,
muchas veces en esas faltas
que jamás quisieras cometer
y seas un cobarde para practicar la virtud,
no te consiento que me dejes de amar.
Ámame tal como eres.

Ámame en todo momento
cualquiera que sea la situación
en que te encuentras,
de fervor o sequedad,
de fidelidad o de traición.
Ámame tal como eres.

Déjate amar. Quiero tu corazón.
En mis planes está moldearte,
pero mientras eso llega,
te amo tal como eres.
Y quiero que tú hagas lo mismo.
Deseo ver tu corazón que se levanta
desde lo profundo de tu miseria:
amo en ti incluso tu debilidad.

Me gusta el amor de los pobres,
quiero que desde la indigencia
se levante incesantemente este grito:
Te amo, Señor.
Lo que me importa es el canto de tu corazón.
¿Para qué necesito yo tu ciencia o tus talentos?
No te pido virtudes,
y aún cuando yo te las diera, eres tan débil,
que siempre se mezclaría en ellas
un poco de amor propio.
Pero no te preocupes por eso…
preocúpate sólo de llenar con tu amor
el momento presente.

Hoy me tienes a la puerta de tu corazón,
como un mendigo,
a mí que soy el Señor de los señores.
Llamo a tu puerta y espero.
Apresúrate a abrirme.

No alejes tu miseria.
Si conocieras plenamente la dimensión
de tu indigencia, morirías de dolor.
Una sola cosa podría herirme el corazón:
ver que dudas y que te falta confianza.

Quiero que pienses en mí
todas las horas del día y de la noche
No quiero que realices ni siquiera
la acción más insignificante
por un motivo que no sea el amor.

Cuando te toque sufrir yo te daré fuerzas.
Tu me diste amor a mí.
yo te haré amar a ti más de lo
que hayas podido soñar.
Pero recuerda solo esto:
ámame tal como eres.


BEATO CHARLES DE FOUCAULD

Carlos de Foucauld (Estrasburgo15 de septiembre de 1858 — Tamanrasset1 de diciembre de 1916), en francés Charles de Foucauld, fue unmístico contemplativo de fines del siglo XIX y principios del siglo XX, referente contemporáneo de la llamada «espiritualidad del desierto».1 2 Su personalidad inquieta lo hizo mutar de militar en Argelia a explorador y geógrafo en Marruecos, en tanto que su búsqueda espiritual lo condujo en su itinerario trapense por Francia y el Imperio Otomano, hasta su sacerdocio en el Sahara argelino, donde transcurrieron los últimos quince años de su vida.
A fines de noviembre de 1888 realizó un peregrinaje a Tierra Santa tras las huellas de Jesús de Nazaret, lo que produjo un fuerte impacto en él. En búsqueda de aquella orden religiosa que más se pareciera a ese ideal, el joven Foucauld se orientó decisivamente en 1889 hacia el camino contemplativo cisterciense, entrando en la Trapa de Nuestra Señora de las Nieves, uno de los monasterios más elevados y fríos de Francia, el 16 de enero de 1890. Posteriormente pasó varios años en la Trapa de Cheikhlé, un monasterio situado en territorio del Imperio Otomano, hoy Siria. En los siguientes años puso por escrito muchas de sus meditaciones que serían el corazón de su espiritualidad, incluyendo una reflexión — probablemente de 1896 — que más tarde daría origen a la célebre Oración de abandono.
Entre 1897 y 1900 vivió en Tierra Santa y adquirió fama de santidad entre las clarisas de Nazaret. Su búsqueda de un ideal de pobreza, de sacrificio y de penitencia mucho más radical, lo condujo cada vez más a llevar una vida eremítica. Fue ordenado sacerdote en Viviers el 9 de juniode 1901, y decidió radicarse en Béni Abbès, en el Sahara argelino, donde combatió lo que él denominó la «monstruosidad de la esclavitud». Su objetivo era establecer una nueva congregación, pero nadie se le unió. Vivió con los bereberes y desarrolló un nuevo estilo de ministerio, con una predicación basada en el ejemplo y no en el discurso. Para conocer mejor a los tuaregs, estudió su cultura durante más de doce años, y publicó bajo un seudónimo el primer diccionario tuareg-francés. También fue el primero en traducir el Evangelio a las lenguas tuaregs. La obra de Carlos de Foucauld es una referencia para el conocimiento de la cultura de los tuaregs.
El 1 de diciembre de 1916, Carlos de Foucauld fue asesinado por una banda de forajidos en la puerta de su ermita en el Sahara argelino. Pronto se lo consideró un santo y se estableció una verdadera devoción en torno a su figura, apoyada por el éxito de la obra de René Bazin titulada Charles de Foucauld, explorateur du Maroc, ermite au Sahara (1921). Nuevas congregaciones religiosas, familias espirituales y una renovación deleremitismo y de la «espiritualidad del desierto» en pleno siglo XX se inspiraron en los escritos y en la vida de Carlos de Foucauld.

La apertura de la causa de su beatificación y canonización se produjo en 1927. El proceso se interrumpió durante la guerra de Argelia pero se reemprendió más tarde. El 24 de abril de 2001, Carlos de Foucauld fue declarado venerable por Juan Pablo II, y el 13 de noviembre de 2005 fue proclamado beato durante el papado de Benedicto XVI, en una ceremonia presidida por el cardenal José Saraiva Martins. Su nombre religioso fue «Hermano Carlos de Jesús», y la Iglesia católica celebra su festividad el 1 de diciembre.







1 comentario:

  1. Es excelente la oración/reflexión de Charles de Foucauld, ejemplo de humildad en la aceptación de sí mismo y en la búsqueda de conversión. Foucauld fue un paradigma del respeto en el diálogo interreligioso. Muchas gracias por subirla.

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