Hola a todos los que os asomáis a la ventana de este blog.
Cada vez mas sintético, cada vez con menos tiempo para decir lo q quiero decir.
Y acabo algo molesto conmigo mismo.
Son tan apremiantes los temas de los que es necesario hablar, comunicar , copiar y
extender, son tantos los temas que circulan por mi vida, que mi espíritu harto crítico,
lo tengo oculto. Quizá intentando evitar la soberbia o que mis palabras molesten.
Pero no crean que es el miedo lo que me frena...
Intento respetar y respeto. Mis silencios a veces son elocuentes.
Y sigo caminando entre cacharros útiles, nuevos, viejos, inútiles... ¡que más da!
Es la realidad.
Estoy leyendo/meditando si puedo, varios textos, casi todos de Espiritualidad,
mejor dicho, de la Religión Católica: El Via Crucis de San Rafael Arnáiz, la Exhortación
del Papa Francisco sobre la Alegría del Evangelio, Pasajes del Evangelio Diario,
los Salmos, Textos de los Padres de la Iglesia, y escritos de la Beata Teresa de
Calcuta...y más.
Una desordenada lectura , que va construyendo mi opinable Vida Espiritual, que es
la Importante, la Vida que debo hacer crecer para servir mejor...
(Continuaré...
)
Este es el blog de Miguel Martínez Galindo, Laico Misionero de la Caridad de la Beata Teresa de Calcuta,Grupo de Málaga, que quiere aprovechar el momento presente para Crecer en Humildad, que no es otra cosa que la Auténtica Verdad Recemos, sirviendo a los demás, para llegar a esa Verdad:Dios Nuestro Padre y Señor..
SAN AGUSTIN
¿Cómo aprender Humildad? ¡Sólo con humillaciones!
(Beata Teresa de Calcuta)
Dios no pretende de mí que tenga éxito. Sólo me exige que le sea fiel.
(Beata Teresa de Calcuta)
GOTA
... lo que hacemos es tan solo una gota en el mar, pero el mar sería menos si le faltara esa gota.
(Beata Teresa de Calcuta)
Contento, Señor, Contento (San Alberto Hurtado)
...y ESO ES LA SANTIDAD, DEJAR QUE EL SEÑOR ESCRIBA NUESTRA HISTORIA... (Papa Francisco)
«No ser, no querer ser; pisotear el yo, enterrarlo si posible fuera...».
(Santa Ángela de la Cruz)
Reconoce cristiano, tu dignidad, que el Hijo de Dios se vino del Cielo, por salvar tu alma. (San León Magno)
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