SAN AGUSTIN

¿Cómo aprender Humildad? ¡Sólo con humillaciones!
(Beata Teresa de Calcuta)

...Llenaos primero vosotros mismos; sólo así podréis dar a los demás. (San Agustín)

Dios no pretende de mí que tenga éxito. Sólo me exige que le sea fiel.
(Beata Teresa de Calcuta)

GOTA

... lo que hacemos es tan solo una gota en el mar, pero el mar sería menos si le faltara esa gota.
(Beata Teresa de Calcuta)

Contento, Señor, Contento (San Alberto Hurtado)

...y ESO ES LA SANTIDAD, DEJAR QUE EL SEÑOR ESCRIBA NUESTRA HISTORIA... (Papa Francisco)

«No ser, no querer ser; pisotear el yo, enterrarlo si posible fuera...».
(Santa Ángela de la Cruz)

Reconoce cristiano, tu dignidad, que el Hijo de Dios se vino del Cielo, por salvar tu alma. (San León Magno)

viernes, 26 de octubre de 2012

MADRE TERESA DE CALCUTA

Anécdotas de la Madre Teresa de Calcuta.

La importancia de la asistencia espiritual
Era tanto el celo que tenía porque sus religiosas tuvieran siempre asistencia espiritual, que a todos los obispos, de los diversos países desde donde le solicitaban hermanitas, para la atención de los personas enfermas y muy pobres, les exigía como única condición, que dispusieran para las religiosas un sacerdote que les pudiera confesar.
Cierta vez que visitó a las religiosas ya establecidas en un país, notó que ellas no estaban muy en armonía. Enseguida llamó a la encargada del grupo y le preguntó que hacía cuanto tiempo no se confesaban y la religiosa admitió que hacía ya mucho tiempo. De inmediato la Madre Teresa fue a visitar urgentemente al Obispo y le avisó que al otro día se llevaría a todas las religiosas, pues no se había cumplido la promesa de disponerles el sacerdote que les guiara espiritualmente.
El Obispo inmediatamente hizo las gestiones para que ese mismo día todo quedara tramitado para que un sacerdote las visitase a partir del día siguiente

La importancia de la oración.

En otra ocasión algunas religiosas que Madre Teresa visitaba en cierto país, hablaron con ella, pues como tenían mucho trabajo consideraban que debían reducir el tiempo de oración. Y la Madre Teresa les preguntó "¿Cuanto tiempo oran al día?"... y una de las religiosas le contestó: "una hora". "Muy bien -dijo Madre Teresa- a partir de mañana que sean dos"..

Hoy en día, por norma establecida por Madre Teresa, las religiosas deben orar al día, la misma cantidad de horas que dedican al trabajo. Si trabajan 5 horas, deben orar 5 horas y así sucesivamente. Esto es para dar toda la importancia debida a nuestro diálogo con el Señor.
 
Dios provee...

En una oportunidad Madre Teresa necesitaba viajar urgentemente a Roma junto a dos de sus religiosas. Llegaron al aeropuerto con sus pocas pertenencias y consultaron por el precio de los pasajes, y viendo que no les alcanzaba el dinero, las religiosas de Madre Teresa se entristecieron, pero ella les dijo "No se preocupen, que si es la Voluntad de Dios, El nos proveerá"... Y enseguida se fueron a sentar por allí, cuando un hombre que caminaba por el pasillo reconoció a Madre Teresa. El, cuando joven, la había conocido en unos trabajos solidarios. Se acercó amablemente a saludarla y la invitó junto a las hermanitas a su oficina... Ahora era uno de los directores de la Aerolínea. Le preguntó a Madre Teresa porque estaba en el aeropuerto y ella le explicó. Inmediatamente el hombre le regaló los pasajes de avión que las tres religiosas necesitaban...

Dios provee, siempre...
 
 
El verdadero amor

Cada vez que yo entraba a la casa de la Madre Teresa, sentía que Dios recién había salido.
Una señora, impresionada por verla bañar a un leproso, le dijo: yo no bañaría a un leproso ni por un millón de dólares, a lo que Teresa contestó: Yo tampoco porque a un leproso solo se lo puede bañar por amor.
 

El fruto A la beata Teresa de Calcuta le gustaba entregar una «tarjeta de visita» en la que estaba escrito: «Fruto del silencio es la oración; fruto de la oración la fe, fruto de la fe el amor, fruto del amor el servicio, fruto del servicio la paz»."
 
Descanso en el amor.
Pregunté a la Madre Teresa en Calcuta: ¿cuándo descansa? y me dijo: Descanso en el amor. Le pregunté: ¿cuál es el lugar del hombre? y me dijo: Donde sus hermanos lo necesitan. Le dije: nunca la escuche hablar de política, y me dijo: Yo no puedo darme el lujo de la política, una sola vez me detuve 5 minutos a escuchar un político, y en esos 5 minutos se me murió un viejecito en Calcuta.
 
 
EL VALOR DE LA ORACION:

"De nada valen las obras externas si no se le da el primer lugar a la oración íntima"

La primera vez que un sacerdote joven vio a la Madre Teresa de Calcuta, siendo él sacerdote recién ordenado, la Madre le preguntó:

¿Cuántas horas dedicas a la oración?.

Y él dijo yo pensaba que me iba a preguntar cuántas obras de caridad hacía, y la Madre le respondió:

”No, porque de la oración depende lo que tú hagas”
 
 
LA POBREZA
"Cuanto menos poseemos, más podemos dar. Parece imposible, pero no lo es. Esa es la lógica del amor." -Madre Teresa, M.C.
Una vez un crítico le sugirió que haría mas para terminar con la pobreza si enseñara a pescar en vez de dar el pescado. Ella respondió: "Las personas que yo ayudo no se valen por si mismas, no se pueden parar. No pueden sostener la caña. Yo les daré el alimento y después se los enviaré a usted para que usted les enseñe a pescar".
 
 
 
Pensamientos
 
LA MAYOR ENFERMEDAD
"La mayor enfermedad hoy día no es la lepra ni la tuberculosis sino mas bien el sentirse no querido, no cuidado y abandonado por todos. El mayor mal es la falta de amor y caridad, la terrible indiferencia hacia nuestro vecino que vive al lado de la calle, asaltado por la explotación, corrupción, pobreza y enfermedad." -Madre Teresa, M.C.
 
ORACION PARA SONREIR
Señor, renueva mi espíritu y dibuja en mi rostro
sonrisas de gozo por la riqueza de tu bendición.
Que mis ojos sonrían diariamente
por el cuidado y compañerismo
de mi familia y de mi comunidad.
Que mi corazón sonría diariamente
por las alegrías y dolores que compartimos.
Que mi boca sonría diariamente
con la alegría y regocijo de tus trabajos.
Que mi rostro dé testimonio diariamente
de la alegría que tú me brindas.
Gracias por este regalo de mi sonrisa, Señor.
Amén.
-Madre Teresa de Calcuta
 
Palabras de la Beata Teresa de Calcuta a los Médicos.
En mayo de 1982, Sor Teresa dirige estas palabras a un grupo de médicos donde les muestra el modo evangélico de ejercer la profesión.

Vosotros como médicos necesitáis una fuerte vida de oración, porque la vuestra no es sólo una profesión, es una vocación. Lo mismo nos sucede a nosotras, que no somos asistentes sociales, sino que debemos ser contemplativas en el corazón del mundo, porque pasamos 24 horas con Jesús, cuando damos de comer a los hambrientos, de dormir a los sin techo, etc., fieles a la palabra del Señor de habérselo hecho a Él.
También el médico cristiano toca a Cristo 24 horas al día y cree en las palabras de Jesús. Por esto necesitamos rezar para tener un corazón puro que vea a Jesús. Yo deseo mucho que el grupo de médicos siga haciendo en otros sitios lo que hacemos nosotras las Misioneras: por tanto, ¡que se establezca un contacto espiritual entre nosotros! Los enfermos acuden a vosotros no sólo con un gran sufrimiento, sino también con una gran esperanza: ¡no sólo hay que prescribir medicinas a toda prisa!
El vuestro es amor de Dios en acción: Dios os ha escogido para ser manifestación de su amor por los enfermos. Él os necesita para hacer comprender a los hombres el amor que Dios les tiene. Cristo está realmente presente y palpable en ellos, no es una sensación o una imagen; hay que estar convencidos de ello: Jesús no dice mentiras; igual que 2 y 2 son 4, así sus palabras son realidad



ANÉCDOTA
Cuenta la Madre Teresa que una señora hindú, muy rica, fue a verla y le dijo: "Madre, yo quisiera tomar parte en su trabajo." La Madre le respondió: "Eso está muy bien". La señora , entrando en confianza , le dijo: "A mí me gustan y compro saris caros y elegantes todos los meses", (sari = vestido de la India). En ese momento, la señora llevaba un traje que valía 800 rupias, el de la Madre apenas valía 8 rupias. La Madre le aconsejó : " Yo empezaría por el sari, la próxima vez que vaya a comprar uno, cómprelo de 500 rupias y las otras 300 úselas para adquirir saris para los pobres". La señora rica siguió el consejo y fue bajando el costo de su compra mensual ; dice la Madre que la buena señora llegó a comprar para ella saris hasta de 100 rupias y eso porque la Madre le pidió que no bajase de allí. Y ella misma confesó que esto había cambiado su vida y por ahora había tomado verdadera conciencia de lo que es compartir, asegurando que tenía la sensación cabal de haber recibido mucho más de lo que ha dado.
Reflexionemos sobre este pasaje y aprendamos a compartir lo poco o mucho que tengamos.
 



Las Misioneras de la Caridad tienen como cuarto voto el servicio a los mas pobres (los primeros tres son pobreza, castidad y obediencia). Lo cumplen alrededor del mundo en cientos de casas dedicadas a los moribundos, albergues para mujeres y niños, casas para pacientes de SIDA, etc.
 
"No basta con que digamos: Yo amo a Dios pero no amo a mi prójimo. San Juan dice que somos mentirosos si afirmamos que amamos a Dios y no amamos a nuestro prójimo. Es muy importante para nosotros darse cuenta de que el amor para que sea auténtico tiene que doler." -Madre Teresa, M.C., al recibir el Premio Nobel de la Paz.
 
AUTENTICIDAD
"Nosotros predicamos un Dios bueno, comprensivo, generoso y compasivo. Pero, ¿lo predicamos también a través de nuestras actitudes? Si queremos ser coherentes con lo que decimos, todos deben poder ver esa bondad, ese perdón y esa comprensión en nosotros."  Madre Teresa MC
 
"La paz y la guerra empiezan en el hogar. Si de verdad queremos que haya paz en el mundo, empecemos por amarnos unos a otros en el seno de nuestras propias familias. Si queremos sembrar alegría en derredor nuestro precisamos que toda familia viva feliz." -Madre Teresa de Calcuta
 
 
 
Haznos dignos
Señor, cuando tenga hambre, dame alguien que tenga necesidad de alimento. Cuando tenga sed, mándame a alguien que necesite de bebida. Cuando tenga frío, mándame a alguien para que lo abrigue. Cuando tenga un disgusto, ofréceme alguien para que lo consuele. Cuando mi cruz se vuelva pesada, hazme compartir la cruz de otro. Cuando me sienta pobre, condúceme hasta alguien que esté necesitado. Cuando tenga tiempo, dame alguien a quien pueda ayudar unos momentos. Cuando me sienta humillado, haz que tenga a alguien a quien alabar. Cuando esté desanimado, mándame a alguien a quien dar ánimos. Cuando sienta necesidad de comprensión de otros, mándame a alguien que necesite de la mía. Cuando necesite que se ocupen de mí, mándame a alguien de quien tenga que ocuparme. Cuando pienso sólo en mí mismo, atrae mi atención sobre otra persona. Haznos dignos, Señor, de servir a nuestros hermanos que, en todo el mundo, viven y mueren pobres y hambrientos.
Madre Teresa de Calcuta 

             Irradiar a Cristo (Cardenal Newman)
Una de las oraciones que rezan las misioneras de la Caridad
 
¡Oh, Jesús!
Ayúdame a esparcir tu fragancia donde quiera que vaya.
Inunda mi alma de tu espíritu y vida.
Penétrame y aduéñate tan por completo de mí,
que toda mi vida sea una irradiación de la tuya.
Ilumina por mi medio y de tal manera toma posesión de mí,
que cada alma con la que yo entre en contacto pueda sentir tu presencia en mi alma.
Que al verme no me vea a mí, sino a Tí en mí.
Permanece en mí. Así resplandeceré con tu mismo resplandor,
y que mi resplandor sirva de luz para los demás.
Mi luz toda de Ti vendrá, Jesús; ni el más leve rayo será mío.
Serás Tú el que iluminarás a otros por mi medio.
Sugiéreme la alabanza que más te agrada,
iluminando a otros a mi alrededor.
Que no te pregone con palabras sino con mi ejemplo,
con el influjo de lo que yo lleve a cabo,
con el destello visible del amor que mi corazón saca de Ti.
Amén


SER FIELES EN LAS COSAS PEQUEÑAS
Seamos fieles en las cosas pequeñas, porque ahí estará nuestra fortaleza. Miremos el ejemplo de la lámpara que arde con el aporte de pequeñas gotitas de aceite, y sin embargo da mucha luz. Las gotitas de aceite de nuestras lámparas son las cosas pequeñas que realizamos diariamente: la fidelidad, la puntualidad, las palabras bondadosas, las sonrisas, nuestra actitud amorosa hacia los demás.
No hay nada que sea pequeño a los ojos de Dios, y Él mismo se tomó la molestia de hacerlas para enseñarnos cómo actuar. Por eso se transformaron en infinitas.
Las tentaciones las tenemos todos. Pero si Jesús es una realidad viviente en mi vida, entonces ya no tengo miedo.
Somos pequeños instrumentos, pero muchos pequeños instrumentos en las manos de Dios pueden hacer milagros.
Yo soy el lápiz de Dios. Un trozo de lápiz con el cual Él escribe aquello que quiere.
Empieza transformando todo lo que haces en algo bello para Dios.
Madre Teresa de Calcuta







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