SAN AGUSTIN

¿Cómo aprender Humildad? ¡Sólo con humillaciones!
(Beata Teresa de Calcuta)

...Llenaos primero vosotros mismos; sólo así podréis dar a los demás. (San Agustín)

Dios no pretende de mí que tenga éxito. Sólo me exige que le sea fiel.
(Beata Teresa de Calcuta)

GOTA

... lo que hacemos es tan solo una gota en el mar, pero el mar sería menos si le faltara esa gota.
(Beata Teresa de Calcuta)

Contento, Señor, Contento (San Alberto Hurtado)

...y ESO ES LA SANTIDAD, DEJAR QUE EL SEÑOR ESCRIBA NUESTRA HISTORIA... (Papa Francisco)

«No ser, no querer ser; pisotear el yo, enterrarlo si posible fuera...».
(Santa Ángela de la Cruz)

Reconoce cristiano, tu dignidad, que el Hijo de Dios se vino del Cielo, por salvar tu alma. (San León Magno)

domingo, 1 de noviembre de 2015

SOLEMNIDAD DE TODOS LOS SANTOS



Celebración del 1 de Noviembre, Solemnidad de todos los Santos.
Apocalipsis 7,2-4.9-14; 1Juan 3,1-3; Mateo 5,1-12a

Esta fiesta se remonta al S. VIII, cuando el Papa Gregorio III (731-741) erigió en San Pedro un oratorio en honor de Cristo y de su santa Madre, así como de “todos los santos mártires y confesores y justos llegados a la perfección que reposan en el mundo entero”, y ordenó a los monjes de servicio en la basílica que acudieran allí todas las tardes para celebrar un breve oficio votivo en su honor. Pronto comenzó a difundirse la fiesta de Todos los Santos, relacionada en Oriente con las solemnidades pascuales, y fijada, en Inglaterra y en los países francos, para el 1 de noviembre.

Este es el origen de la solemnidad que hoy se celebra en toda la Iglesia, pero el culto de veneración, dado a los santos, se remonta al origen del cristianismo, que desde siempre ha reconocido a Jesucristo como el Santo (consagrado o Mesías); a los cristianos como al “pueblo santo” participando así, por medio del bautismo, del don de Cristo a su Iglesia y a cada uno de sus miembros (1Pe 2,9). Por eso el apóstol Pablo escribe “a todos los que estáis en Roma, amados de Dios, llamados Santos” (Rom 1,7; 12,13; 15,25). Con el tiempo el término pasa a referirse a aquellas personas que han vivido su identificación con Cristo de una manera eminente: “los mártires”. Una vez que el martirio se hace menos presente, los Obispos, padres en la fe de la comunidad, empiezan a relevarlos, junto con personas como, ascetas, vírgenes y viudas, que ocupan un puesto relevante en las comunidades cristianas. La visita a sus tumbas, en una primera instancia de los mártires, junto con la repartición de las reliquias y exhumación de sus cuerpos para repartirlos entre las basílicas de las ciudades grandes, es el origen de la celebración cultual de los mártires, que luego pasará a ser de los santos.

Las familias antiguas visitaban a sus difuntos, comían, bebían, celebraban de una forma u otra el recuerdo de sus seres queridos. La familia cristiana, también visitaba a sus difuntos, pero en la comunidad se recordaban por ser una referencia en su entrada en la fe (los padres en la fe). El libro del Apocalipsis los celebra hoy en una fiesta celestial; San Juan anuncia la grandeza inimaginable de los hijos de Dios que va a convertirse en la semejanza del Hijo, la visión cara a cara; y el evangelio nos muestra el camino de realización de una vida “beata”, feliz, realizada por el don de Dios.

Hoy celebramos a todos los que ya han realizado la vida “bienaventurada” pero también avivamos la esperanza de nuestro destino y meta. Hoy pedimos y recordamos a aquellos que nos han precedido, orando con ellos y por medio de ellos, pero también los miramos para aprender de sus vidas el ánimo inquebrantable. Hoy cantamos la alegría del día en que han nacido para el cielo, pero sobre todo nos alegramos, admirando y alentando nuestros deseos, mirándonos en el espejo de sus vidas.

Ser discípulos de Jesús fue “bienaventuranza” ayer, lo sigue siendo hoy y es la llamada permanente en mi vida. Las bienaventuranzas son para mí y me lanzan, dese la vida de los santos, a la necesidad de los demás; a elegir la pobreza y acompañar al pobre, a acoger el llanto llorando con el dolor ajeno, a oír el clamor del sufrimiento hodierno, a descubrir el hambre y la sed generadas por las nuevas formas de injusticia, a vivir de y con misericordia, a pedir y trabajar por la paz acogiéndola de Dios y entregándola desde el perdón. No sé si seremos o no perseguidos por ello, quizás nos persiguen por el anti testimonio que damos. Pero la alegría y el contento son los signos del cielo, así que desterremos la tristeza y la amargura porque hoy es la fiesta de todos los santos, incluyéndote a ti. Ayer fue Halloween, porque el Santo vence al mal. 
Feliz día de todos los Santos. RECEMOS
(copiado del blog de angelo (SIETE EN FAMILIA):  http://www.angelsanchezt.com
P. Nicolás Sánchez Toledano
TODOS LOS SANTOS


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