Los Padres Misioneros de la Caridad
“Los Padres Misioneros de la Caridad” somos un Instituto religioso clerical de derecho diocesano, cuyos miembros se unen al Señor y al servicio de Su Iglesia por la profesión de los Consejos Evangélicos de Castidad, Pobreza, y Obediencia, y el Cuarto Voto de Servicio Gratuito y de Todo Corazón a los más Pobres de los Pobres.
Nuestro Instituto, fundado por la Madre Teresa de Calcuta, es llamado a continuar su carisma dentro del sacerdocio ministerial, ejercido en el servicio a los Pobres como portadores privilegiados del misterio de la presencia y pasión de Jesús en el mundo hoy.
"Un sacerdote es muy tiernamente amado por Dios, por Jesús
que lo ha elegido.... Y el trabajo que al sacerdote le ha sido confiado
para hacer es sólo un medio para poner su amor sensible por Dios en
acción viva. Por lo tanto, el trabajo que él hace es sagrado.
Madre Teresa de Calcuta
La misión de Cristo es la nuestra, Su persona es nuestra identidad. "Hay tanta riqueza en el sacerdocio, si ojalá pudieramos hacerla realizarse." Es la vivencia alegre de este don - el sacerdocio de Jesucristo, y del Jesucristo del evangelio – lo que el Espíritu Santo, el mundo, y los pobres piden de nosotros.
Nuestro nombre, PADRES MISIONEROS DE LA CARIDAD, expresa tanto nuestra identidad como nuestra actividad en la Iglesia:
"PADRES"
Como sacerdotes, debemos permitir que Jesús siga buscando a los pobres, al que sufre, y a aquellos que tienen hambre de Dios, curando sus heridas a través de nuestra presencia y ministerio sacramental: en áreas de misión, hospitales, prisiones, comedores de beneficencia, en los refugios de nuestras Hermanas y Hermanos, en las casas, en los barrios pobres y en las calles.
"MISIONEROS"
Continuamos el misterio del Padre de enviar a Jesús para salvar y santificar el mundo, trayendo a Su Buena Noticia a los pobres. (Lk. 4,18)
"DE LA CARIDAD "
Esto es sobre todo el amor de Dios por nosotros, Su "sed" por nosotros y por nuestro amor, que debemos proclamar.
Nuestra misión particular es trabajar en la salvación y la santificación de los más Pobres de los Pobres a través de:
a) La testimonianza de la Vida Consagrada;
b) Nuestro servicio sacerdotal a los mas pobres de los pobres, tanto material como espiritualmente:
* El ministerio sacerdotal donde no hay ninguna presencia sacerdotal: en áreas de misión, hospitales, prisiones, comedores de beneficencia, refugios de nuestras Hermanas y Hermanos, en casas, en los barrios bajos y en las calles; en forma personal, evangelización de uno a uno, trayendo al pan de la Palabra de Dios en sus vidas.
*Yendo en busca del más necesitado; dar la bienvenida al Pobre en el Nombre de Jesús; formando a los Pobres como discípulos; y enviándolos como apóstoles.
c) Asistencia espiritual a la Familia MC:
* Sirviendo a la Familia MC a través de retiros, seminarios, conferencias, confesiones, y direccion espiritual segun nuestro carisma común.
d) Nuestro servicio al mensaje de la Madre Teresa en el mundo
*Como sacerdotes dentro de la Familia MC, también hemos sido confiados con la misión de propagar el carisma y mensaje de la Madre Teresa. Estamos llamados por lo tanto a contemplar, estudiar, y predicar este mensaje, en un ministerio que alcanza a todos los que nos oirán.
*Aun estando convencidos de la gran importancia de esta misión de evangelización en el plan que Dios tiene para la Sociedad de los MC, esta misión siempre será sólo el fruto de nuestro contacto directo con la sed de Jesús en y para los más Pobres de los Pobres.
Nuestra vida de comunidad consiste en un diario compartir la vida. Viviendo juntos en la simplicidad y la fraternidad de los Doce, recogidos en oración por y alrededor de la Virgen María, sosteniéndonos el uno al otro en la obligación de nuestra vocación común a la caridad, hacemos visible la unidad del Sacerdocio de Jesús y de Su Iglesia.
Procuramos vivir una vida simple en solidaridad con el pobre a quien servimos.
Enfatizamos un espíritu fraternal en nuestras casas que incluye:
1. Recreación común.
2 Posesiones Compartidas.
3.Como es una comunidad internacional, nuestros miembros tienen que aprender a hablar inglés y la lengua del país donde ellos residen.
Como deseamos buscar a Dios con todo nuestro corazón, tenemos un mínimo de posesiones; por consiguiente, no usamos televisores, radios ni electrodomésticos de comodidad. No fumamos, ni bebemos bebidas alcohólicas. Como procuramos también depender de la providencia de Dios, todo nuestro trabajo sacerdotal es hecho gratuitamente.
No aceptamos seguros de vida y no tenemos problema en mendigar para comer. No tomamos vacaciones anuales y visitamos nuestra casa una vez cada cinco años.
El Espíritu Santo desea que nosotros vivamos - permitir que Jesús viva en nosotros - Su evangelio y Su sacerdocio – combinando la oración y la pobreza de su vida escondida con el ministerio de predicación y compasión de su vida pública, sobre todo entre el pobre y el humilde.
"Dejaremos las noventa y nueve" e iremos "en busca de almas," especialmente la última, la menor, y la perdida -llevando en nuestras "vasijas de arcilla" tanto la ternura como el poder del sacerdocio de Jesús. Somos privilegiados al servir en los más Pobres de los Pobres la presencia invisible del Cordero que fue degollado- por esto que son los pobres y sufrientes quiénes en particular llevan "aquello que falta a la pasión de Cristo." Junto a la Madre Teresa, hemos venido para ver que en efecto "el misterio de Cristo está escondido en el pobre." Al servicio de este misterio dedicamos nuestro sacerdocio.
Estas dos presencias del Señor - en el pobre y el sacerdote - complementan y completan una a la otra, cuando ellas se combinan en el misterio de la Pasión de Cristo. A los pies de la Cruz, el pobre y el sacerdote son hermanos.
En las profundidades de su ser, y en la naturaleza de su vocación, cada sacerdote es "pobre". Cada sacerdote experimenta aquella misma hambre, el mismo vacío que sólo el Señor puede llenar.
En la vida del rebaño confiado a él, el sacerdote ve una y otra vez que el Señor "rico en misericordia" en efecto llena realmente el vacío y la pobreza. Y ve que muchas veces el Señor hace esto precisamente a través del ministerio de Su sacerdote. En aquellos momentos preciosos el sacerdote siente y comparte algo del interior de Jesús. Cada sacerdote experimenta - y con la gracia de Dios, canaliza - de un modo misterioso pero verdadero los sentimientos de misericordia y compasión del corazón de Jesús ante el pecado y la miseria humana. Y por eso, en las palabras de San Pablo, "caritas Christi urget non …" - "el amor de Cristo nos interpela."
Todos los pobres del mundo, hasta el "rico pobre," sobre todas sus necesidades que puedan tener, tienen por sobre todo, hambre de Dios -y por lo tanto están hambrientos de que nosotros seamos hombres de Dios. El mundo tiene hambre y sed de sacerdotes santos, porque el mundo tiene hambre y sed de Cristo.
© 2007 Missionaries of Charity Fathers.
Quotes of Mother Teresa © Missionaries of Charity.
Nuestro Instituto, fundado por la Madre Teresa de Calcuta, es llamado a continuar su carisma dentro del sacerdocio ministerial, ejercido en el servicio a los Pobres como portadores privilegiados del misterio de la presencia y pasión de Jesús en el mundo hoy.
"Un sacerdote es muy tiernamente amado por Dios, por Jesús
que lo ha elegido.... Y el trabajo que al sacerdote le ha sido confiado
para hacer es sólo un medio para poner su amor sensible por Dios en
acción viva. Por lo tanto, el trabajo que él hace es sagrado.
Madre Teresa de Calcuta
La misión de Cristo es la nuestra, Su persona es nuestra identidad. "Hay tanta riqueza en el sacerdocio, si ojalá pudieramos hacerla realizarse." Es la vivencia alegre de este don - el sacerdocio de Jesucristo, y del Jesucristo del evangelio – lo que el Espíritu Santo, el mundo, y los pobres piden de nosotros.
Nuestro nombre, PADRES MISIONEROS DE LA CARIDAD, expresa tanto nuestra identidad como nuestra actividad en la Iglesia:
"PADRES"
Como sacerdotes, debemos permitir que Jesús siga buscando a los pobres, al que sufre, y a aquellos que tienen hambre de Dios, curando sus heridas a través de nuestra presencia y ministerio sacramental: en áreas de misión, hospitales, prisiones, comedores de beneficencia, en los refugios de nuestras Hermanas y Hermanos, en las casas, en los barrios pobres y en las calles.
"MISIONEROS"
Continuamos el misterio del Padre de enviar a Jesús para salvar y santificar el mundo, trayendo a Su Buena Noticia a los pobres. (Lk. 4,18)
"DE LA CARIDAD "
Esto es sobre todo el amor de Dios por nosotros, Su "sed" por nosotros y por nuestro amor, que debemos proclamar.
Nuestra misión particular es trabajar en la salvación y la santificación de los más Pobres de los Pobres a través de:
a) La testimonianza de la Vida Consagrada;
b) Nuestro servicio sacerdotal a los mas pobres de los pobres, tanto material como espiritualmente:
* El ministerio sacerdotal donde no hay ninguna presencia sacerdotal: en áreas de misión, hospitales, prisiones, comedores de beneficencia, refugios de nuestras Hermanas y Hermanos, en casas, en los barrios bajos y en las calles; en forma personal, evangelización de uno a uno, trayendo al pan de la Palabra de Dios en sus vidas.
*Yendo en busca del más necesitado; dar la bienvenida al Pobre en el Nombre de Jesús; formando a los Pobres como discípulos; y enviándolos como apóstoles.
c) Asistencia espiritual a la Familia MC:
* Sirviendo a la Familia MC a través de retiros, seminarios, conferencias, confesiones, y direccion espiritual segun nuestro carisma común.
d) Nuestro servicio al mensaje de la Madre Teresa en el mundo
*Como sacerdotes dentro de la Familia MC, también hemos sido confiados con la misión de propagar el carisma y mensaje de la Madre Teresa. Estamos llamados por lo tanto a contemplar, estudiar, y predicar este mensaje, en un ministerio que alcanza a todos los que nos oirán.
*Aun estando convencidos de la gran importancia de esta misión de evangelización en el plan que Dios tiene para la Sociedad de los MC, esta misión siempre será sólo el fruto de nuestro contacto directo con la sed de Jesús en y para los más Pobres de los Pobres.
Nuestra vida de comunidad consiste en un diario compartir la vida. Viviendo juntos en la simplicidad y la fraternidad de los Doce, recogidos en oración por y alrededor de la Virgen María, sosteniéndonos el uno al otro en la obligación de nuestra vocación común a la caridad, hacemos visible la unidad del Sacerdocio de Jesús y de Su Iglesia.
Procuramos vivir una vida simple en solidaridad con el pobre a quien servimos.
Enfatizamos un espíritu fraternal en nuestras casas que incluye:
1. Recreación común.
2 Posesiones Compartidas.
3.Como es una comunidad internacional, nuestros miembros tienen que aprender a hablar inglés y la lengua del país donde ellos residen.
Como deseamos buscar a Dios con todo nuestro corazón, tenemos un mínimo de posesiones; por consiguiente, no usamos televisores, radios ni electrodomésticos de comodidad. No fumamos, ni bebemos bebidas alcohólicas. Como procuramos también depender de la providencia de Dios, todo nuestro trabajo sacerdotal es hecho gratuitamente.
No aceptamos seguros de vida y no tenemos problema en mendigar para comer. No tomamos vacaciones anuales y visitamos nuestra casa una vez cada cinco años.
El Espíritu Santo desea que nosotros vivamos - permitir que Jesús viva en nosotros - Su evangelio y Su sacerdocio – combinando la oración y la pobreza de su vida escondida con el ministerio de predicación y compasión de su vida pública, sobre todo entre el pobre y el humilde.
"Dejaremos las noventa y nueve" e iremos "en busca de almas," especialmente la última, la menor, y la perdida -llevando en nuestras "vasijas de arcilla" tanto la ternura como el poder del sacerdocio de Jesús. Somos privilegiados al servir en los más Pobres de los Pobres la presencia invisible del Cordero que fue degollado- por esto que son los pobres y sufrientes quiénes en particular llevan "aquello que falta a la pasión de Cristo." Junto a la Madre Teresa, hemos venido para ver que en efecto "el misterio de Cristo está escondido en el pobre." Al servicio de este misterio dedicamos nuestro sacerdocio.
Estas dos presencias del Señor - en el pobre y el sacerdote - complementan y completan una a la otra, cuando ellas se combinan en el misterio de la Pasión de Cristo. A los pies de la Cruz, el pobre y el sacerdote son hermanos.
En las profundidades de su ser, y en la naturaleza de su vocación, cada sacerdote es "pobre". Cada sacerdote experimenta aquella misma hambre, el mismo vacío que sólo el Señor puede llenar.
En la vida del rebaño confiado a él, el sacerdote ve una y otra vez que el Señor "rico en misericordia" en efecto llena realmente el vacío y la pobreza. Y ve que muchas veces el Señor hace esto precisamente a través del ministerio de Su sacerdote. En aquellos momentos preciosos el sacerdote siente y comparte algo del interior de Jesús. Cada sacerdote experimenta - y con la gracia de Dios, canaliza - de un modo misterioso pero verdadero los sentimientos de misericordia y compasión del corazón de Jesús ante el pecado y la miseria humana. Y por eso, en las palabras de San Pablo, "caritas Christi urget non …" - "el amor de Cristo nos interpela."
Todos los pobres del mundo, hasta el "rico pobre," sobre todas sus necesidades que puedan tener, tienen por sobre todo, hambre de Dios -y por lo tanto están hambrientos de que nosotros seamos hombres de Dios. El mundo tiene hambre y sed de sacerdotes santos, porque el mundo tiene hambre y sed de Cristo.
© 2007 Missionaries of Charity Fathers.
Quotes of Mother Teresa © Missionaries of Charity.
en España dónde están????????
ResponderEliminar