SAN AGUSTIN

¿Cómo aprender Humildad? ¡Sólo con humillaciones!
(Beata Teresa de Calcuta)

...Llenaos primero vosotros mismos; sólo así podréis dar a los demás. (San Agustín)

Dios no pretende de mí que tenga éxito. Sólo me exige que le sea fiel.
(Beata Teresa de Calcuta)

GOTA

... lo que hacemos es tan solo una gota en el mar, pero el mar sería menos si le faltara esa gota.
(Beata Teresa de Calcuta)

Contento, Señor, Contento (San Alberto Hurtado)

...y ESO ES LA SANTIDAD, DEJAR QUE EL SEÑOR ESCRIBA NUESTRA HISTORIA... (Papa Francisco)

«No ser, no querer ser; pisotear el yo, enterrarlo si posible fuera...».
(Santa Ángela de la Cruz)

Reconoce cristiano, tu dignidad, que el Hijo de Dios se vino del Cielo, por salvar tu alma. (San León Magno)

miércoles, 25 de enero de 2012

LA CONVERSION DE SAN PABLO

Saulo de Tarso, fariseo fanático, discípulo de Gamaliel, fue desde muy joven perseguidor de la Iglesia naciente. Pero, cuando iba camino de Damasco para traerse presos a Jerusalén a los cristianos, se le apareció Cristo, lo derribó del caballo y le dijo: «Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?» Saulo acabó respondiendo: «¿Señor, qué quieres que haga?» Entró en Damasco y allí lo bautizó Ananías. Ya convertido, volvió a Jerusalén para conocer a Pedro y luego marchó a Tarso, donde permaneció hasta que Bernabé fue a buscarlo y lo integró en la comunidad de Antioquía. Algún tiempo después comenzó su carrera de Apóstol de las Gentes.- 
Conversión de San Pablo. Murillo
"Me he aparecido a ti precisamente para elegirte como servidor,
como testigo de que me has visto ahora y de lo que te revele en
adelante. Te salvaré de tu pueblo y de los gentiles, a quienes te
envío para que les abras los ojos, y se vuelvan de las tinieblas a la
luz y del dominio de Satanás a Dios; para que, creyendo en mí,
obtengan el perdón de los pecados y parte en la herencia de los
consagrados. (Hch 26, 16b-18)".
San Pablo. Apóstol de los Gentiles
¡Qué poca cosa soy yo para intentar comentar lo anterior! Saulo , perseguidor de cristianos, fue tocado por Dios para Servirle, fue en  su caída del caballo, cuando Dios le presentó la realidad de su vida, y Saulo cambió...
Pablo, desde entonces predicaba la vida de Jesucristo, hacía milagros, recorría el mundo lleno de la Gracia del Espíritu y servía a Dios en todo momento.
Roguemos a Dios, para que nos haga caer del caballo del pecado, de la indiferencia, de la ignorancia y nos convierta en servidores de Él y de los demás para siempre.
Recemos.

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