Desde oriente vinieron unos magos a Belén para adorar al Señor; y, abriendo sus cofres, le ofrecieron regalos: oro, como a rey soberano; incienso, como a Dios verdadero, y mirra, para su sepultura.
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Reyes Magos a Belén |
Hoy celebra la Iglesia la Epifanía del Señor. Adorémos al Señor intentando parecernos a los Magos de Oriente que siguiendo la Estrella, le encontraron.
Que seamos católicos creyentes y siguiendo la Estrella de la Fe y la Caridad, logremos la Esperanza del Cielo, donde veremos y adoraremos a Dios.
Recemos especialmente por los sacerdotes, religiosos y laicos consagrados, porque ofrecen el oro, incienso y mirra de su vida, sirviendo a los demás.
Recemos por todas las personas y en especial por los más Pobres de entre los Pobres.
Nuestro especial regalo es la Oración.
¡Feliz Día de Reyes!
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Adoración de los Magos
EVANGELIO
Venimos de Oriente a adorar al Rey
Lectura del santo evangelio según san Mateo 2, 1-12
Jesús nació en Belén de Judea en tiempos del rey Herodes.
Entonces, unos magos de Oriente se presentaron en Jerusalén preguntando:
- «¿Dónde está el Rey de los judíos que ha nacido? Porque hemos visto salir su estrella y , venimos a adorarlo. »
Al enterarse el rey Herodes, se sobresaltó, y todo Jerusalén con él; convocó a los sumos sacerdotes y a los escribas del país, y les preguntó dónde tenia que nacer el Mesías.
Ellos le contestaron:
- «En Belén de Judea, porque así lo ha escrito el profeta:
“Y tú, Belén, tierra de Judea, no eres ni mucho menos la última de las ciudades de Judea, pues de ti saldrá un jefe que será el pastor de mi pueblo Israel.”»
Entonces Herodes llamó en secreto a los magos para que le precisaran el tiempo en que había aparecido la estrella, y los mandó a Belén, diciéndoles:
- «ld y averiguad cuidadosamente qué hay del niño y, cuando lo encontréis, avisadme, para ir yo también a adorarlo.»
Ellos, después de oír al rey, se pusieron en camino, y de pronto la estrella que habían visto salir comenzó a guiarlos hasta que vino a pararse encima de donde estaba el niño.
Al ver la estrella, se llenaron de inmensa alegría. Entraron en la casa, vieron al niño con Maria, su madre, y cayendo de rodillas lo adoraron; después, abriendo sus cofres, le ofrecieron regalos: oro, incienso y mirra.
Y habiendo recibido en sueños un oráculo, para que no volvieran a Herodes, se marcharon a su tierra por otro camino.
Palabra del Señor.
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