SAN AGUSTIN

¿Cómo aprender Humildad? ¡Sólo con humillaciones!
(Beata Teresa de Calcuta)

...Llenaos primero vosotros mismos; sólo así podréis dar a los demás. (San Agustín)

Dios no pretende de mí que tenga éxito. Sólo me exige que le sea fiel.
(Beata Teresa de Calcuta)

GOTA

... lo que hacemos es tan solo una gota en el mar, pero el mar sería menos si le faltara esa gota.
(Beata Teresa de Calcuta)

Contento, Señor, Contento (San Alberto Hurtado)

...y ESO ES LA SANTIDAD, DEJAR QUE EL SEÑOR ESCRIBA NUESTRA HISTORIA... (Papa Francisco)

«No ser, no querer ser; pisotear el yo, enterrarlo si posible fuera...».
(Santa Ángela de la Cruz)

Reconoce cristiano, tu dignidad, que el Hijo de Dios se vino del Cielo, por salvar tu alma. (San León Magno)

sábado, 27 de junio de 2015

26 JUNIO: SAN JOSEMARÍA ESCRIVÁ

San Josemaría Escrivá 

 



Sacerdote español, fundador del Opus Dei y de la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz.
Nombre
Josemaría (Masculino)
Celebran
Josemaría
En el mundo
Josemaría Escrivá de Balaguer
Nació
9 de enero de 1902 en Barbastro, en el actual España 
Falleció
26 de junio de 1975 en Roma, en el actual Italia 
Proceso
  • hechovenerable el 9 de abril de 1990 por Juan Pablo II
  • Beatificadoel 17 de mayo de 1992 por Juan Pablo II
  • Canonizado el 6 de octubre de 2002 por Juan Pablo II
Celebración
26 de junio
Religioso
de la Prelatura de la Santa Cruz y Opus Dei
Retrato de San Josemaría EscriváFuente: opusdei.org

Vida de San Josemaría Escrivá

Vida de San Josemaría Escrivá

San Josemaría Escrivá de Balaguer nace en 1902 en Barbastro, España. 
Es el segundo de seis hermanos. 
Aprende de sus padres y en la escuela los fundamentos de la fe e 
incorpora tempranamente a su vida costumbres cristianas como la confesión 
y la comunión frecuentes, el rezo del Rosario y la limosna.
La muerte de tres hermanas pequeñas y la ruina económica familiar le hacen 
conocer muy pronto la desgracia y el dolor: esta experiencia templa su carácter
de un natural alegre y expansivo, y le hace madurar. En 1915 la familia
se traslada a Logroño, donde su padre ha encontrado un nuevo trabajo.
En 1918, Josemaría intuye que Dios quiere algo de él, aunque no sabe qué es.
Decide entregarse por entero a Dios y hacerse sacerdote.
Piensa que de ese modo estará más disponible para cumplir la voluntad divina.
Comienza los estudios eclesiásticos en Logroño, y en 1920 se incorpora al 
seminario diocesano de Zaragoza, en cuya Universidad Pontificia completa
su formación previa al sacerdocio.
En Zaragoza cursa también -por sugerencia de su padre y con permiso 
de los superiores- los estudios universitarios de Derecho. 
En 1925 recibe el sacramento del Orden y comienza a desarrollar su ministerio
pastoral, con el que, a partir de entonces, se identifica su existencia. 
Ya sacerdote, sigue a la espera de la luz definitiva sobre lo que Dios quiere de él.
En 1927 se traslada a Madrid para obtener el doctorado en Derecho. 
Le acompañan su madre, su hermana y su hermano, pues desde el fallecimiento 
de su padre, en 1924, Josemaría es el cabeza de familia. 
En la capital de España lleva a cabo un intenso servicio sacerdotal, 
principalmente entre pobres, enfermos y niños. 
Al mismo tiempo, se gana la vida y mantiene a los suyos impartiendo clases de 
materias jurídicas.
Son tiempos de grandes apuros económicos, vividos por toda la familia con 
dignidad y buen ánimo. 
Su apostolado sacerdotal se extiende también a jóvenes estudiantes, artistas, 
obreros e intelectuales que, en contacto con los pobres y enfermos a los 
que Josemaría atiende, van aprendiendo a practicar la caridad y a comprometerse 
con sentido cristiano en la mejora de la sociedad.
En Madrid, el 2 de octubre de 1928, durante un retiro espiritual,
Dios le hace ver la misión a la que lo ha destinado: ese día nace el Opus Dei.
La misión específica del Opus Dei es promover entre hombres y mujeres de 
todos los ámbitos de la sociedad un compromiso personal de seguimiento de Cristo,
de amor a Dios y al prójimo y de búsqueda de la santidad en la vida cotidiana. 
Desde 1928, Josemaría Escrivá se entrega en cuerpo y alma al cumplimiento 
de la misión fundacional que ha recibido, aunque no por eso se considera 
un innovador ni un reformador, pues está convencido de que Jesucristo es la 
eterna novedad y de que el Espíritu Santo rejuvenece continuamente la Iglesia, 
a cuyo servicio ha suscitado Dios el Opus Dei. 
En 1930, como consecuencia de una nueva luz que Dios enciende en su alma, 
da inicio al trabajo apostólico de las mujeres del Opus Dei. Josemaría Escrivá 
pondrá siempre a la mujer, como ciudadana y como cristiana, frente a su personal 
responsabilidad -ni mayor ni menor que la del varón- en la construcción de la 
sociedad civil y de la Iglesia.
En 1934 publica -con el título provisional de "Consideraciones espirituales"
- la primera edición de "Camino", su obra más difundida, de la que con el paso 
de los años se han editado más de cuatro millones de ejemplares. 
En la literatura espiritual, Josemaría Escrivá también es conocido por otros 
títulos como "Santo Rosario", "Es Cristo que pasa", "Amigos de Dios", "Via Crucis",
"Surco" o "Forja". 
La guerra civil española (1936-1939) supondrá un serio obstáculo para la naciente
fundación. Son años de sufrimiento para la Iglesia, marcados, en muchos casos, 
por la persecución religiosa, de la que el fundador del Opus Dei sólo después de 
numerosas penalidades conseguirá salir indemne.
En 1943, por una nueva gracia fundacional que Josemaría Escrivá recibe durante
la celebración de la Misa, nace la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz, 
en la que se incardinan sacerdotes que proceden de los fieles laicos del Opus Dei. 
La plena pertenencia de fieles laicos y de sacerdotes al Opus Dei, así como la 
orgánica cooperación de unos y otros en sus apostolados, es un rasgo propio del 
carisma fundacional del Opus Dei que la Iglesia ha confirmado al determinar 
su específica configuración jurídica. 

La Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz desarrolla también, en plena sintonía 
con los Pastores de las Iglesias locales, actividades de formación espiritual para 
sacerdotes diocesanos y candidatos al sacerdocio. 
Los sacerdotes diocesanos también pueden formar parte de la Sociedad 
Sacerdotal de la Santa Cruz, sin dejar de pertenecer al clero de sus respectivas diócesis.
Consciente de que su misión tiene raíz y alcance universales, Josemaría Escrivá 
se traslada a Roma en 1946, apenas concluida la guerra mundial. 
Entre ese año y 1950, el Opus Dei recibe varias aprobaciones pontificias con las 
que quedan corroborados sus elementos fundacionales específicos: 
su finalidad sobrenatural, cifrada en difundir el mensaje cristiano de la santificación 
de la vida corriente; su misión de servicio al Romano Pontífice, a la Iglesia universal
y a las Iglesias locales; su carácter universal; la secularidad; el respeto de la libertad 
y la responsabilidad personales y del pluralismo en temas políticos, sociales, 
culturales, etc. 
Desde Roma, por directo impulso del fundador, el Opus Dei irá extendiéndose 
paulatinamente a treinta países de los cinco continentes entre 1946 y 1975.
A partir de 1948 pueden pertenecer al Opus Dei, a pleno título, personas casadas 
que buscan la santidad en su propio estado. 
En 1950, la Santa Sede aprueba también que sean admitidos como cooperadores 
y ayuden en las labores del Opus Dei hombres y mujeres no católicos y no cristianos:
ortodoxos, luteranos, hebreos, musulmanes, etc.
En la década de los 50, Josemaría Escrivá alienta la puesta en marcha de proyectos 
muy variados: escuelas de formación profesional, centros de capacitación para 
campesinos, universidades, colegios, hospitales y dispensarios médicos, etc. 
Estas actividades, fruto de la iniciativa de fieles cristianos corrientes que desean 
atender, con mentalidad laical y sentido profesional, las concretas necesidades de un 
determinado lugar, están abiertas a personas de todas las razas, religiones y 
condiciones sociales: la clara identidad cristiana de las iniciativas promovidas por los 
fieles del Opus Dei, en efecto, se compagina con un profundo respeto a la libertad de 
las conciencias.
Durante el Concilio Vaticano II (1962-1965), el fundador del Opus Dei mantiene 
una relación intensa y fraterna con numerosos Padres conciliares. 
Objeto de sus frecuentes conversaciones son algunos de los temas que constituyen 
el núcleo del magisterio conciliar, como por ejemplo la doctrina sobre la llamada 
universal a la santidad o sobre la función de los laicos en la misión de la Iglesia. 
Profundamente identificado con la doctrina del Vaticano II, Josemaría Escrivá 
promoverá diligentemente su puesta en práctica a través de las actividades formativas 
del Opus Dei en todo el mundo.
Entre 1970 y 1975, su empeño evangelizador le mueve a emprender viajes de catequesis 
por Europa y América. Mantiene numerosas reuniones de formación, sencillas y 
familiares -aun cuando a veces asisten miles de personas-, en las que habla 
de Dios, de los sacramentos, de las devociones cristianas, de la santificación 
del trabajo, con el mismo vigor espiritual y capacidad comunicativa de sus primeros 
años de sacerdocio.
Fallece en Roma el 26 de junio de 1975. Lloran su muerte miles de personas que se 
han acercado a Cristo y a la Iglesia gracias a su labor sacerdotal, a su ejemplo y a 
sus escritos. 
Un gran número de fieles se encomiendan desde ese día a su intercesión y piden 
su elevación a los altares.
El 6 de octubre de 2002, más de 400.000 personas asisten en la plaza de San Pedro
a la canonización de Josemaría Escrivá. 
En la homilía, Juan Pablo II señaló que el nuevo santo comprendió más claramente 
que la misión de los bautizados consiste en elevar la Cruz de Cristo sobre toda
realidad humana, y sintió surgir de su interior la apasionante llamada a evangelizar 
todos los ambientes.
El Papa animó a los peregrinos llegados desde los cinco continentes a seguir 
sus huellas. "Difundid en la sociedad, sin distinción de raza, clase, cultura o edad, 
la conciencia de que todos estamos llamados a la santidad. 
Esforzaos por ser santos vosotros mismos en primer lugar, cultivando un estilo 
evangélico de humildad y servicio, de abandono en la Providencia y de escucha 
constante de la voz del Espíritu".
(Fuente: escrivaobras.org)
Fuente: http://www.escrivaobras.org







Oración a San Josemaría Escrivá

Oh Dios, que por mediación de la Santísima Virgen otorgaste a San Josemaría,

sacerdote, gracias innumerables, escogiéndole como instrumento fidelísimo

para fundar el Opus Dei, camino de santificación en el trabajo profesional y en el

cumplimiento de los deberes ordinarios del cristiano: haz que yo sepa también

convertir todos los momentos y circunstancias de mi vida en ocasión de amarte, 

y de servir con alegría y con sencillez a la Iglesia, al Romano Pontífice y a las almas, 

iluminando los caminos de la tierra con la luminaria de la fe y del amor.

Concédeme por la intercesión de San Josemaría el favor que te pido... (pídase). Así sea.

Padrenuestro, Avemaría, Gloria.





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