Esta celebración litúrgica fue establecida por Pío XII en 1955.
Mientras rezaba Laudes, me enteraba de que la Iglesia, conmemora esta Fiesta, la Realeza de la Madre de Dios.
Impresionante, el cuadro que la representa, la Santísima
Trinidad, coronando a la Nacida sin mancha ni pecado, a la Escogida del Padre, a la Madre de Dios.
Recemos este día, en el que pongo bajo la especial protección
de María, a toda mi familia.
Vienes del trono de David profeta
y, radiante de luz, gloriosa brillas
y, en carro de querubes, te levantas,
Virgen María.
Recibes en tu seno inmaculado
al Hijo de quien eres sierva e hija;
Dios en tu vientre virginal se humana,
Virgen María.
Tú misma adoras, en tu casto seno,
a quien el cielo adora de rodillas
y a quien pedimos la celeste gloria,
Virgen María.
Danos, Señor y Padre de la Luz y la Belleza
que vives en eternas alegrías,
habitar con la Reina de los Cielos,
la Virgen María. Amén.
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