San Josemaría Escrivá
Sacerdote español, fundador del Opus Dei y de la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz.
- Josemaría (Masculino)
- Josemaría
- Josemaría Escrivá de Balaguer
- 9 de enero de 1902 en Barbastro, en el actual España
- 26 de junio de 1975 en Roma, en el actual Italia
- hechovenerable el 9 de abril de 1990 por Juan Pablo II
- Beatificadoel 17 de mayo de 1992 por Juan Pablo II
- Canonizado el 6 de octubre de 2002 por Juan Pablo II
- 26 de junio
- de la Prelatura de la Santa Cruz y Opus Dei
Fuente: opusdei.org
Vida de San Josemaría Escrivá
Vida de San Josemaría
Escrivá
San Josemaría Escrivá de Balaguer nace en 1902 en Barbastro, España.
Es el
segundo de seis hermanos.
Aprende de sus padres y en la escuela los fundamentos
de la fe e
incorpora tempranamente a su vida costumbres cristianas como la
confesión
y la comunión frecuentes, el rezo del Rosario y la limosna.
La muerte
de tres hermanas pequeñas y la ruina económica familiar le hacen
conocer muy
pronto la desgracia y el dolor: esta experiencia templa su carácter
de un
natural alegre y expansivo, y le hace madurar. En 1915 la familia
se traslada a
Logroño, donde su padre ha encontrado un nuevo trabajo.
En 1918, Josemaría intuye que Dios quiere algo de él, aunque no sabe qué
es.
Decide entregarse por entero a Dios y hacerse sacerdote.
Piensa que de ese
modo estará más disponible para cumplir la voluntad divina.
Comienza los
estudios eclesiásticos en Logroño, y en 1920 se incorpora al
seminario
diocesano de Zaragoza, en cuya Universidad Pontificia completa
su formación
previa al sacerdocio.
En Zaragoza cursa también -por sugerencia de su padre y
con permiso
de los superiores- los estudios universitarios de Derecho.
En 1925
recibe el sacramento del Orden y comienza a desarrollar su ministerio
pastoral,
con el que, a partir de entonces, se identifica su existencia.
Ya sacerdote,
sigue a la espera de la luz definitiva sobre lo que Dios quiere de él.
En 1927 se traslada a Madrid para obtener el doctorado en Derecho.
Le
acompañan su madre, su hermana y su hermano, pues desde el fallecimiento
de su
padre, en 1924, Josemaría es el cabeza de familia.
En la capital de España
lleva a cabo un intenso servicio sacerdotal,
principalmente entre pobres,
enfermos y niños.
Al mismo tiempo, se gana la vida y mantiene a los suyos
impartiendo clases de
materias jurídicas.
Son tiempos de grandes apuros económicos, vividos por toda la familia con
dignidad y buen ánimo.
Su apostolado sacerdotal se extiende también a jóvenes
estudiantes, artistas,
obreros e intelectuales que, en contacto con los pobres
y enfermos a los
que Josemaría atiende, van aprendiendo a practicar la caridad
y a comprometerse
con sentido cristiano en la mejora de la sociedad.
En Madrid, el 2 de octubre de 1928, durante un retiro espiritual,
Dios le
hace ver la misión a la que lo ha destinado: ese día nace el Opus Dei.
La
misión específica del Opus Dei es promover entre hombres y mujeres de
todos los
ámbitos de la sociedad un compromiso personal de seguimiento de Cristo,
de amor
a Dios y al prójimo y de búsqueda de la santidad en la vida cotidiana.
Desde
1928, Josemaría Escrivá se entrega en cuerpo y alma al cumplimiento
de la
misión fundacional que ha recibido, aunque no por eso se considera
un innovador
ni un reformador, pues está convencido de que Jesucristo es la
eterna novedad y
de que el Espíritu Santo rejuvenece continuamente la Iglesia,
a cuyo servicio
ha suscitado Dios el Opus Dei.
En 1930, como consecuencia de una nueva luz que
Dios enciende en su alma,
da inicio al trabajo apostólico de las mujeres del
Opus Dei. Josemaría Escrivá
pondrá siempre a la mujer, como ciudadana y como
cristiana, frente a su personal
responsabilidad -ni mayor ni menor que la del
varón- en la construcción de la
sociedad civil y de la Iglesia.
En 1934 publica -con el título provisional de "Consideraciones
espirituales"
- la primera edición de "Camino", su obra más
difundida, de la que con el paso
de los años se han editado más de cuatro
millones de ejemplares.
En la literatura espiritual, Josemaría Escrivá también
es conocido por otros
títulos como "Santo Rosario", "Es Cristo
que pasa", "Amigos de Dios", "Via Crucis",
"Surco" o "Forja".
La guerra civil española (1936-1939)
supondrá un serio obstáculo para la naciente
fundación. Son años de sufrimiento
para la Iglesia, marcados, en muchos casos,
por la persecución religiosa, de la
que el fundador del Opus Dei sólo después de
numerosas penalidades conseguirá
salir indemne.
En 1943, por una nueva gracia fundacional que Josemaría Escrivá recibe
durante
la celebración de la Misa, nace la Sociedad Sacerdotal de la Santa
Cruz,
en la que se incardinan sacerdotes que proceden de los fieles laicos del
Opus Dei.
La plena pertenencia de fieles laicos y de sacerdotes al Opus Dei,
así como la
orgánica cooperación de unos y otros en sus apostolados, es un
rasgo propio del
carisma fundacional del Opus Dei que la Iglesia ha confirmado
al determinar
su específica configuración jurídica.
La Sociedad Sacerdotal de
la Santa Cruz desarrolla también, en plena sintonía
con los Pastores de las
Iglesias locales, actividades de formación espiritual para
sacerdotes
diocesanos y candidatos al sacerdocio.
Los sacerdotes diocesanos también pueden
formar parte de la Sociedad
Sacerdotal de la Santa Cruz, sin dejar de
pertenecer al clero de sus respectivas diócesis.
Consciente de que su misión tiene raíz y alcance universales, Josemaría
Escrivá
se traslada a Roma en 1946, apenas concluida la guerra mundial.
Entre
ese año y 1950, el Opus Dei recibe varias aprobaciones pontificias con las
que
quedan corroborados sus elementos fundacionales específicos:
su finalidad
sobrenatural, cifrada en difundir el mensaje cristiano de la santificación
de
la vida corriente; su misión de servicio al Romano Pontífice, a la Iglesia
universal
y a las Iglesias locales; su carácter universal; la secularidad; el
respeto de la libertad
y la responsabilidad personales y del pluralismo en
temas políticos, sociales,
culturales, etc.
Desde Roma, por directo impulso del
fundador, el Opus Dei irá extendiéndose
paulatinamente a treinta países de los
cinco continentes entre 1946 y 1975.
A partir de 1948 pueden pertenecer al Opus Dei, a pleno título, personas
casadas
que buscan la santidad en su propio estado.
En 1950, la Santa Sede
aprueba también que sean admitidos como cooperadores
y ayuden en las labores
del Opus Dei hombres y mujeres no católicos y no cristianos:
ortodoxos,
luteranos, hebreos, musulmanes, etc.
En la década de los 50, Josemaría Escrivá alienta la puesta en marcha de
proyectos
muy variados: escuelas de formación profesional, centros de
capacitación para
campesinos, universidades, colegios, hospitales y
dispensarios médicos, etc.
Estas actividades, fruto de la iniciativa de fieles
cristianos corrientes que desean
atender, con mentalidad laical y sentido
profesional, las concretas necesidades de un
determinado lugar, están abiertas
a personas de todas las razas, religiones y
condiciones sociales: la clara
identidad cristiana de las iniciativas promovidas por los
fieles del Opus Dei,
en efecto, se compagina con un profundo respeto a la libertad de
las
conciencias.
Durante el Concilio Vaticano II (1962-1965), el fundador del Opus Dei
mantiene
una relación intensa y fraterna con numerosos Padres conciliares.
Objeto de sus frecuentes conversaciones son algunos de los temas que
constituyen
el núcleo del magisterio conciliar, como por ejemplo la doctrina
sobre la llamada
universal a la santidad o sobre la función de los laicos en la
misión de la Iglesia.
Profundamente identificado con la doctrina del Vaticano
II, Josemaría Escrivá
promoverá diligentemente su puesta en práctica a través
de las actividades formativas
del Opus Dei en todo el mundo.
Entre 1970 y 1975, su empeño evangelizador le mueve a emprender viajes de
catequesis
por Europa y América. Mantiene numerosas reuniones de formación,
sencillas y
familiares -aun cuando a veces asisten miles de personas-, en las
que habla
de Dios, de los sacramentos, de las devociones cristianas, de la
santificación
del trabajo, con el mismo vigor espiritual y capacidad
comunicativa de sus primeros
años de sacerdocio.
Fallece en Roma el 26 de junio de 1975. Lloran su muerte miles de personas
que se
han acercado a Cristo y a la Iglesia gracias a su labor sacerdotal, a su
ejemplo y a
sus escritos.
Un gran número de fieles se encomiendan desde ese día
a su intercesión y piden
su elevación a los altares.
El 6 de octubre de 2002, más de 400.000 personas asisten en la plaza de San
Pedro
a la canonización de Josemaría Escrivá.
En la homilía, Juan Pablo II
señaló que el nuevo santo comprendió más claramente
que la misión de los
bautizados consiste en elevar la Cruz de Cristo sobre toda
realidad humana, y
sintió surgir de su interior la apasionante llamada a evangelizar
todos los
ambientes.
El Papa animó a los peregrinos llegados desde los cinco continentes a
seguir
sus huellas. "Difundid en la sociedad, sin distinción de raza,
clase, cultura o edad,
la conciencia de que todos estamos llamados a la
santidad.
Esforzaos por ser santos vosotros mismos en primer lugar, cultivando
un estilo
evangélico de humildad y servicio, de abandono en la Providencia y de
escucha
constante de la voz del Espíritu".
Fuente: http://www.escrivaobras.org
Oración a San
Josemaría Escrivá
Oh Dios, que por mediación de la
Santísima Virgen otorgaste a San Josemaría,
sacerdote, gracias innumerables,
escogiéndole como instrumento fidelísimo
para fundar el Opus Dei, camino de
santificación en el trabajo profesional y en el
cumplimiento de los deberes
ordinarios del cristiano: haz que yo sepa también
convertir todos los momentos
y circunstancias de mi vida en ocasión de amarte,
y de servir con alegría y con
sencillez a la Iglesia, al Romano Pontífice y a las almas,
iluminando los
caminos de la tierra con la luminaria de la fe y del amor.
Concédeme por la intercesión de San
Josemaría el favor que te pido... (pídase). Así sea.
Padrenuestro, Avemaría, Gloria.
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