Andad según el Espíritu y no realicéis los deseos de la carne.
El fruto del Espíritu es: amor, alegría, paz, comprensión, servicialidad, bondad, lealtad, amabilidad, dominio de sí.
Si vivimos por el Espíritu, marchemos tras el Espíritu.
(Ga 5,16.22-23a.25)
Nosotros, que hemos sido bautizados en el Espíritu Santo,
glorifiquemos al Señor junto con todos los bautizados y roguémosle:
Señor Jesús, santifícanos en el Espíritu.
Envíanos, Señor, tu Espíritu Santo,
—para que ante los hombres te confesemos como Señor y rey
nuestro.
Danos una caridad sin hipocresía,
—para que seamos cariñosos unos con otros, como buenos
hermanos.
Dispón con tu gracia el corazón de los fieles,
—para que acojan con amor y alegría los dones del Espíritu.
Danos la fortaleza del Espíritu Santo,
—y haz que sane y vigorice lo que en nosotros está enfermo y débil.
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