O Radix Iesse (19 de diciembre)
Empezamos
ahora con la Antífona de Vísperas del día 19:
Oh raíz
de Jesé,
que te
levantas como una señal para los pueblos;
ante
quien los reyes han de guardar silencio
y a quien
las naciones han de invocar:
Ven a
librarnos, no tardes.
O Radix
Jesse, qui stas in signum populorum, super quem continebunt reges os
suum, quem gentes deprecabuntur: veni ad liberandum nos, jam
noli tardare
La
promesa hecha a David por el profeta Natán (2 Sam 7,5ss.) acerca de sy
descendencia afianzó en el pueblo de Israel la creencia de que el Mesías sería
descendencia de la dinastía davídica. Aunque el tronco de la familia
de David había quedado cortado, la promesa no podía fallar: Oh raíz de Jesé, que te levantas
como una señal para los pueblos: es decir aunque el tronco de
Jesé ha sido cortado, la raíz sigue intacta, de allí surgirá un renuevo, un
vástago, que se levantará como señal para todos los pueblos: un
retoño brotará de sus raíces. (Is 11,1). De hecho el
evangelista Mateo cuando hablando del niño de Belén dice que se
llamará Nazareno (Mt
2,23), muy probablemente está dando a entender el cumplimiento de esta promesa
mesiánica, pues el término hebreo neser, significa
precisamente eso =vástago,
retoño.
El profeta
al mencionar a Jesé (padre de David) en vez de al gran rey David, fundador de
la dinastía, evoca un clima cuya fórmula de humildad se adapta muy bien
tanto al origen humilde de David como al nacimiento pobre de Jesús.
Ant: Oh renuevo del tronco de Jesé, que te alzas como un signo para los pueblos, ante quien los reyes enmudecen y cuyo auxilio imploran las naciones, ven a librarnos, no tardes más.
†
(se hace la señal de la cruz mientras se comienza a recitar)
Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
Él hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de la misericordia
-como lo había prometido a nuestros padres-
en favor de Abrahán y su descendencia por siempre.
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
Él hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de la misericordia
-como lo había prometido a nuestros padres-
en favor de Abrahán y su descendencia por siempre.
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
Ant: Oh renuevo del tronco de Jesé, que te alzas como un signo para los pueblos, ante quien los reyes enmudecen y cuyo auxilio imploran las naciones, ven a librarnos, no tardes más.
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