III DOMINGO DE ADVIENTO
En la Corona de Adviento al principio de la Santa Misa, o al iniciar las oraciones del día en familia, encendemos hoy la vela de color rosa, distinto color del habitual morado de Adviento, que nos indica que el Señor está cerca, que debemos prepararnos con alegría para su venida, es un descansar pasajero de sacrificio, limosna y ayuno que se viene realizando estos días, ante la esperanza de la Navidad , ya cerca. Así, el color rosado mezcla del morado, y del blanco de la Navidad, se presenta al encender la vela rosada para recordarnos que ese día del Nacimiento del Señor, esta cerca ************************* *******************
El Evangelio de hoy nos presenta a San Juan el Bautista, que bautiza, explica, aconseja,...que habla de Jesús...y que se siente no merecedor ni de atarle las correas de sus sandalias.
Y avisa, yo os bautizo con agua, pero el que viene detrás de mí os bautizará con el Espíritu Santo y fuego.
Sería bueno plantearnos, si a imitación del Bautista, nosotros también preparamos el camino al Señor, para que llegue a nuestras familias, amigos, compañeros de trabajo, necesitados...a nosotros mismos...
¿qué estamos haciendo?
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Los dos tiempos litúrgicos de preparación a la venida del Señor, el adviento, cuarenta días de espera a su Nacimiento y la cuaresma, los mismos días de preparación para su Muerte y gloriosa Resurrección son tiempos de penitencia en los que el color morado es el propio de la liturgia. Sin embargo, hay una excepción en el que el color rosa hace acto de presencia brevemente durante ambos periodos litúrgicos. Un rosa que simboliza alegría, aunque sea una alegría pasajera y efímera. Se utiliza en los domingos de Gaudete y Laetare, es decir, el tercer domingo del Adviento y el cuarto de la Cuaresma. En medio de un tiempo de oración, limosna y ayuno, el rosa recuerda brevemente la alegría de en la proximidad de la Navidad o de la Pascua. El tercer domingo de Adviento se denomina Gaudete y el cuarto domingo de Cuaresma se denomina Laetare. Gaudete y laetare, palabras latinas cuyo significado es similar, regocíjate y alégrate. La antífona de entrada de la Misa de hoy comienza con esa palabra que da nombre al día; “Laetare, Ierúsalem” (Is 66), “Alégrate, Jerusalén”, de la misma forma que el del domingo de Adviento comienza con “Gaudéte in Dómino semper” “Estad siempre alegres en el Señor”. Los ornamentos de color rosado, que es un morado aclarado o alegre, surgieron en la Baja Edad Media en el sur de Italia. Se asignan a los domingos Gaudete, III de Adviento, y Laetare, IV de Cuaresma, por ser los penúltimos de cada tiempo señalado: es un respiro en el camino de la austeridad al divisar en el horizonte la gloria que se va a alcanzar. El color rosa pasó al Caeremoniale Episcoporum y de ahí se extendió su uso, aunque nunca ha sido preceptivo, sino “ad libitum”, es decir, a consideración o discreción del celebrante o presidente de la celebración litúrgica. Nota.- Laetare es el imperativo del verbo latino “laetor” que significa alegrarse, regocijarse. Alegraros y regocijaros porque el Señor padecerá, pero también resucitará. Gaudete es también el imperativo de un verbo latino: “gaudeo” que significa gozar íntimamente, complacerse en algo. Por tanto “gaudete” significa regocijaos. Regocijo en Adviento porque pronto nacerá el Salvado |
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