Las Antífonas de la O, compendio del Adviento
El rezo litúrgico de la tarde o
“vísperas” incluye siempre el recitado o canto del Magnificat de María, su
cántico de alabanza a Dios cuando va a visitar a su prima santa Isabel. Este
cántico del Magníficat se introduce y concluye con una antífona que, los días
anteriores a la Navidad, tiene categoría y características especiales. Son las
llamadas “antífonas mayores” o “antífonas de la O”. “De la O” porque todas
ellas empiezan con la exclamación “Oh”, que en latín se escribe sin hache. Esto
mismo ha dado origen a la advocación de “Santa María de la O”, y al nombre
“María de la O”.
Estas antífonas recorren la semana
anterior a la Navidad. Son, por tanto, siete; desde el día 17 al 23 de
diciembre. Se compusieron hacia los siglos VII-VIII, y t odas ellas cantan a
Cristo esperado por todos los pueblos, así como las ansias con que la Iglesia
anhela su venida.
“Son breves oraciones dirigidas a Cristo
Jesús, que condensan el espíritu del Adviento y la Navidad. La admiración de la
Iglesia ante el misterio de un Dios hecho hombre: «Oh». La comprensión cada vez
más profunda de su misterio. Y la súplica urgente: «ven»
Cada antífona empieza por una
exclamación, «Oh», seguida de un título mesiánico tomado del Antiguo Testamento,
pero entendido con la plenitud del Nuevo. Es una aclamación a Jesús el Mesías,
reconociendo todo lo que representa para nosotros. Y termina siempre con una
súplica: «ven» y no tardes más” (José Aldazábal, Enséñame tus caminos. 1: Adviento y Navidad día tras día, Barcelona
1995, pp. 70-71).
El orden es el
siguiente, según la exclamación inicial:
O Sapientia
O Adonai
O Radix
O Clavis
O Oriens
O Rex
O Emmanuel
Leyendo, a partir de la última
antífona, las iniciales después de la exclamación “O”, se forma el acróstico
“ERO CRAS”, esto es “seré mañana, vendré mañana”, que es como la respuesta del
Mesías a la súplica de sus fieles.
Por toda esta riqueza
espiritual, las antífonas mayores han sido siempre muy del gusto de los
religiosos y monjes, que con frecuencia las han rodeado de un auténtico
folklore. Así ha sido también entre los agustinos recoletos. Es lo que hace
José Antonio Ciordia que, con verso sencillo y vibrante, desentraña su riqueza
teológica, bíblica y litúrgica.
De cada
una de ellas reproducimos:
1º) El texto original latino.
2º) La versión litúrgica española.
3º) La paráfrasis poética del agustino recoleto José
Antonio Ciordia.
Día 17 de diciembre
O Sapientia, quae ex ore Altissimi prodiisti,
attingens a fine usque ad finem fortiter, suaviterque disponens omnia: veni ad
docendum nos viam prudentiae.
Oh Sabiduría, que brotaste de los labios
del Altísimo, abarcando del uno al otro confín y ordenándolo todo con firmeza y
suavidad, ¡ven y muéstranos el camino de la salvación!
¡Oh Sabiduria!
Saliste de la boca del Excelso
y engendras a tu voz las cosas todas,
ordenas en belleza el universo
y tejes con amor la humana historia.
Saliste de la boca del Excelso
y engendras a tu voz las cosas todas,
ordenas en belleza el universo
y tejes con amor la humana historia.
Levanta en mi interior jardín de flores
con el calor que irradia tu Palabra:
en orden pon el caos de pasiones
que arrastran mi existencia hacia la nada.
con el calor que irradia tu Palabra:
en orden pon el caos de pasiones
que arrastran mi existencia hacia la nada.
Concédeme, Señor, gustar tu ciencia
y hallar en mí sabrosa tu presencia.
y hallar en mí sabrosa tu presencia.
Día 18 de diciembre
O Adonai, et dux domus Israël, qui Moyse in
igne flammae rubi apparuisti, et ei in Sina legem dedisti: veni ad redimendum
nos in brachio extento.
Oh Adonai, Pastor de la casa de Israel,
que te apareciste a Moisés en la zarza ardiente y en el Sinaí le diste tu ley,
¡ven a librarnos con el poder de tu brazo!
¡Oh Adonai
La zarza del Horeb que, en luz y fuego,
al siervo Moisés de Dios hablara
se muestra imagen fiel de tu misterio:
de ser calor, espíritu y Palabra.
La zarza del Horeb que, en luz y fuego,
al siervo Moisés de Dios hablara
se muestra imagen fiel de tu misterio:
de ser calor, espíritu y Palabra.
Voz eres celestial que a todos llama
y fuerza universal que todo eleva
y fuego abrasador que en viva llama
al mundo entero en torno a ti congrega.
y fuerza universal que todo eleva
y fuego abrasador que en viva llama
al mundo entero en torno a ti congrega.
Tu voz la nuestra sea, creadora,
y nuestra, la pasión que te devora.
y nuestra, la pasión que te devora.
Día 19 de diciembre
O Radix Jesse, qui stas in signum populorum
super quem continebunt reges os suum, quem gentes deprecabuntur: veni ad
liberandum nos, jam noli tardare
Oh Renuevo del tronco de Jesé, que te
alzas como un signo para los pueblos, ante quien los reyes enmudecen y cuyo
auxilio imploran las naciones, ¡ven a librarnos, no tardes más!
Oh raíz de Jesé.
Volvió a reverdecer el trono antiguo;
de su raíz brotó la flor más bella:
gimieron consternados los Abismos
y el cielo despertó legión de estrellas.
Volvió a reverdecer el trono antiguo;
de su raíz brotó la flor más bella:
gimieron consternados los Abismos
y el cielo despertó legión de estrellas.
Pastor de las naciones y los pueblos.
Enseña fulgurante, Vara enhiesta:
dirige poderoso hacia tu Reino
a cuantos ya se alegran con tu vuelta.
Enseña fulgurante, Vara enhiesta:
dirige poderoso hacia tu Reino
a cuantos ya se alegran con tu vuelta.
Estrella tuya soy, lucirte quiero
y ser en ti, jugosa Vid, renuevo.
y ser en ti, jugosa Vid, renuevo.
Día 20 de diciembre
O Clavis David et sceptrum domus Israël, qui
aperis et nemo claudit, claudis et nemo aperit: veni, et educ vinctum de domo
carceris, sedentem in tenebris et umbra mortis.
Oh Llave de David y Cetro de la casa de
Israel, que abres y nadie puede cerrar, cierras y nadie puede abrir, ¡ven y
libra a los cautivos que viven en tinieblas y en sombra de muerte!
¡Oh llave de David!
Sagrado Cetro,
en donde Dios ejerce sus poderes:
recibes en herencia los misterios
y entregas sus riquezas al que quieres.
Sagrado Cetro,
en donde Dios ejerce sus poderes:
recibes en herencia los misterios
y entregas sus riquezas al que quieres.
Si cierras Tú, cerrados permanecen,
y quedan manifiestos si los abres:
al hombre sin orgullo entrada ofreces
y ocultas su valor al arrogante.
y quedan manifiestos si los abres:
al hombre sin orgullo entrada ofreces
y ocultas su valor al arrogante.
Desata al pecador de su pecado
y da tu libertad al que es esclavo.
y da tu libertad al que es esclavo.
Día 21 de diciembre
O
Oriens, splendor lucis aeternae et sol justitiae: veni et illumina
sedentes in tenebris, et umbra mortis.
Oh Sol que naces de lo
alto, Resplandor de la Luz Eterna, Sol de justicia, ¡ven ahora a iluminar a los
que viven en tinieblas y en sombra de muerte!
Oh sol naciente.
Tú, Luz de Luz y Sol de eterno brillo,
fulgor ardiente que ciegas las Tinieblas:
mantén tu curso fiel en el designio
de convertir en luz la obscura tierra.
Tú, Luz de Luz y Sol de eterno brillo,
fulgor ardiente que ciegas las Tinieblas:
mantén tu curso fiel en el designio
de convertir en luz la obscura tierra.
Pues somos noche y hálito de barro,
cuán densas son las sombras en el alma
y cuántas las caídas en los pasos
si Tú no vienes pronto ¡y nos salvas!
cuán densas son las sombras en el alma
y cuántas las caídas en los pasos
si Tú no vienes pronto ¡y nos salvas!
¡Alumbre el resplandor de tu mirada
las niñas de mis ojos fatigadas!
las niñas de mis ojos fatigadas!
Día 22 de diciembre
O Rex Gentium et desideratus earum lapisque
angularis, qui facis utraque unum: veni, et salva hominem quem de limo
formasti.
Oh Rey de las naciones y
Deseado de los pueblos, Piedra angular de la Iglesia, que haces de dos pueblos
uno solo, ¡ven y salva al hombre que formaste del barro de la tierra!
¡Oh Rey de reyes!
Oh Rey de reyes, Fin de las edades;
Sillar fundamental del reino nuevo,
que rompes con tu cetro las ruindades
que hicieron enemigos a los pueblos.
Oh Rey de reyes, Fin de las edades;
Sillar fundamental del reino nuevo,
que rompes con tu cetro las ruindades
que hicieron enemigos a los pueblos.
Encanto de profetas y de sabios,
Anhelo de las islas más distantes,
que animas con el Soplo de tus labios
al hombre que del barro modelaste:
Anhelo de las islas más distantes,
que animas con el Soplo de tus labios
al hombre que del barro modelaste:
Renueva en tu poder al hombre viejo
y trae a tu redil a los dispersos
y trae a tu redil a los dispersos
Día 23 de diciembre
O Emmanuel, Rex et legifer noster, expectatio
gentium et Salvator earum: veni ad salvandum nos, Domine, Deus noster.
Oh Emmanuel, Rey y Legislador nuestro,
esperanza de las naciones y salvador de los pueblos, ¡ven a salvarnos, Señor
Dios nuestro!
¡Oh Enmanuel!
Y dijo nuestro Dios: “Iré con ellos:
pondré sobre mis hombros su destino,
seré su Hermano, Padre y compañero
y haré su corazón igual al mío!”
Y dijo nuestro Dios: “Iré con ellos:
pondré sobre mis hombros su destino,
seré su Hermano, Padre y compañero
y haré su corazón igual al mío!”
Seremos ‑como esposos‑ una carne;
en ellos grabaré mi Testamento;
mis venas llevarán la misma sangre:
tendremos en común el aposento.
en ellos grabaré mi Testamento;
mis venas llevarán la misma sangre:
tendremos en común el aposento.
Yo con vosotros; id, contadlo presto
¡que soy el Enmanuel, hermano vuestro!
¡que soy el Enmanuel, hermano vuestro!
El cielo dio su Rocío;
la tierra rompió su entraña,
la Virgen espera un Niño:
¡nacer lo veréis mañana!.
“Ven, señor, Jesús”
la tierra rompió su entraña,
la Virgen espera un Niño:
¡nacer lo veréis mañana!.
“Ven, señor, Jesús”
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