Solo nos queda el Papa, Su Autoridad, Su sabiduría, la acción del Espíritu Santo que deje sin voz a los que intentan desde dentro y desde fuera atacar a la Iglesia.
Me molesta muchísimo el palabreo, sí, palabreo de muchos, para justificar lo injustificable, para permitir lo que no puede ser, para reducir la Gloria de Dios con argumentos humanos.
El Sínodo de la Familia ha quedado reducido a la machacona propuesta de algunos, sobre los divorciados, como si fuesen los únicos existentes, para que puedan comulgar casados nuevamente.
No me cuenten historias purpuradas, no me convenzan con mi actitud inmisericorde si creo que no pueden hacerlo. No distraigan de tanto tema del que hablar sobre las familias.
Otro tema, los matrimonios del mismo sexo, otro caballo de batalla del que también me intentan culpabilizar.La situación de los homosexuales en la Iglesia.
Matrimonio es lo que es. Convivencia de personas es lo es. Castidad y pecado en unos y otros ya esta definido. Respeto y acogida, la Iglesia bien sabe lo que es y bien lo demuestra.
¿Piensan que vamos a redefinirlo todo? ¿Son Vds más que Dios o piensan convencer a unos cuantos?
Cuando el Cardenal Kasper dice que el Sínodo ha abierto la puerta...pues no. El sínodo es opinable, la relatio final no es doctrina y confiamos en el Papa, para que aclare todo .
No comprendo como algunos cardenales, obispos, laicos comprometidos y religiosos...pretenden enmendarle la plana al Señor en función de la Misericordia que nos tiene...el lo ha dicho y lo ha hecho, ha llamado hipócritas y sepulcros blanqueados, raza de víboras a los que así creía, ha aconsejado mejor atarse una rueda al cuello y caer al agua, no escandalizar...y expulsó a los mercaderes del templo pues obstaculizaban la Santidad de su Padre...y más...perdónales porque no saben lo que hacen.
De este sínodo me llega la intención de algunos, de reducir la Eucaristía, de reducir las culpas, de reducir la necesidad de perdón, de obviar realidades doctrinales, de confundir reduciendo la familia a todo vale, a la desigualdad igualitaria en las parejas.
Podía seguir escribiendo, ampliando el deseo reduccionista de lo eterno, que plantean muchos, que no digo que no sea de buena fe..., evitemos la ingenuidad .
Recemos unos por otros . Dios sabe .
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