Revelación del Sagrado Corazón a Santa Margarita Mª de Alacoque |
PRINCIPALES REVELACIONES DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS.
(De las muchas manifestaciones que del Corazón de Jesús tuvo Santa Margarita María, cuatro son las consideradas más importantes.)
Primera Revelación(27 de Diciembre de 1673).
Fiesta de San Juan Evangelista.
El corazón de Margarita entra en el Sagrado Corazón. Santa Margarita está en presencia del Amor Sacramentado. Jesús la hace reposar en su divino pecho donde le descubre "las maravillas de su amor y los secretos de su Corazón". Y le dice: "Mi divino Corazón está tan apasionado de amor a los hombres, en particular hacia ti, que, pudiendo contener en El las llamas de su ardiente caridad, es necesario que las derrame valiéndose de ti, y se manifieste a ellos para enriquecerlos con los preciosos dones que te estoy descubriendo...". Le pide en seguida su corazón y lo introduce en el suyo...
Luego el Señor lo saca y lo vuelve a colocar en el pecho de Margarita, "como una llama ardiente en forma de corazón". Este fuego le producirá un intenso dolor de costado, garantía de la verdad de la aparición. Margarita queda, durante muchos días, abrasada de amor.
Segunda Revelación(1674).
Nuestro Señor nos explica como representar y venerar su Corazón.
La Santa: "Ese día el divino Corazón se me presentó en un trono de llamas, transparente como el cristal, con la llaga adorable, rodeado de espinas significando las punzadas producidas por nuestros pecados...".
El Sagrado Corazón quiere difundir esa devoción por todo el mundo, como el último esfuerzo por abrasarnos con el fuego de su Amor.
En la nueva devoción Jesús pide venerar su Corazón divino bajo la forma de un corazón de carne, la llaga de la lanza estará bien visible, lo rodearán llamas y lo ceñirán las espinas llevando en la parte superior una cruz. "Los que lo honren públicamente recibirán gracias muy especiales".
Tercera Revelación (1674).
El Corazón de Jesús: hoguera ardiente de caridad.
Nos cuenta Santa Margarita: "...Estaba ante el Santísimo Sacramento expuesto con un extraordinario recogimiento y se presentó delante de mí Jesucristo, mi amado Dueño, todo resplandeciente de gloria, con sus cinco llagas brillantes como cinco soles, despidiendo de su Sagrada Humanidad rayos de luz de todas partes pero sobre todo de su adorable pecho, que parecía un horno encendido; y, habiéndose abierto, me descubrió su amante y amable Corazón, vivo manantial de tales llamas. Me fue haciendo entender entonces las inexplicables maravillas de su puro amor hacia los hombres de quienes no recibía más que ingratitudes... Amante apasionado se queja de la falta de amor de los suyos y, divino mendigo, nos tiende la mano pidiendo nuestro amor."
Le pide que comulgue cada vez que pueda, especialmente todos los primeros Viernes. Le pide también la Hora Santa en la noche del Jueves al Viernes, de 23 a 24 horas, para acompañarlo en la humilde y dolorosa oración que hizo a su Padre en el Huerto de los Olivos, antes de Su Pasión.
Cuarta Revelación(El Gran encuentro del 16 de Junio de 1675).
El gran dolor del Corazón de Jesús. La institución de su Fiesta.
Es considerada la más importante. Ese día, se hallaba la Santa adorando el Santísimo Sacramento en profunda contemplación, cuando se le aparece Nuestro Señor Jesucristo mostrándole su Divino Corazón, y le dice: "Mira este Corazón que tanto ha amado a los hombres y al que nada se ha perdonado hasta consumirse y agotarse para demostrarles su Amor: y en cambio, no recibe de la mayoría más que ingratitudes, por las irreverencias, desprecios y sacrilegios hacia Él en este Sacramento de Amor.'' (La Eucaristía).
"Pero lo que todavía me es más doloroso -agregó el Salvador con un acento que estremeció a la Santa- es que obran así hasta los corazones que, de manera especial, se han consagrado a Mí. Por esto te pido que el viernes siguiente a la fiesta de Corpus Christi, se celebre una fiesta particular para honrar mi Corazón, comulgando en dicho día y reparando las ofensas que he recibido en eI Sacramento del Altar. Te prometo que mí Corazón derramará con abundancia las bendiciones de su Divino Amor sobre cuantos le tributen este homenaje y trabajen en propagar esta práctica".
LAS PROMESAS QUE HIZO JESÚS A SANTA MARGARITA, Y POR MEDIO DE ELLA A TODOS LOS DEVOTOS DE SU SAGRADO CORAZÓN.
1. Les daré todas las gracias necesarias a su estado.
2. Pondré paz en sus familias.
3. Les consolaré en sus penas.
4. Seré su refugio seguro durante la vida, y, sobre todo, en la hora de la muerte.
5. Derramaré abundantes bendiciones sobre todas sus empresas.
6. Bendeciré las casas en que la imagen de mi Corazón sea expuesta y venerada.
7. Los pecadores hallarán en mi Corazón la fuente, el Océano infinito de la misericordia.
8. Las almas tibias se volverán fervorosas.
9. Las almas fervorosas se elevarán a gran perfección.
10. Daré a los sacerdotes el talento de mover los corazones más empedernidos.
11. Las personas que propaguen esta devoción tendrán su nombre escrito en mi Corazón, y jamás será borrado de El.
12. Les prometo en el exceso de mi misericordia, que mi amor todopoderoso concederá a todos aquellos que comulgaren por nueve primeros viernes consecutivos, la gracia de la perseverancia final; no morirán sin mi gracia, ni sin la recepción de los santos sacramentos. Mi Corazón será su seguro refugio en aquel momento supremo.
Las condiciones para ganar esta gracia son tres:
1. Recibir la Sagrada Comunión durante nueve primeros viernes de mes de forma consecutiva y sin ninguna interrupción.
2. Tener la intención de honrar al Sagrado Corazón de Jesús y de alcanzar la perseverancia final.
3. Ofrecer cada Sagrada Comunión como un acto de expiación por las ofensas cometidas contra el Santísimo Sacramento.
(De las muchas manifestaciones que del Corazón de Jesús tuvo Santa Margarita María, cuatro son las consideradas más importantes.)
Primera Revelación(27 de Diciembre de 1673).
Fiesta de San Juan Evangelista.
El corazón de Margarita entra en el Sagrado Corazón. Santa Margarita está en presencia del Amor Sacramentado. Jesús la hace reposar en su divino pecho donde le descubre "las maravillas de su amor y los secretos de su Corazón". Y le dice: "Mi divino Corazón está tan apasionado de amor a los hombres, en particular hacia ti, que, pudiendo contener en El las llamas de su ardiente caridad, es necesario que las derrame valiéndose de ti, y se manifieste a ellos para enriquecerlos con los preciosos dones que te estoy descubriendo...". Le pide en seguida su corazón y lo introduce en el suyo...
Luego el Señor lo saca y lo vuelve a colocar en el pecho de Margarita, "como una llama ardiente en forma de corazón". Este fuego le producirá un intenso dolor de costado, garantía de la verdad de la aparición. Margarita queda, durante muchos días, abrasada de amor.
Segunda Revelación(1674).
Nuestro Señor nos explica como representar y venerar su Corazón.
La Santa: "Ese día el divino Corazón se me presentó en un trono de llamas, transparente como el cristal, con la llaga adorable, rodeado de espinas significando las punzadas producidas por nuestros pecados...".
El Sagrado Corazón quiere difundir esa devoción por todo el mundo, como el último esfuerzo por abrasarnos con el fuego de su Amor.
En la nueva devoción Jesús pide venerar su Corazón divino bajo la forma de un corazón de carne, la llaga de la lanza estará bien visible, lo rodearán llamas y lo ceñirán las espinas llevando en la parte superior una cruz. "Los que lo honren públicamente recibirán gracias muy especiales".
Tercera Revelación (1674).
El Corazón de Jesús: hoguera ardiente de caridad.
Nos cuenta Santa Margarita: "...Estaba ante el Santísimo Sacramento expuesto con un extraordinario recogimiento y se presentó delante de mí Jesucristo, mi amado Dueño, todo resplandeciente de gloria, con sus cinco llagas brillantes como cinco soles, despidiendo de su Sagrada Humanidad rayos de luz de todas partes pero sobre todo de su adorable pecho, que parecía un horno encendido; y, habiéndose abierto, me descubrió su amante y amable Corazón, vivo manantial de tales llamas. Me fue haciendo entender entonces las inexplicables maravillas de su puro amor hacia los hombres de quienes no recibía más que ingratitudes... Amante apasionado se queja de la falta de amor de los suyos y, divino mendigo, nos tiende la mano pidiendo nuestro amor."
Le pide que comulgue cada vez que pueda, especialmente todos los primeros Viernes. Le pide también la Hora Santa en la noche del Jueves al Viernes, de 23 a 24 horas, para acompañarlo en la humilde y dolorosa oración que hizo a su Padre en el Huerto de los Olivos, antes de Su Pasión.
Cuarta Revelación(El Gran encuentro del 16 de Junio de 1675).
El gran dolor del Corazón de Jesús. La institución de su Fiesta.
Es considerada la más importante. Ese día, se hallaba la Santa adorando el Santísimo Sacramento en profunda contemplación, cuando se le aparece Nuestro Señor Jesucristo mostrándole su Divino Corazón, y le dice: "Mira este Corazón que tanto ha amado a los hombres y al que nada se ha perdonado hasta consumirse y agotarse para demostrarles su Amor: y en cambio, no recibe de la mayoría más que ingratitudes, por las irreverencias, desprecios y sacrilegios hacia Él en este Sacramento de Amor.'' (La Eucaristía).
"Pero lo que todavía me es más doloroso -agregó el Salvador con un acento que estremeció a la Santa- es que obran así hasta los corazones que, de manera especial, se han consagrado a Mí. Por esto te pido que el viernes siguiente a la fiesta de Corpus Christi, se celebre una fiesta particular para honrar mi Corazón, comulgando en dicho día y reparando las ofensas que he recibido en eI Sacramento del Altar. Te prometo que mí Corazón derramará con abundancia las bendiciones de su Divino Amor sobre cuantos le tributen este homenaje y trabajen en propagar esta práctica".
LAS PROMESAS QUE HIZO JESÚS A SANTA MARGARITA, Y POR MEDIO DE ELLA A TODOS LOS DEVOTOS DE SU SAGRADO CORAZÓN.
1. Les daré todas las gracias necesarias a su estado.
2. Pondré paz en sus familias.
3. Les consolaré en sus penas.
4. Seré su refugio seguro durante la vida, y, sobre todo, en la hora de la muerte.
5. Derramaré abundantes bendiciones sobre todas sus empresas.
6. Bendeciré las casas en que la imagen de mi Corazón sea expuesta y venerada.
7. Los pecadores hallarán en mi Corazón la fuente, el Océano infinito de la misericordia.
8. Las almas tibias se volverán fervorosas.
9. Las almas fervorosas se elevarán a gran perfección.
10. Daré a los sacerdotes el talento de mover los corazones más empedernidos.
11. Las personas que propaguen esta devoción tendrán su nombre escrito en mi Corazón, y jamás será borrado de El.
12. Les prometo en el exceso de mi misericordia, que mi amor todopoderoso concederá a todos aquellos que comulgaren por nueve primeros viernes consecutivos, la gracia de la perseverancia final; no morirán sin mi gracia, ni sin la recepción de los santos sacramentos. Mi Corazón será su seguro refugio en aquel momento supremo.
Las condiciones para ganar esta gracia son tres:
1. Recibir la Sagrada Comunión durante nueve primeros viernes de mes de forma consecutiva y sin ninguna interrupción.
2. Tener la intención de honrar al Sagrado Corazón de Jesús y de alcanzar la perseverancia final.
3. Ofrecer cada Sagrada Comunión como un acto de expiación por las ofensas cometidas contra el Santísimo Sacramento.
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