¿Qué mejor regalo a Nuestra Madre en el Día de hoy, ahora y siempre?
Madre, estamos rezando el Santo Rosario, la Oración más completa de la Iglesia, la Oración de Alabanza, Gloria y Súplica a Dios. La Oración que a través de Ti, nos acerca más a Jesús.
Madre, rezamos el Santo Rosario como Testimonio de nuestra Fe y como Regalo que el Cielo proporciona en estos días, a este país necesitado de Dios.
Miles de Rosarios, se rezan rogando a Jesús y a María por los frutos del Amor a Dios.
Una alfombra Humilde de Rosarios Santos, rezados con especial devoción, te reciben en España, Madre, y te agradecen Tus Palabras, y Tu Apostolado en la Iglesia Universal.
El Rezo del Santo Rosario es la primera protección que la Santa Iglesia recibe ante los continuos ataques que viene sufriendo. Su rezo, ruega la Amorosa Protección de la Madre de Dios, realza aún más, si cabe, cada una de las escenas de la Vida de Jesús y por la acción del Espíritu Santo se convierte en una Oración diferente cada día, en cada uno de nosotros.
El Amor, se desborda en la meditación de cada Misterio, y la Humildad con la que intentamos presentarnos ante Dios, hacen de esta Oración uno de los dones más importantes para la Iglesia.Rezamos el Santo Rosario.
Recemos el Santo Rosario, cada día, más católicos.
Rezaremos el Santo Rosario que es Río de Gracias, que Dios envía a los campos secos de nuestro corazón, a los ojos que no acaban de ver, a las almas anegadas por el pecado…Recemos.
Dios no nos ha dejado, está a la puerta, esperando que le abramos. Cuando invocamos al Señor , Él nos escucha. Él es nuestra Fuerza, nuestra Roca, Él es el auténtico Amor.
Demos Gracias a Dios, por el Regalo del Santo Rosario y respondámosle con el rezo del mismo, solos, en familia, con nuestros amigos, con nuestro Grupo, en el Bus, en el Metro, en el trabajo, con el taxista, en el Mercado, frente a una imagen de la Virgen, en el sufrimiento, en la alegría…Recemos.
Que nuestros Rosarios se hagan visibles en las calles, plazas y en ciudades y pueblos del Mundo. Bendigamos con él, a Dios en todo momento, y supliquemos la intercesión de Nuestra Madre la Virgen María por los más desfavorecidos de la Tierra.
Dios está con nosotros. Recemos.
Mi hija estudia desde hace más de doce años en un colegio religioso. En todo este tiempo los alumnos no han rezado el rosario ni en una sola ocasión y ni tan siquiera les han enseñado cómo hacerlo.
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