SAN AGUSTIN

¿Cómo aprender Humildad? ¡Sólo con humillaciones!
(Beata Teresa de Calcuta)

...Llenaos primero vosotros mismos; sólo así podréis dar a los demás. (San Agustín)

Dios no pretende de mí que tenga éxito. Sólo me exige que le sea fiel.
(Beata Teresa de Calcuta)

GOTA

... lo que hacemos es tan solo una gota en el mar, pero el mar sería menos si le faltara esa gota.
(Beata Teresa de Calcuta)

Contento, Señor, Contento (San Alberto Hurtado)

...y ESO ES LA SANTIDAD, DEJAR QUE EL SEÑOR ESCRIBA NUESTRA HISTORIA... (Papa Francisco)

«No ser, no querer ser; pisotear el yo, enterrarlo si posible fuera...».
(Santa Ángela de la Cruz)

Reconoce cristiano, tu dignidad, que el Hijo de Dios se vino del Cielo, por salvar tu alma. (San León Magno)

domingo, 4 de mayo de 2014

NUNCA DEJEMOS DE REZAR


SANTA TRINIDAD
Francisco Caro 1624-1667 Sevilla


Oremos a Cristo, vida y resurrección de todos los hombres, 
digámosle con fe: 

Hijo de Dios vivo, protege a tu pueblo.

Te rogamos, Señor, por tu Iglesia extendida por todo el mundo: 
—santifícala y haz que cumpla su misión de llevar tu reino a todos 
los hombres. 
Te pedimos por los hambrientos y por los que están tristes, por los 
enfermos, los oprimidos y los desterrados: 
—dales, Señor, ayuda y consuelo. 
Te pedimos por los que se han apartado de ti por el error o por el 
pecado: 
—que obtengan la gracia de tu perdón y el don de una vida nueva. 
Salvador del mundo, tú que fuiste crucificado, resucitaste, y has de 
venir a juzgar al mundo, 
—ten piedad de nosotros, pecadores. 
Te rogamos, Señor, por los que viven en el mundo 
—y por los que han salido ya de él, con la esperanza de la 
resurrección. 


Con la misma confianza que nos da nuestra fe, acudamos 
ahora al Padre, diciendo, como nos enseñó Cristo: 

Padre nuestro, que estás en el cielo, 
santificado sea tu Nombre; 
venga a nosotros tu reino; 
hágase tu voluntad en la tierra como en 
el cielo. 
Danos hoy nuestro pan de cada día; 
perdona nuestras ofensas, 
como también nosotros perdonamos 
a los que nos ofenden; 
no nos dejes caer en la tentación, 
y líbranos del mal. 

Oración 
Que tu pueblo, Señor, exulte siempre al verse renovado y 
rejuvenecido en el espíritu, y que la alegría de haber recobrado la 
adopción filial afiance su esperanza de resucitar gloriosamente. 

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