Invoquemos a nuestro Redentor, que nos ha redimido por su cruz, y digámosle:
Por tu cruz, llévanos a tu reino
- - Cristo, tú que te despojaste de tu rango y tomaste la condición de esclavo, pasando por uno de tantos,
haz que los miembros de la Iglesia imitemos tu humildad - Por tu cruz, llévanos a tu reino
- - Cristo, tú que te rebajaste hasta someterte incluso a la muerte, y una muerte de cruz,
- otórganos, a tus siervos, sumisión y paciencia
- Por tu cruz, llévanos a tu reino
- - Cristo, tú que fuiste levantado sobre todo por Dios, que te concedió el "Nombre-sobre-todo-nombre",
concede a tus fieles la perseverancia hasta el fin - Por tu cruz, llévanos a tu reino
- - Cristo, a cuyo nombre se dobla toda rodilla en el cielo, en la tierra y en el abismo,
infunde la caridad en los hombres, para que te adoren en la paz - Por tu cruz, llévanos a tu reino
- - Cristo, a quien toda lengua proclamará Señor, para gloria de Dios Padre,
recibe a nuestros hermanos difuntos en el reino de la felicidad eterna - Por tu cruz, llévanos a tu reino
La Santa Cruz
Homilía en Lourdes el 14 de Septiembre de 2008 de S,S. Benedicto XVI
“¡Qué dicha tener la
Cruz! Quien posee la Cruz posee un tesoro” (S. Andrés de Creta, Sermón 10,
sobre la Exaltación de la Santa Cruz: PG 97,1020). En este día en el que la
liturgia de la Iglesia celebra la fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz, el
Evangelio que acabamos de escuchar, nos recuerda el significado de este gran
misterio: Tanto amó Dios al mundo, que entregó a su Hijo único para salvar a
los hombres (cf. Jn 3,16). El Hijo de Dios se hizo vulnerable, tomando la
condición de siervo, obediente hasta la muerte y una muerte de cruz (cf. Fil
2,8). Por su Cruz hemos sido salvados. El instrumento de suplicio que mostró,
el Viernes Santo, el juicio de Dios sobre el mundo, se ha transformado en
fuente de vida, de perdón, de misericordia, signo de reconciliación y de paz.
“Para ser curados del pecado, miremos a Cristo crucificado”, decía san Agustín
(Tratado sobre el Evangelio de san Juan, XII, 11). Al levantar los ojos hacia
el Crucificado, adoramos a Aquel que vino para quitar el pecado del mundo y darnos
la vida eterna. La Iglesia nos invita a levantar con orgullo la Cruz gloriosa
para que el mundo vea hasta dónde ha llegado el amor del Crucificado por los
hombres, por todos los hombres. Nos invita a dar gracias a Dios porque de un
árbol portador de muerte, ha surgido de nuevo la vida. Sobre este árbol, Jesús
nos revela su majestad soberana, nos revela que Él es el exaltado en la gloria.
Sí, “venid a adorarlo”. En medio de nosotros se encuentra Quien nos ha amado
hasta dar su vida por nosotros, Quien invita a todo ser humano a acercarse a Él
con confianza.
- See more at:
http://ideasparaorar.blogspot.com.es/2010_09_01_archive.html#sthash.22XVU9DQ.dpuf
No hay comentarios:
Publicar un comentario